Max Keiser, un ferviente defensor del Bitcoin, ha levantado la voz contra Michael Saylor, cofundador de MicroStrategy, tras las críticas de este último hacia la estrategia de Bitcoin implementada por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Esta confrontación se ha desatado en el contexto del creciente interés y la polarización en torno a las criptomonedas, especialmente el Bitcoin, y cómo se gestionan estos activos en diferentes países. El pasado 19 de septiembre de 2024, Keiser utilizó su cuenta en X (anteriormente conocida como Twitter) para expresar su desacuerdo con las observaciones de Saylor. Durante una reciente conversación con Saifedean Ammous, autor del afamado libro "El Estándar Bitcoin", Saylor planteó la posibilidad de que El Salvador se viera obligado a liquidar su reserva de Bitcoin para cubrir gastos, si no lograba obtener un rendimiento positivo de su inversión. En este contexto, Saylor interpeló: “¿Cuál es el sentido de que El Salvador o tu familia acumulen todo su capital en Bitcoin si esperan un rendimiento cero para siempre y nunca van a pedir prestado contra ello?”.
La respuesta de Max Keiser no se hizo esperar. Enfáticamente, defendió la estrategia de Bukele, afirmando que El Salvador no solo está reduciendo su deuda, sino que también está experimentando un crecimiento en su PIB, todo mientras sigue acumulando Bitcoin a diario. Keiser señaló que, a diferencia de Saylor, quien está expuesto a riesgos de contraparte con sus accionistas, El Salvador está manejando su estrategia de forma más prudente y efectiva. “Michael Saylor está inequívocamente equivocado al calumniar a El Salvador”, escribió Keiser. “El Salvador está reduciendo la deuda y creciendo su PIB (y comprando más Bitcoin cada día) sin exponer al país al riesgo de contraparte que Saylor está exponiendo a sus accionistas”.
Esta declaración fue un claro llamado a Saylor a reconocer la estrategia de Bukele y disculparse por sus comentarios. La controversia es significativa no solo por las implicaciones de las apuestas en Bitcoin, sino también por la creciente tensión en el ecosistema de las criptomonedas. Mientras algunos ven a El Salvador como un pionero audaz que ha tomado riesgos calculados al adoptar Bitcoin como moneda de curso legal en 2021, otros critican esta medida por las posibles repercusiones económicas que podría traer. La crítica de Saylor resuena con aquellos que creen que invertir en Bitcoin sin un retorno de ingresos puede llevar a dificultades financieras, especialmente para un país en desarrollo como El Salvador. Keiser, quien se ha convertido en un asesor clave de Bukele sobre temas de criptomonedas, ha sido un defensor incondicional del Bitcoin en los últimos años.
Ha difundido la visión de que Bitcoin es más que una simple inversión; es una herramienta de liberación financiera que puede empoderar a las naciones al permitirles escapar de la influencia de las instituciones financieras tradicionales. La postura de Bukele y el desarrollo económico de El Salvador a través del Bitcoin han atraído a numerosos inversores y entusiastas del mundo cripto. Desde que El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal, ha seguido una política de compra activa, con planes de adquirir al menos un Bitcoin diario, hasta que se vuelva demasiado caro en términos de moneda fiduciaria. Hasta la fecha, El Salvador ha acumulado más de 5,800 Bitcoins en sus reservas, lo que equivale a más de 372 millones de dólares. Este enfoque proactivo contrastó con la estrategia de Saylor, quien, a través de MicroStrategy, ha tratado de acumular Bitcoin utilizando la financiación a través de la emisión de deuda.
Mientras que Saylor ha sido elogiado por algunos por su capacidad para atraer capital y hacer crecer el balance de Bitcoin de su empresa, otros han criticado el hecho de que sus acciones podrían estar poniendo en riesgo a los accionistas si el precio del Bitcoin no se comporta como se esperaba. La controversia entre Keiser y Saylor es, en muchos sentidos, una representación microcósmica de la lucha más amplia dentro del mundo de las criptomonedas. Por un lado, están aquellos que creen en la visión de un futuro respaldado por criptomonedas, como Keiser y Bukele, que ven el Bitcoin como un vehículo crucial para la soberanía económica y el crecimiento. Por otro lado, están los críticos que advierten sobre los peligros de las inversiones especulativas en activos que aún enfrentan volatilidad extrema. El ambiente de incertidumbre ha provocado una discusión robusta entre los proponentes y detractores del Bitcoin, con opiniones encontradas sobre su viabilidad.
Algunos expertos advierten que la alta volatilidad de Bitcoin podría crear nuevas crisis financieras en países que adopten la criptomoneda sin los controles adecuados, mientras que otros argumentan que esta misma volatilidad es lo que hace que el Bitcoin sea un activo atractivo para aquellos que buscan alternativas a las monedas tradicionales. El líder salvadoreño, Nayib Bukele, ha mantenido un enfoque optimista hacia el futuro del Bitcoin y su potencial para transformar la economía local. Detrás de su decisión de adoptar Bitcoin, hay un deseo de diversificar la economía nacional y atraer inversiones extranjeras. El gobierno salvadoreño ha implementado diversas iniciativas, incluidos bonos relacionados con Bitcoin y la creación de zonas económicas especiales para promover la inversión en tecnología y criptomonedas. En medio de este panorama, la figura de Max Keiser sigue siendo polarizadora.