En un giro inesperado en el ámbito de las criptomonedas, la caída del prestamista Celsius ha desencadenado una serie de demandas que podrían cambiar el rumbo de la situación financiera de muchos de sus ex-clientes. Mientras Celsius busca recuperar fondos a través de demandas contra miles de antiguos clientes que retiraron sus activos en los 90 días previos a su declaración de quiebra, los acusados están preparando su defensa. Una de las claves de estas batallas legales radica en una pregunta fundamental: ¿Quién es realmente el propietario de las criptomonedas? Celsius, que algún día contaba con activos valorados en 25 mil millones de dólares, ha enfrentado una serie de desafíos desde su colapso en 2022. La quiebra de la empresa no solo afectó a sus operaciones, sino que también arrastró a miles de inversores que depositaron su confianza y su dinero en lo que se publicitaba como una “banca moderna”. Sin embargo, lo que comenzó como un refugio seguro se transformó en un oscuro laberinto de errores financieros y presuntas tergiversaciones por parte de su fundador, Alex Mashinsky.
Actualmente, enfrenta cargos de manipulación del mercado y violaciones de las leyes de valores. Las demandas que Celsius ha interpuesto son una estrategia común en procedimientos de quiebra: recuperar activos para poder restituir a los acreedores. Aquellos que retiraron sus inversiones poco antes de que Celsius se declarara en quiebra se encuentran ahora en la mira, un proceso que se conoce como “clawback” o recuperación de fondos. Pero, mientras la empresa intenta recuperar lo que puede, muchos de los demandados están listos para luchar, basándose en la premisa de que lo que retiraron no pertenecía a Celsius en primer lugar. Noah Weingarten, un abogado especializado en quiebras, ha declarado que hay factores únicos que emergen en los casos relacionados con criptomonedas.
La esencia de su defensa gira en torno a la propiedad de los activos digitales. “Si los depósitos de los clientes no son considerados propiedad del patrimonio de la quiebra de Celsius, entonces las personas tendrían una defensa sólida”, afirma Weingarten. Este argumento se convierte en una piedra angular de la defensa de miles de antiguos clientes que, a menudo, retiraron cantidades considerables de criptomonedas basándose en la premisa de la naturaleza propia del activo. El estado actual de Celsius es un reflejo de la turbulencia en la industria de las criptomonedas, que ha visto cómo varias plataformas de alto perfil colapsaban en un breve lapso de tiempo. Los problemas de Celsius comenzaron a ser evidentes en 2022, cuando una serie de quiebras impactaron el ecosistema de las criptomonedas.
A medida que estas empresas luchaban por mantenerse a flote, miles de clientes de Celsius vieron la necesidad de retirarse, y ahora se encuentran en una lucha legal por ello. La ley estadounidense considera que las empresas son insolventes mucho antes de que presenten oficialmente su quiebra. Esto significa que cualquier retiro de capital que los clientes hicieran poco antes de la declaración de quiebra podría considerarse una acción desleal hacia los otros acreedores. Así, Celsius ha lanzado un ataque legal contra aquellos que retiraron más de 100,000 dólares, intentado “igualar el terreno” entre los acreedores no asegurados, según Weingarten. Sin embargo, este enfoque ha suscitado críticas y preocupaciones sobre la equidad de las acciones tomadas.
Los antiguos clientes de Celsius que no accedieron a las ofertas de conciliación iniciales se han encontrado en una encrucijada. Mientras algunos han optado por un acuerdo por hasta el 27.5% del valor de la criptomoneda retirada, otros se están negando, considerando que estas demandas son, en esencia, tácticas de intimidación. A medida que los litigios avanza, y en un contexto en el que la capitalización del mercado de criptomonedas ha aumentado un 164% desde la quiebra de Celsius, los argumentos de defensa se vuelven más complejos. La situación ha dividido a la comunidad de criptomonedas.
Muchos ven las demandas de Celsius como una oportunidad para recuperar algo del capital perdido. Sin embargo, también existe una creciente preocupación por la forma en que Celsius ha manejado su proceso de quiebra, en comparación con otros casos notables, como el de FTX. A diferencia de FTX, que se comprometió a devolver el valor de las criptomonedas en el momento de la quiebra, Celsius ha adoptado un enfoque más agresivo, buscando el valor actual de los activos. Esta diferencia ha llevado a acusaciones de que Celsius está utilizando tácticas poco éticas para presionar a sus clientes. Frente a esta situación, los antiguos clientes de Celsius tienen varias opciones para defenderse.
Además de cuestionar la propiedad de los activos, pueden argumentar que los retiros realizados antes de la quiebra fueron parte de su negocio habitual. Esto podría establecer que las transacciones se realizaron de manera regular, algo que se ve reforzado por la naturaleza de la relación que tenían con la plataforma. Sin embargo, el éxito de esta defensa dependerá de múltiples factores, entre ellos, los términos del acuerdo del cliente y la naturaleza de las transacciones realizadas. La situación también plantea una pregunta más amplia sobre el futuro de las criptomonedas y la forma en que se regulan. En un contexto en el que ciertos reguladores han sugerido que algunas criptomonedas podrían ser clasificadas como valores, la lucha legal en torno a Celsius podría establecer precedentes que impacten el tratamiento legal de los activos digitales en los Estados Unidos.