La implementación de la nueva legislación SECURE 2.0, que introduce el plan Starter 401(k), está demostrando ser un cambio significativo para las pequeñas empresas en los Estados Unidos. Esta legislación, que busca simplificar el acceso a planes de jubilación, especialmente para aquellas empresas que no contaban con uno, ha sido bien recibida. Según datos recientemente divulgados por Guideline, una plataforma especializada en gestión de planes de jubilación, el 75% de los pequeños empleadores optaron por el Starter 401(k) en lugar de los programas de auto-IRA promovidos por los estados. Este nuevo enfoque es un avance importante, ya que elimina dos de las barreras más significativas que enfrentan las pequeñas empresas al considerar la oferta de un plan de jubilación: el costo y la facilidad de administración.
En el primer año de vigencia del Starter 401(k), se ha observado que más del 15% de los negocios de Guideline provienen de estos planes, y todos ellos son primeros planes, es decir, estas empresas nunca antes habían ofrecido un plan de jubilación a sus empleados. Un análisis de Guideline revela datos interesantes sobre los participantes de los planes Starter 401(k) en comparación con aquellos que ahorran en un 401(k) estándar. Uno de los hallazgos más destacados es que un impresionante 67% de los participantes del plan Starter reciben un pago por hora, con un salario promedio de 66,000 dólares. En contraste, solo el 41% de los participantes de un 401(k) estándar están en esta categoría, pero su salario promedio es significativamente más alto, alcanzando los 97,000 dólares. Además, la tasa de participación en el Starter 401(k) es del 65%, mientras que en los planes estándar con auto-inscripción, la participación alcanza el 85%.
Esto sugiere que aunque los planes Starter tienen una tasa de participación menor, el hecho de que un porcentaje tan alto de pequeños negocios esté adoptando este tipo de plan es una señal positiva de que estos nuevos planes están eclipsando las opciones anteriores. En términos de ahorro, los participantes del Starter 401(k) contribuyen, en promedio, con un 3% de sus ingresos, frente al 5.7% de los participantes de un 401(k) estándar, excluyendo las contribuciones del empleador. Este diferencia en las tasas de ahorro puede ser un reflejo de los niveles salariales más bajos entre los trabajadores que participan en estos planes, así como de la naturaleza de los empleos, que a menudo son trabajos por hora en industrias con menor remuneración. La SECURE 2.
0 y su enfoque en el Starter 401(k) no solo buscan aliviar la carga administrativa y económica para las pequeñas empresas, sino que también están abriendo las puertas a un nuevo grupo de trabajadores que antes no tenían acceso a un plan de jubilación. Este es un avance significativo en un contexto donde muchos trabajos en sectores esenciales y de servicios están caracterizados por ser tanto menos remunerados como carentes de beneficios a largo plazo. Jeff Rosenberger, COO de Guideline, ha trabajado en la industria de la gestión de activos durante casi dos décadas y ha sido un defensor de las reformas que promueven la inclusión financiera. En una reciente conversación sobre el impacto del Starter 401(k), Rosenberger subrayó la importancia de hacer que los planes de jubilación sean más accesibles para todos los trabajadores, especialmente aquellos en los sectores más vulnerables de la economía. A medida que las pequeñas empresas continúan enfrentando desafíos económicos, desde la pandemia hasta la inflación, la posibilidad de ofrecer un plan de jubilación asequible y fácil de gestionar es un incentivo importante para atraer y retener talento.
La capacidad de los empleados para ahorrar para su futuro a través de estos planes contribuirá no solo a su estabilidad financiera personal, sino también al bienestar general de la economía a largo plazo. Los datos hasta ahora indican que la adopción de estos planes Starter podría ser el primer paso hacia una mayor participación en las jubilaciones entre los trabajadores de ingresos bajos y moderados. Además, este enfoque proactivo podría abrir la puerta a nuevas iniciativas que fomenten la educación financiera y la planificación para la jubilación entre aquellos que históricamente han estado excluidos de estos sistemas. El hecho de que pequeñas empresas estén comenzando a ofrecer planes de jubilación también tiene el potencial de modificar la cultura laboral en EE. UU.
, fomentando una mayor conciencia sobre la importancia de la seguridad financiera a largo plazo. En un mundo donde la jubilación a menudo se considera algo distante, el acceso a facilidades prácticas y simplificadas para el ahorro podría cambiar gradualmente estas perspectivas. Hay que recordar que la implementación de iniciativas como el Starter 401(k) no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr un objetivo mayor: garantizar que todos los individuos tengan la oportunidad de construir un futuro financiero sólido. En los próximos años, será crucial seguir monitorizando el desempeño de estos planes y evaluar su impacto en el bienestar económico de los trabajadores a medida que más pequeñas empresas comiencen a adoptarlos. La historia del Starter 401(k) se entrelaza con una narrativa más amplia sobre la reconciliación de la economía estadounidense con las necesidades de su fuerza laboral.
En un panorama donde el acceso equitativo al ahorro para la jubilación aún es un desafío, el Starter 401(k) representa un paso hacia adelante, un modelo que podría sentar las bases para la mejora continua de las políticas de jubilación y ahorro en el país. Con la colaboración del sector privado, organismos gubernamentales y plataformas de tecnología financiera, al final, el objetivo es lograr un sistema que beneficie a todos los trabajadores, independientemente de su salario o tipo de empleo.