Flappy Bird, el icónico juego móvil que arrasó en 2014, está de regreso, pero la historia detrás de su resurgimiento está plagada de controversias y sorpresas. Originalmente creado por el desarrollador vietnamita Dong Nguyen, Flappy Bird se convirtió en un fenómeno global casi de la noche a la mañana. Atraía a millones de jugadores que intentaban, en vano, guiar a un pájaro amarillo a través de tubos en un mundo que, aunque parecía simple, resultaba ser brutalmente adictivo. Sin embargo, solo unos meses después de su lanzamiento, Nguyen tomó la decisión de retirar el juego de todas las plataformas móviles. Según él, la atención masiva que recibió el juego lo había llevado a un exceso que nunca había anticipado.
Su declaración de que “Flappy Bird se diseñó para jugar en unos minutos cuando estás relajado, pero terminó convirtiéndose en un producto adictivo” resonó en toda la comunidad gamer. Diez años después, Flappy Bird vuelve al escenario, pero esta vez sin su creador. La Flappy Bird Foundation ha anunciado el lanzamiento de una nueva versión del juego que promete expandir la experiencia original. A través de un tráiler lanzado recientemente, se revela que el regreso incluirá nuevos personajes jugables, niveles diferentes y un modo de historia que sugiere una narrativa más profunda de lo que los jugadores recuerdan. Además, los fanáticos podrán disfrutar de una modalidad llamada “Flappy Bird Rivals”, donde competirán en línea contra hasta 99 jugadores.
Aunque estos avances suenan emocionantes, la falta de la visión única de Nguyen plantea serias preguntas sobre el futuro de esta franquicia icónica. Lo más intrigante de todo es que Nguyen no tiene ninguna participación en este nuevo proyecto. Fuentes indican que la Flappy Bird Foundation ha obtenido los derechos de la marca a través de Gametech Holdings LLC, una entidad que, al parecer, logró secuestrar las marcas de Flappy Bird al argumentar que Nguyen había abandonado los derechos del juego. Este proceso ha generado críticas y dudas sobre la ética del resurgimiento del título. Muchos jugadores se preguntan cómo un juego tan signficativo para la cultura pop puede regresar sin el apoyo de su creador.
La relación de Nguyen con Flappy Bird ha sido complicada desde el principio. Su explosiva popularidad lo llevó a una especie de retiro de la vida pública, donde prefirió dejar atrás el juego para evitar las consecuencias negativas de la fama. En una entrevista con Forbes, admitió que su intención nunca fue crear un fenómeno cultural, sino simplemente un juego para relajarse. Así, cuando anunció su decisión de retirar Flappy Bird, muchos pensaron que era el final definitivo de una era. La Flappy Bird Foundation, que se describe a sí misma como un equipo de apasionados seguidores, ha declarado que su misión de revivir el juego implicaba “adquirir derechos legales e incluso colaborar con mi predecesor para liberar y re-hacer el juego oficial de Flappy Bird”.
Sin embargo, el hecho de que la fundación no haya obtenido los derechos directamente de Nguyen ha dejado a muchos preguntándose si la esencia del juego original se perderá en esta nueva versión. Un actor clave en la historia del regreso de Flappy Bird es el creador anónimo de un juego llamado Piou Piou vs. Cactus, que muchos consideran la inspiración de Flappy Bird. Durante los primeros días de éxito de Nguyen, hubo acusaciones de que había “tomado prestados” elementos de este título. Curiosamente, algunos especulan que el cierre repentino de Flappy Bird en 2014 podría haber sido motivado por el miedo a problemas legales con el creador de Piou Piou.
La presencia de alguien vinculado a esa obra en la Flappy Bird Foundation podría ofrecer una sensación de alivio para aquellos que temen que la nueva versión no esté a la altura. Sin embargo, a pesar de los avances prometidos, la comunidad de jugadores no parece tan entusiasmada con el regreso. Las críticas se centran en la potencial introducción de microtransacciones en la nueva versión, un modelo que ha sido controversial entre los jugadores. Muchos argumentan que este enfoque comercial podría desvirtuar la experiencia original que hizo de Flappy Bird un éxito. En un momento en que las prácticas de monetización en los juegos móviles son blanco de críticas, la falta de claridad sobre cómo se implementarán estas microtransacciones ha encendido la polémica.
Mientras la Flappy Bird Foundation se prepara para lanzar esta nueva versión en octubre en la web y otros formatos, así como aplicaciones de iOS y Android en 2025, los jugadores se mantienen cautelosos. La ausencia de Dong Nguyen no es solo notable; es un hecho que ha logrado crear una sombra sobre el futuro del juego. Los fanáticos originales, que pasaron horas tratando de superar sus propios récords, encuentran difícil aceptar un Flappy Bird sin su creador. La historia de Flappy Bird refleja cómo las dinámicas de la industria de los videojuegos han cambiado en la última década. Desde ser un juego de nicho hasta convertirse en un fenómeno viral, la vertiginosa ascensión y caída de Flappy Bird sirve como un estudio de caso de la relación entre los desarrolladores y sus creaciones.