Warren Buffett, conocido mundialmente como el oráculo de Omaha, ha anunciado que dejará su cargo como CEO de Berkshire Hathaway a finales de este año, una noticia que ha sacudido el mercado financiero y ha tenido un impacto inmediato en las acciones de la empresa. A sus 94 años y tras una carrera legendaria de más de seis décadas dirigiendo la compañía, Buffett ha confirmado que Greg Abel, actualmente vicepresidente de operaciones no relacionadas con seguros, será su sucesor. Esta transición marca una era nueva para Berkshire Hathaway, con incertidumbres pero también oportunidades para el conglomerado. La reacción del mercado a esta noticia no se hizo esperar. Durante la apertura del lunes, las acciones de Berkshire Hathaway sufrieron una caída del 6%, perdiendo niveles clave de soporte técnico tras el anuncio y la publicación de sus resultados financieros.
Sin embargo, esta reacción no refleja necesariamente la fortaleza intrínseca de la empresa, que continúa siendo un refugio para inversores durante periodos de volatilidad en el sector tecnológico y los mercados de crecimiento. El informe financiero correspondiente al primer trimestre de 2025 mostró una disminución significativa en las ganancias netas por acción Clase B, que se redujeron un 64% a 2,13 dólares. Las ganancias operativas cayeron un 14%, situándose en 9.641 millones de dólares. Este descenso se debe en gran parte a una disminución de 5.
040 millones en las inversiones debido a la caída en los mercados de renta variable, junto con una fuerte reducción del 49% en las ganancias del negocio de seguros por el impacto de los incendios forestales en el sur de California, que le costaron a la compañía aproximadamente 1.100 millones de dólares. Además, pérdidas relacionadas con la fluctuación de divisas extranjeras también afectaron el desempeño operativo. A pesar de estos desafíos, Berkshire Hathaway sigue siendo un conglomerado sólido y diversificado que abarca varios sectores económicos. Entre sus activos más reconocidos están compañías operativas como Geico en seguros automotrices, Duracell en baterías, Dairy Queen en alimentos y bebidas, Fruit of the Loom en ropa, y BNSF en transporte ferroviario.
Esta diversificación ayuda a mitigar riesgos y le otorga estabilidad en tiempos de incertidumbre económica. El comportamiento del portafolio de inversiones de Berkshire también refleja un ajuste estratégico. Por décimo trimestre consecutivo, la compañía fue vendedora neta de acciones, aunque esta vez con un marcado descenso en la cantidad de ventas. Durante el primer trimestre, las ventas totalizaron 4.677 millones de dólares, mientras que las compras alcanzaron 3.
183 millones, generando un saldo neto vendedor de apenas 1.5 mil millones, muy por debajo de los aproximadamente 17.3 mil millones vendidos en el cuarto trimestre de 2024. Este cambio indica un movimiento más cauteloso respecto a rotaciones agresivas en el portafolio. La tesorería de Berkshire Hathaway alcanzó un récord histórico, con un saldo de 347.
000 millones de dólares, frente a los 334.000 millones al cierre del cuarto trimestre. Este efectivo representa alrededor del 32% de la capitalización bursátil total de la empresa, que se sitúa en 1.1 billones de dólares. La elevada liquidez proporciona a Buffett y a su equipo nuevas herramientas para enfrentar posibles oportunidades de inversión o para manejar contingencias financieras.
En términos de valores en cartera, el valor de las acciones en poder de Berkshire disminuyó de 354.000 millones a 272.000 millones de dólares, reflejando la reducción de exposición en renta variable y otros activos públicos. Buffett ha aclarado en su carta anual a los accionistas que, aunque la parte pública del portafolio haya descendido, el valor de las empresas controladas que no cotizan en bolsa sigue siendo considerablemente más alto. Esto muestra la confianza en las operaciones internas y la capacidad de generación de valor a largo plazo.
Una práctica habitual que Berkshire ha mantenido en los últimos trimestres es la falta de recompras de sus propias acciones, una estrategia que se ha conservado en el primer trimestre de 2025. Algunos inversores esperaban que la empresa incrementara estas recompras para sostener el precio de las acciones o para mejorar métricas como el beneficio por acción, pero Berkshire ha optado por conservar su efectivo en reserva. La transición generacional en el liderazgo de Berkshire Hathaway es un tema de gran interés para los mercados. Greg Abel, quien asumirá como CEO, es un ejecutivo con vasta experiencia dentro del conglomerado y se espera que mantenga la filosofía de inversión que ha caracterizado a Buffett, aunque la sombra del actual líder es grande y difícil de igualar. Buffett también ha señalado que, aunque se retirará formalmente, seguirá estando disponible para aportar su conocimiento y experiencia cuando se le solicite.
La perspectiva para Berkshire Hathaway en el futuro cercano depende de varios factores macroeconómicos y del conjunto de decisiones estratégicas que adopte la nueva dirección. Los actuales retos en el sector asegurador, la volatilidad de los mercados bursátiles y las implicancias de eventos climáticos adversos presentan obstáculos a corto plazo. Sin embargo, la fortaleza de las compañías controladas directamente y una posición de liquidez sólida son elementos que generan confianza sobre la capacidad de la empresa para continuar generando valor para sus accionistas. La noticia del retiro de Warren Buffett también abre un debate más amplio sobre la dirección del mercado y las tendencias en las inversiones. Berkshire ha sido tradicionalmente vista como una inversión defensiva frente a las turbulencias de sectores de alta tecnología y crecimiento rápido.
Durante momentos de incertidumbre global y cambios regulatorios, como las recientes tensiones comerciales internacionales y las fluctuaciones en las tarifas, empresas como Berkshire cobran protagonismo por su estabilidad y diversificación. En suma, la salida de Warren Buffett marca un antes y un después en el mundo financiero pero no significa el fin de una era de solidez y prudencia en las inversiones para Berkshire Hathaway. La gestión estratégica de Greg Abel y el compromiso mantenido con las filosofías que han cimentado el éxito del conglomerado serán cruciales para navegar un panorama económico que sigue plagado de retos, pero también de oportunidades valiosas. Los inversionistas, tanto actuales como potenciales, deberán observar de cerca cómo evoluciona la empresa en esta nueva etapa y cómo se adaptan sus estrategias frente a un mundo financiero cada vez más dinámico y desafiante.