En un contexto global donde los valores corporativos son cada vez más cuestionados y objeto de debate político, Marriott International ha destacado como un ejemplo sólido de compromiso con la diversidad, equidad e inclusión (DEI). A través del liderazgo decidido de su CEO, Anthony Capuano, la empresa ha logrado mantener firmes sus principios y ha recibido un contundente respaldo interno de más de 40,000 empleados que valoran y apoyan esta dirección, a pesar de la presión política ejercida desde altos niveles gubernamentales, particularmente durante la administración Trump. La realidad empresarial actual obliga a las compañías no sólo a ofrecer productos y servicios de calidad, sino también a definir una cultura corporativa que refleje valores sólidos y coherentes. Marriott, con una trayectoria de casi un siglo, ha demostrado que la diversidad, la equidad y la inclusión no son una moda pasajera ni un programa social aislado, sino un elemento estructural que coadyuva al éxito y a la sostenibilidad del negocio. Durante la reciente cumbre Great Place To Work celebrada en Las Vegas, Capuano expresó con claridad que Marriott no cambiará su postura pese a la adversidad política externa.
Su mensaje fue contundente: "Los vientos soplan, pero hay verdades fundamentales para quienes han existido 98 años. Damos la bienvenida a todos en nuestros hoteles y creamos oportunidades para todos, y fundamentalmente eso nunca cambiará. Las palabras pueden cambiar, pero eso es lo que somos como empresa". Este firme posicionamiento no solo forma parte de un discurso corporativo, sino que fue seguido por una respuesta masiva de los empleados. En solo 24 horas, el CEO recibió miles de mensajes de apoyo que reflejaban el sentido de pertenencia, orgullo y alineación con los valores defensores de la DEI.
Más de 40,000 trabajadores expresaron su agradecimiento y su deseo de que Marriott continúe siendo un espacio inclusivo, motivando así a todas las áreas y niveles jerárquicos a mantener esta ruta. La industria hotelera, conocida por su alta rotación de personal, presenta desafíos importantes en cuanto a la retención de talento. Marriott, que da empleo a más de 800,000 personas a nivel global, exhibe una tasa de retención del 90%, muy superior al promedio sectorial que ronda el 57%. Este indicador es reflejo no sólo de políticas de recursos humanos efectivas, sino también del impacto positivo que una cultura auténtica e inclusiva tiene en el compromiso y satisfacción laboral. Diversos estudios confirman que cuando las empresas apoyan la diversidad y la inclusión, no solo crean ambientes más justos y equitativos, sino que también impulsan la innovación, la creatividad y la capacidad para adaptarse a mercados dinámicos y multiculturalmente variados.
Marriott entiende que la DEI opera como una infraestructura operativa esencial. No es un esfuerzo aislado ni un elemento de marketing, sino una estrategia integral que influye directamente en la experiencia del cliente, la calidad del servicio y la reputación corporativa. A nivel nacional, el debate sobre la DEI ha adquirido tintes políticos intensos. La administración Trump y algunos estados republicanos promovieron la idea de que los programas de diversidad, equidad e inclusión eran una forma de agenda social que no debía mezclarse con la operación empresarial. Sin embargo, Marriott ha refutado esta perspectiva, dejando claro que estas políticas forman parte del ADN corporativo y no dependen de tendencias políticas cambiantes.
La postura de Capuano representa una visión moderna y pragmática del liderazgo empresarial. Más allá de navegar en territorios políticos complicados, su enfoque pone en primer plano el bienestar de los empleados, la equidad en las oportunidades y la creación de un ambiente que permita a todos los colaboradores desarrollarse plenamente, independientemente de su origen, género o ideología. El reconocimiento de Marriott en listas como las de Forbes, donde figura entre las mejores compañías para trabajar, destaca el valor y eficacia de esta filosofía. Alcanzar el octavo lugar en un ranking que mide la satisfacción y experiencia laboral de cientos de miles de empleados a nivel global es un logro significativo que refuerza el impacto positivo de un liderazgo comprometido con la DEI. Además, esta coherencia entre palabras y acciones, como lo destacó Forbes, es un factor clave para construir una cultura empresarial sólida y creíble.
El compromiso constante y visible de la cúpula dirige el comportamiento organizativo y alimenta la confianza entre los colaboradores, lo que a su vez se traduce en excelencia operativa y mejora continua. Otra dimensión importante es la influencia que ejerce Marriott en la industria y en la comunidad global. Como una de las cadenas hoteleras más grandes y reconocidas del mundo, sus políticas y valores tienen un alcance e impacto significativos. Al defender públicamente la diversidad, equidad e inclusión, Marriott no solo protege a su fuerza laboral interna sino que envía un mensaje claro y potente sobre el tipo de sociedad que desea fomentar. Este compromiso firme también responde a las expectativas crecientes de los consumidores.
En un mercado globalizado y consciente, los huéspedes valoran cada vez más las empresas que reflejan respeto por la diversidad y que practican la igualdad. Así, Marriott consolida su posicionamiento no solo como líder en hospitalidad, sino como referente social y ético. En conclusión, la postura adoptada por Anthony Capuano y Marriott es un ejemplo memorable de cómo las empresas pueden mantener su integridad y valores en tiempos de incertidumbre política y social. El respaldo masivo de los empleados refleja una realidad indiscutible: la diversidad, la equidad y la inclusión forman parte esencial del éxito corporativo y de la construcción de un futuro más justo y próspero para todos. El ejemplo de Marriott demuestra que apostar por la inclusión no solo es un acto de responsabilidad social sino una estrategia empresarial inteligente que genera valor humano y económico.
Es un llamado para otras organizaciones a seguir este camino y entender que, en definitiva, la fortaleza de una empresa está en su gente y el respeto genuino por sus diferencias.
