El mundo de las inversiones está en constante evolución y uno de los giros más sorprendentes ha sido la reciente decisión del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego. Con un patrimonio estimado en 5.1 mil millones de dólares según Forbes, Salinas ha decidido abandonar el oro, tradicionalmente considerado uno de los activos de refugio más seguros, para concentrar la mayor parte de su portafolio en Bitcoin, la criptomoneda más reconocida a nivel global. En una entrevista reciente con Bloomberg, Salinas explicó que actualmente posee aproximadamente un 70% de su riqueza invertida en Bitcoin, manteniendo solo una porción en oro y acciones propias de sus empresas. De forma remarcable, afirmó que no tiene ni bonos ni acciones extranjeras, lo que refleja una apuesta fuerte y clara por los activos digitales y las empresas que dirige directamente.
Su postura va más allá de una simple preferencia. Para Salinas, Bitcoin representa lo que él llama un "activo duro" y sostiene que la inversión en este tipo de activos debe pensarse a largo plazo. Explicó que la clave está en planificar para una década y acumular la mayor cantidad posible con el tiempo, destacando la importancia de una estrategia constante y disciplinada para superar la volatilidad del mercado. Una de las principales razones que esgrime para preferir Bitcoin sobre el oro es la naturaleza limitada de la oferta de la criptomoneda. Bitcoin tiene un suministro máximo de 21 millones de monedas, de las cuales ya se han minado unas 20 millones.
Esta escasez programada contrasta fuertemente con el oro, que tiende a sufrir una inflación anual aproximada del 3%. Según Salinas, esta característica convierte a Bitcoin en un activo con mayor potencial de apreciación a largo plazo, ya que la inflación erosiona el valor del oro con el tiempo. Este cambio en la mentalidad de uno de los empresarios más influyentes de México llega en un momento de turbulencia para sus negocios, tras la caída de hasta un 70% en la cotización de las acciones de Grupo Elektra y una disputa legal con las autoridades fiscales mexicanas. No obstante, Salinas se mostró optimista y confiado en que estas dificultades son solo temporales y que sus empresas son más sólidas de lo que parecen ante los desafíos políticos y económicos. En un movimiento estratégico paralelo, Salinas anunció su intención de privatizar Grupo Elektra, lo que le permitiría tener mayor control sobre la empresa sin la presión constante del mercado bursátil.
Esta acción también refleja su confianza en el futuro y en la capacidad de adaptación de sus negocios ante un entorno cambiante. Su pasión por Bitcoin no es nueva. Desde 2021, Salinas ha expresado públicamente su apoyo a la criptomoneda, llegando incluso a declarar que la moneda fiduciaria, como el dólar o el peso, es en esencia un "fraude" debido a la inflación y la dependencia de políticas monetarias. Además, Salinas recomienda una metodología de inversión en Bitcoin conocida como promedio del costo en dólares o dollar-cost averaging (DCA), que consiste en comprar una cantidad fija de la criptomoneda en intervalos regulares, minimizando así el impacto de la volatilidad y el riesgo asociado a la compra en momentos puntuales de baja o alta en los precios. En sus palabras, “compra tanto como puedas cada mes, eso quitará la incertidumbre”.
Esta visión de inversión constante y disciplinada resuena con la estrategia de muchos inversores exitosos en criptomonedas, que apuestan a la absorción gradual y al crecimiento a largo plazo. La confianza manifiesta de Ricardo Salinas en Bitcoin lo posiciona entre los campeones más relevantes a nivel mundial que no solo invierten sino que también promueven el uso y reconocimiento de esta tecnología financiera emergente. Su influencia empresarial y social puede ser un factor crucial para la consolidación de Bitcoin como un activo legítimo dentro de las carteras de inversión tradicionales. Al mismo tiempo, esta actitud refleja un cambio generacional y tecnológico en la percepción del valor. Mientras que el oro simbolizó por décadas un refugio tangible y seguro, las monedas digitales como Bitcoin plantean una revolución en la forma en que entendemos el dinero, el valor y la reserva de riqueza en el mundo moderno.
Este cambio no solo es financiero, sino también ideológico. La carrera hacia la digitalización, la descentralización y la eliminación de intermediarios en las transacciones financieras cobra fuerza con figuras como Salinas, que defienden y apuestan públicamente por estas nuevas soluciones frente a sistemas tradicionales que consideran obsoletos o vulnerables. A nivel global, el precio de Bitcoin ha mostrado una volatilidad considerable, y pese a algunas caídas, la tendencia a largo plazo ha sido positiva, con incrementos significativos que han generado enormes ganancias a los primeros inversores y a quienes mantuvieron su confianza en la criptomoneda. A pesar del optimismo, expertos y reguladores advierten que la inversión en Bitcoin debe ser prudente, reconociendo los riesgos de alta volatilidad, falta de regulación clara en muchos países y la posibilidad de fluctuaciones bruscas debido a factores externos, como decisiones políticas o avances tecnológicos que afectan la minería o la seguridad de la red. No obstante, para Ricardo Salinas, estas incertidumbres son parte del precio a pagar por lo que visualiza como un futuro inevitable donde Bitcoin jugará un rol preponderante.