En la era de la transformación digital, BlackRock, uno de los mayores gestores de activos a nivel mundial, ha presentado una iniciativa que promete revolucionar el mundo financiero tradicional al integrar la tecnología blockchain en la administración de fondos del mercado monetario. La empresa ha solicitado formalmente la creación de acciones digitales que replican el rendimiento y la propiedad de uno de sus fondos más consolidados, el BLF Treasury Trust Fund (TTTXX), cuyo valor supera los 150 millones de dólares, invirtiendo fundamentalmente en letras del Tesoro de Estados Unidos y efectivo. Esta iniciativa representa una convergencia entre las finanzas tradicionales y las tecnologías disruptivas. BlackRock utilizará la tecnología de libro mayor digital (DLT, por sus siglas en inglés) para mantener un registro paralelo de la propiedad de las acciones, lo que permitirá a los inversores y a las instituciones financieras un acceso transparente y seguro a la titularidad de sus participaciones. Aunque estas acciones digitales no estarán tokenizadas – a diferencia de otros proyectos en el mercado – sí ofrecerán una herramienta innovadora para la verificación de la propiedad utilizando una plataforma basada en blockchain gestionada en colaboración con The Bank of New York Mellon (BNY).
El enfoque de BlackRock es notable, ya que continuará utilizando su sistema tradicional de registros electrónicos como el registro oficial de la propiedad, incorporando la tecnología blockchain como un complemento adicional que garantiza mayor transparencia y confianza. Este paso refleja cómo la empresa busca combinar la seguridad y estabilidad de los sistemas tradicionales con las ventajas que ofrece la digitalización, evitando a su vez algunos de los riesgos y complejidades asociados a la tokenización completa de activos. El requisito para adquirir estas acciones digitales es elevado, solo las instituciones financieras que puedan realizar una inversión inicial mínima de tres millones de dólares podrán acceder a esta nueva clase de activos, lo cual subraya el enfoque institucional y su estrategia para llevar esta innovación a grandes jugadores del mercado. Este movimiento de BlackRock se produce poco tiempo después de otra propuesta destacada en el espacio: Fidelity Management & Research Company solicitó en marzo la creación de una clase de acciones OnChain basada en Ethereum para su fondo Fidelity Treasury Digital Fund (FYHXX). Esta clase OnChain aprovecharía la cadena de bloques Ethereum para la tokenización de activos del Tesoro, lo que marca otro esfuerzo importante de los gestores de activos tradicionales para incorporar tecnologías descentralizadas en sus modelos operativos.
La adopción de blockchain en la gestión de fondos no es una tendencia aislada, sino un fenómeno creciente entre gigantes de Wall Street y otras entidades financieras. El mercado de tokenización de activos del Tesoro tiene un valor estimado en más de 6 mil millones de dólares, con BlackRock liderando con su fondo BUIDL, que ya posee más de 2.5 mil millones de dólares en activos bajo esta modalidad. Otros actores relevantes como Franklin Templeton también están participando, con fondos como el Franklin OnChain US Government Money Fund (BENJI), que agrupa más de 700 millones de dólares en activos tokenizados. Ethereum se mantiene como la plataforma preferida para la tokenización de activos del Tesoro, respaldando más de 4.
5 mil millones de dólares en estos productos, seguido a distancia por otras redes como Stellar y Solana, cada una con decenas y cientos de millones de dólares respectivamente en activos. La preferencia por Ethereum responde a su robusta infraestructura, amplia adopción y capacidad para ejecutar contratos inteligentes complejos que facilitan la gestión y transferencia de activos tokenizados. Este aumento en la adopción de blockchain para activos del mundo real (RWA, por sus siglas en inglés) ha sido afirmado públicamente por líderes como Larry Fink, CEO de BlackRock, quien ha manifestado que la tecnología tiene el potencial de transformar radicalmente la forma en que se invierte, ofreciendo mayor eficiencia, transparencia y acceso global a los mercados. Aunque la idea de tokenizar activos financieros tradicionales no es nueva, la transición hacia modelos que combinan registros digitales y convencionales abre una puerta a soluciones híbridas más seguras y aceptadas por reguladores y grandes inversores. En este sentido, BlackRock defiende un enfoque prudente, evitando la plena tokenización en favor de un sistema que garantice la legalidad y confianza tradicionales mientras explora las ventajas de la tecnología blockchain.
En términos regulatorios, la propuesta de BlackRock fue presentada a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) mediante el formulario N-1A el 29 de abril de 2025. Este paso es crucial para la aprobación y validación de estos nuevos instrumentos financieros digitales, que deberán pasar por escrutinio exhaustivo para garantizar la protección del inversor y el cumplimiento normativo. El futuro que se perfila para la integración de blockchain en los fondos del mercado monetario podría redefinir el concepto tradicional de inversión institucional. Las acciones digitales de BlackRock ofrecen una visión donde grandes inversionistas pueden beneficiarse de mayor transparencia y posiblemente una reducción en costos operativos relacionados con la verificación y transferencia de propiedad. Además, la colaboración con un actor histórico como The Bank of New York Mellon aporta la solidez y experiencia en custodia e intermediación que el mercado tradicional demanda.