Invertir en el mercado de valores estadounidense es un objetivo común para muchos inversores, ya sea principiantes o experimentados, que buscan diversificar y maximizar el rendimiento de su portafolio. Existen múltiples opciones para lograr esta meta, pero dos ETFs destacan cuando de replicar el mercado se trata: Vanguard Total Stock Market ETF (VTI) y SPDR Portfolio S&P 1500 ETF (SPTM). Aunque ambos intentan captar el rendimiento del mercado estadounidense, sus enfoques y características presentan diferencias que pueden influir en la decisión de compra. Para tomar una decisión informada es fundamental comprender en qué consisten estos fondos, sus estructuras, benchmarks y qué beneficios o limitaciones conllevan cada uno. El mercado como concepto va más allá del conocido índice S&P 500, que tradicionalmente agrupa las 500 empresas más grandes y representativas de la economía estadounidense.
Sin embargo, este índice no engloba la totalidad del mercado, dejando fuera a pequeñas y medianas empresas que pueden sumar a la diversificación y potencial de crecimiento de una cartera. En este contexto ambos ETFs representan alternativas que amplían la visión del mercado y ofrecen un panorama más completo. El Vanguard Total Stock Market ETF (VTI) es un fondo que intenta replicar el rendimiento del mercado accionario y está compuesto por cerca de 3,600 acciones que abarcan empresas pequeñas, medianas y grandes que operan en los Estados Unidos. Su metodología no incluye un comité que seleccione los valores; en cambio, sigue estrictamente los criterios de inclusión basados en la negociación en mercados estadounidenses y la capitalización bursátil. Esto significa que es un reflejo más amplio del mercado, sumando más empresas que otros índices.
Por otro lado, el SPDR Portfolio S&P 1500 ETF (SPTM) combina tres índices: el S&P 500 (empresas grandes), el S&P MidCap 400 (empresas medianas) y el S&P SmallCap 600 (empresas pequeñas), agrupando alrededor de 1,500 valores que representan cerca del 90 % de la capitalización del mercado estadounidense. A diferencia del VTI, los índices que componen el SPTM son regulados y revisados por comités que seleccionan a las empresas según criterios definidos como tamaño, liquidez y desempeño financiero, entre otros. Esta gestión más selectiva puede implicar que algunas empresas con problemas financieros o de otro tipo sean excluidas. Una de las ventajas de VTI es su amplia diversificación por la gran cantidad de valores que contiene. Al incluir miles de acciones, desde gigantes multinacionales hasta pequeñas empresas, el fondo capta la mayor parte del mercado americano en términos de número de emisoras.
Esta amplitude puede limitar el impacto negativo que un solo valor pueda tener en el conjunto del fondo, aunque también puede incluir compañías con mayor riesgo y menor liquidez. En contraste, SPTM se enfoca en un selecto grupo de 1,500 empresas que pasan un proceso de selección más riguroso. Esto puede representar un equilibrio entre diversificación y calidad, ya que las empresas que integran el fondo han sido evaluadas para cumplir ciertos estándares. Esto podría traducirse en una menor volatilidad relativa y en un portafolio más ajustado a criterios fundamentalistas. Cuando se habla de costos, los ETFs suelen tener ventajas significativas respecto a otros vehículos de inversión como los fondos mutuos tradicionales.
Ambos fondos mencionados gozan de comisiones bastante bajas en comparación con promedios del mercado, lo que los hace atractivos para inversores que buscan eficiencia en costos. El Vanguard Total Stock Market ETF tiene típicamente un ratio de gastos alrededor de 0.03%, mientras que el SPDR Portfolio S&P 1500 ETF puede tener niveles similares o ligeramente superiores, dependiendo del momento y los ajustes anuales. En cuanto a la liquidez, ambos ETFs cotizan en la Bolsa de Nueva York y cuentan con un volumen de negociación efectivo, lo que permite a los inversores comprar o vender participaciones durante el horario bursátil a precios cercanos al valor liquidativo. Esto aporta flexibilidad y facilidad en la gestión de inversiones.
