En un contexto geopolítico tan convulso como el del Medio Oriente, las relaciones entre Irán e Israel han atraído la atención mundial debido a su complejidad y a las profundas tensiones que han caracterizado su historia. A continuación, exploramos siete aspectos fundamentales que ilustran el intrincado vínculo entre estos dos países. 1. Orígenes Históricos y la Relación Inicial El conflicto entre Irán e Israel no ha sido siempre de hostilidad. Hasta la Revolución Islámica de 1979, ambos países mantenían una relación relativamente cordial.
Durante el régimen del Sha Mohammad Reza Pahlavi, Irán se mostró como un aliado en la lucha contra el comunismo, alineándose con operaciones de inteligencia estadounidense y colaborando con Israel. Desde el reconocimiento oficial de Israel por parte de Irán en 1950, hasta la llegada al poder de los islamistas, los intercambios diplomáticos y comerciales florecieron. 2. Revolución Islámica: Un Cambio Radical Todo cambió con la Revolución Islámica de 1979. El nuevo régimen islámico, liderado por el Ayatollah Khomeini, adoptó un discurso vehemente contra el "pequeño Satán" (Israel) y el "gran Satán" (Estados Unidos).
Las relaciones diplomáticas se rompieron por completo, y en su lugar, se erguía un fuerte lema en contra de la existencia de Israel. Esta nueva retórica marcó un antes y un después en la política del país, definiendo la forma en que Irán interactuaría no solo con Israel, sino con el resto del mundo. 3. Conflictos Regionales que Aumentaron las Tensiones Con el paso de los años, varios conflictos en la región han exacerbado la enemistad. La guerra Irán-Irak (1980-1988) permitió un acercamiento encubierto entre los dos países, quienes, tras los temibles avances de Sadam Husein, encontraron un interés común en evitar que Irak se convirtiera en una potencia dominante.
Sin embargo, tras la victoria de Irak en el conflicto, la escena regional cambió, y la animosidad fresca emergió a raíz de la invasión israelí al Líbano en 1982 y la consiguiente creación de Hezbollah, un grupo que funcionaría como un proxy iraní en la zona. 4. El Programa Nuclear: Una Existencia Amenazante El desarrollo del programa nuclear iraní ha intensificado los temores en Tel Aviv sobre un posible ataque. La perspectiva de que Irán pudiera adquirir armas nucleares se ha convertido en un tema central en las relaciones entre ambos países y ha motivado decisiones políticas, incluidas las constantes amenazas de ataque por parte de líderes israelíes. Esta dinámica ha llevado a Israel a realizar operaciones encubiertas para sabotear dicho programa, incluyendo la eliminación de científicos nucleares y ciberataques a instalaciones iraníes.
5. La Geopolítica y Las Alianzas La relación de Irán con sus aliados en la región, como Hezbollah en el Líbano y grupos militantes en Gaza, es otra línea de conflicto que define el escenario. Irán ha optado por un enfoque de “resistencia” que une a varios grupos armados en un esfuerzo común contra Israel. Mientras tanto, Israel ha forjado relaciones con otros estados árabes, como los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, en un intento de contrarrestar la influencia persa en el mundo árabe, especialmente tras los acuerdos de Abraham. La situación ha llevado a una realineación notable de las alianzas en el Medio Oriente.
6. Cibercrimen y Guerra Indirecta La guerra entre Irán e Israel se ha extendido más allá de los enfrentamientos físicos a una guerra cibernética. Israel se ha enfocado en operaciones encubiertas que incluyen ciberataques contra la infraestructura iraní y el soporte a grupos insurgentes en Siria que enfrentan a las fuerzas regidas por Teherán. De manera similar, Irán ha utilizado sus medios digitales para promover la resistencia y coordinar esfuerzos con sus aliados, llevando la confrontación a un nuevo nivel. 7.
La Narrativa Religiosa y las Fronteras Ideológicas El conflicto no es solo político, sino profundamente ideológico y religioso. Israel, un estado judío, es visto por muchos en Irán como el principal adversario en una lucha entre el Islam (especialmente el islam chiita) y el sionismo. Esto ha causado que el discurso antiisraelí se integre en el tejido de la política iraní, alimentando una narrativa de resistencia y defendiendo a la Palestina ocupada. La relación entre Israel e Irán es, en esencia, un microcosmos de las luchas más amplias en el Medio Oriente. A medida que ambos países continúan enfrentando presiones internas y externas, el futuro de su relación es incierto.