En los últimos años, el crecimiento exponencial del mercado de criptomonedas ha despertado el interés y la preocupación de reguladores en todo el mundo. En Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha sido una de las entidades más activas en establecer directrices y llevar procesos legales para controlar y regular este dinámico sector. Sin embargo, uno de los obstáculos que ha surgido para una regulación más efectiva y precisa es la prohibición vigente que impide al personal de la SEC poseer o usar criptomonedas. En este contexto, Coinbase, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas líderes a nivel mundial, ha elevado una petición importante para eliminar dicha prohibición y facilitar el entendimiento real y práctico de la tecnología blockchain y los activos digitales desde dentro del regulador. Paul Grewal, director legal de Coinbase, expresó en cartas abiertas dirigidas tanto a la Oficina de Ética Gubernamental de Estados Unidos (Office of Government Ethics, OGE) como al presidente de la SEC, Paul Atkins, que la prohibición actual se ha convertido en un impedimento para que el equipo de trabajo de la SEC, especialmente aquellos responsables de la fuerza especial dedicada a las criptomonedas, puedan comprender a fondo los aspectos técnicos, económicos y operativos de los activos digitales.
Grewal sostuvo que para regular una tecnología es necesario primero usarlas, y que la prohibición limita esas posibilidades, reduciendo considerablemente la capacidad de los reguladores para diseñar marcos normativos adecuados y actualizados. Esta regla fue establecida originalmente por la OGE en la guía Legal Advisory 22-04 lanzada el 4 de julio de 2022. En esta instrucción, se establece que el personal de la SEC no puede comprar, vender ni usar criptomonedas y stablecoins debido a que estos activos no se consideran “valores públicamente negociados” y, por lo tanto, no aplican para las excepciones habituales en las políticas sobre conflictos de interés que sí cubren otros activos financieros tradicionales como las acciones. Desde entonces, ha existido un debate constante sobre si esta prohibición limita o no la capacidad del regulador para mantenerse actualizado en un campo tan particular y cambiante como es el cripto. El argumento central de Coinbase apela a la necesidad de que el personal regulador tenga una experiencia directa con las tecnologías que supervisan.
El mercado cripto no solo implica un conjunto de productos financieros novedosos, sino que se sustenta en innovaciones técnicas, como la cadena de bloques, contratos inteligentes y tokens con diversas funcionalidades. Grewal indica que para desarrollar y aplicar regulaciones eficaces, la SEC requiere que sus empleados estén inmersos en el ecosistema y comprendan las verdaderas aplicaciones, riesgos y oportunidades de los activos digitales. Esta postura llega en un momento crítico para la SEC y el sector cripto. Durante los últimos años, bajo la gestión del ex presidente Gary Gensler — conocido por su firme postura regulatoria — la SEC ha llevado adelante una ofensiva que incluyó más de 100 acciones legales contra empresas y proyectos del criptomundo. Sin embargo, con la salida de Gensler en enero de 2025, el organismo federal ha mostrado signos de una postura más abierta al diálogo y considerando ajustes en sus métodos, reflejado en decisiones recientes como la salida de litigios contra Coinbase y la flexibilización de acciones contra otras firmas, como Dragonchain.
En este contexto, el pedido de Coinbase por la eliminación de la restricción se sustenta también en la solicitud de una exención provisoria o número limitado de permisos especiales para miembros específicos de la fuerza especial en cripto, lo que les permitiría tener un contacto directo con criptomonedas para experimentar de primera mano las condiciones del mercado y el funcionamiento de distintas tecnologías blockchain. La importancia de esta medida no solo radica en un tema de derechos o prácticas internas dentro de la SEC, sino en el potencial impacto que podría tener sobre el diseño y eficiencia de futuras regulaciones. Actualmente, uno de los desafíos más importantes para el crecimiento saludable del ecosistema cripto es el vacío o la incertidumbre regulatoria que sufren actores e inversores. Normativas poco claras o demasiado rígidas pueden ahuyentar la innovación, mientras que regulaciones demasiado laxas pueden generar riesgos de fraude, manipulación y pérdida de confianza. La propuesta de Coinbase apunta a que al permitir que el personal regulador conozca de primera mano el uso y las características de los activos digitales, se logrará una perspectiva más equilibrada y técnica a la hora de definir marcos regulatorios.
Esto puede traducirse en reglas que no solo protejan a los consumidores y al sistema financiero, sino que también promuevan el desarrollo y adopción responsable de las criptomonedas y la tecnología blockchain. Por otra parte, existen también preocupaciones legítimas sobre los posibles conflictos de interés y la ética que podría implicar que los funcionarios encargados de regular^posean y operen con activos sujetos a su supervisión. Sin embargo, Coinbase argumenta que existen métodos y precedentes en otras áreas regulatorias donde se conceden excepciones y mecanismos de transparencia que permiten manejar estas situaciones sin comprometer la integridad institucional. En definitiva, la discusión en torno a esta prohibición abre un debate más amplio sobre cómo los reguladores deben interactuar con la tecnología disruptiva para cumplir su misión de manera efectiva. La relación entre conocimiento práctico y regulación tecnológica es un punto clave en un entorno donde la innovación avanza rápidamente y los marcos jurídicos tradicionales tardan en adaptarse.
A medida que la SEC considere la petición de Coinbase y las posibles exenciones para su personal, el sector cripto y la comunidad financiera en general están atentos a estas señales, que podrían definir el rumbo de la regulación en los próximos años. En el horizonte, la posibilidad de que los encargados de supervisar las criptomonedas puedan usarlas y analizarlas directamente representa un paso hacia una regulación más informada, precisa y ajustada a la realidad del mercado digital. En conclusión, la iniciativa de Coinbase de eliminar la prohibición para que el personal de la SEC tenga criptomonedas es un llamado a modernizar los mecanismos reguladores para que estén en sintonía con las tecnologías emergentes. Permitir que los encargados de regular tengan acceso directo a las criptomonedas podría generar beneficios significativos en términos de mejor regulación y protección para todos los involucrados en este ecosistema en crecimiento constante.