Un punto a considerar también es el rendimiento histórico. Aunque el desempeño pasado no garantiza resultados futuros, se observa que Vanguard Total Stock Market ETF tiende a replicar un mercado más amplio, lo que puede acarrear un comportamiento ligeramente diferente al SPDR Portfolio S&P 1500 ETF. El primero podría experimentar una mayor volatilidad debido a la inclusión de acciones pequeñas con mayor riesgo y potencial de recompensas. Por otro lado, el SPDR Portfolio S&P 1500 ETF, al estar más ponderado hacia empresas evaluadas y medianas o grandes, podría ofrecer un desempeño más estable. Para quienes buscan replicar lo más fielmente posible el mercado total de Estados Unidos, el VTI es una opción adecuada.
Su gran abanico de valores fomenta la diversificación y la inclusión de segmentos del mercado que el S&P 500 y similares no consideran. Esto es importante para aquellos que no desean limitar su exposición solo a las grandes empresas líderes, sino que quieren abarcar el espectro completo, incluidos sectores emergentes y empresas con potencial de crecimiento. Por el contrario, quienes prefieren un enfoque algo más controlado y basado en criterios de selección podrían inclinarse por el SPTM. Al conjuntar índices con procesos de curaduría, puede establecer una cartera con menos “ruido” y con compañías sometidas a mayor escrutinio, lo cual puede resultar atractivo para perfiles conservadores o medianamente riesgosos. Otro aspecto a analizar es el impacto fiscal.
La estructura y gestión de cada fondo puede afectar la cantidad de distribuciones de ganancias de capital que se repartan a los inversionistas. A menudo, los fondos con mayor rotación de activos o que manejan valores de menor liquidez pueden generar más eventos fiscales. En este sentido, ambos fondos suelen estar diseñados para la eficiencia fiscal, pero el amplio universo de acciones del VTI podría ocasionar un manejo más complejo en algunos años. Sin embargo, para inversores con cuentas de inversión a largo plazo o cuentas de retiro, esta consideración puede tener menor peso. Con respecto a la ponderación del portafolio, ambos ETFs utilizan el método de ponderación por capitalización de mercado.
Esto significa que las empresas más grandes pesan más en el rendimiento general del fondo. Por consiguiente, compañías como Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet tienen un peso significativo, aunque en VTI están diluidas entre miles de valores. Esta característica puede hacer que el desempeño de estos ETFs esté muy influenciado por pocos valores dominantes, aunque el efecto puede ser algo menor en VTI debido a su tamaño. También es relevante pensar en la estrategia personal de inversión. La elección entre uno u otro fondo debe alinearse con los objetivos financieros, horizonte temporal y tolerancia al riesgo de cada inversor.
Para personas que recién comienzan y desean una exposición amplia al mercado americano con comisiones bajas y sin complicaciones, el Vanguard Total Stock Market ETF puede ofrecer un buen punto de partida. Para inversores que prefieren cierta curaduría asociada y una composición más controlada, el SPDR Portfolio S&P 1500 ETF puede ser la mejor opción. Por último, es importante mencionar que ambos ETFs son fácilmente accesibles en los mercados y permiten invertir montos relativamente bajos, lo que democratiza la participación de distintos perfiles de inversores. Además, se pueden combinar con otras estrategias, como la inversión en bonos u otros fondos, para lograr diversificación global y gestión de riesgos. En conclusión, no existe un claro ganador absoluto entre Vanguard Total Stock Market ETF y SPDR Portfolio S&P 1500 ETF, sino que la mejor opción dependerá de las necesidades y preferencias individuales.
La amplitud y diversificación de VTI lo convierten en un referente para quienes quieren abarcar el mercado de forma muy amplia, mientras que SPTM puede representar un equilibrio interesante para quienes buscan calidad y selección dentro de una muestra significativa del mercado estadounidense. Analizar la composición, costos, liquidez y objetivos personales será la clave para decidir cuál ETF es más adecuado para cada inversor.