En el vasto universo del hip-hop, las rivalidades han sido una constante que ha moldeado la cultura del género. Entre ellas, la disputa entre Kendrick Lamar y Drake se ha destacado por su intensidad y su complejidad. Este enfrentamiento, que comenzó en 2013, ha evolucionado a lo largo de los años, con momentos significativos que han marcado tanto la carrera de los artistas como la percepción del público. A continuación, exploramos la cronología completa de esta controversia, sus raíces y el último capítulo que se ha agregado con el video musical de 'Not Like Us'. La historia de la rivalidad entre Kendrick Lamar y Drake se remonta a 2013, año que marcó un punto de inflexión en el rap contemporáneo.
Durante ese período, Kendrick lanzó su álbum 'good kid, m.A.A.d city', que no solo recibió aclamación crítica, sino que también incluyó el famoso verso en la pista "Control", donde Kendrick nominó a varios raperos, incluyendo a Drake, para un duelo lírico. Este acto no solo sorprendió a la industria, sino que también estableció las bases para una competencia abierta, ya que Kendrick dejó claro que aspiraba a ser el mejor en un campo saturado de talentos.
La respuesta de Drake no tardó en llegar. Aunque no mencionó directamente a Kendrick en sus letras, sus siguientes lanzamientos, específicamente en 'Nothing Was the Same', mostraron un tono de defensa y competitividad. Con cada nuevo proyecto, Drake se reafirmaba como un titán del mainstream, mientras que Kendrick continuaba solidificando su estatus como un letrista profundo y reflexivo. La tensión entre ambos se volvía palpable, y los aficionados comenzaron a dividirse en dos bandos: los que apoyaban a Kendrick, el poeta del barrio, y los que se inclinaban por Drake, el rey de las listas de popularidad. A medida que avanzaba la narrativa, 2014 se convirtió en un año crucial para la rivalidad.
En una entrevista, Kendrick fue más explícito sobre su competencia con Drake, afirmando que ambos artistas tenían estilos distintivos, pero que la manera en la que él abordaba su arte era diferente. Esta declaración, aunque diplomática en superficie, revelaba un subtexto de desafío, y el público comenzó a especular sobre la posibilidad de un enfrentamiento más directo. El año 2015 trajo consigo más indirectas en forma de versos y performances. Kendrick lanzó 'To Pimp a Butterfly', un álbum que lo posicionó aún más como un artista relevante e inquieto socialmente. Por su parte, Drake lanzó 'If You’re Reading This It’s Too Late', que también fue un gran éxito y presentó un enfoque diferente, más introspectivo y emocional.
En este punto, tanto Kendrick como Drake parecían estar en un ciclo de lanzamiento que dejaba claro que cada uno quería demostrar quién dominaba la escena. Las cosas se intensificaron en 2016, cuando se produjeron intercambios más directos entre ambos. Kendrick, en su canción "The Heart Part 4", lanzó varios elogios y críticas disfrazadas que se consideraron dirigidas a Drake. Al mismo tiempo, Drake, en una aparición en el programa 'The Tonight Show', manifestó su opinión sobre lo que consideraba como "estar listo para la guerra" en el hip-hop, lo que se interpretó como un aviso a Kendrick. En este punto de la cronología, la rivalidad ya no era solo lírica; se estaba volviendo una cuestión de territorio y estatus dentro de la industria musical.
El año 2017 apareció el álbum 'DAMN.' de Kendrick, otro trabajo aclamado que consolidó su lugar en la historia del rap. Durante este tiempo, Drake continuó alimentando la disputa con un flujo constante de música y entrevistas que insinuaban que estaba preparado para cualquier desafío. Sin embargo, la gran sorpresa llegó cuando ambos artistas decidieron colaborar en un remix, incluso mientras sus seguidores aún estaban atrapados en el drama de su desacuerdo. La culminación de este conflicto llegó en 2023 con el lanzamiento del video musical 'Not Like Us', que sorprendió a los fanáticos y generó un gran revuelo en la industria.
En el video, tanto Kendrick como Drake aparecen, y aunque inicialmente parecía que el clip celebraba su éxito conjunto, muchos vieron la producción como un comentario sobre su rivalidad. A través de imágenes simbólicas y versos enigmáticos, ambos artistas insinúan que, aunque han competido, también se han influenciado mutuamente de formas significativas. Este videojuego de poder y poesía ha capturado la atención y la imaginación de los aficionados al hip-hop, y plantea preguntas sobre la naturaleza de la rivalidad en el arte. Algunos se preguntan si esta competencia es un estímulo que impulsa a ambos a mejorar su trabajo, mientras que otros sugieren que puede haber tensiones que continúan subyacentes. Lo que es indiscutible es que el viaje de Kendrick Lamar y Drake ha sido un testimonio del arte como una forma de diálogo, una plataforma para explorar la identidad, la ambición y los límites del éxito.
A medida que los dos continúan sus carreras, los fanáticos se preguntan qué vendrá después. ¿Seguirán lanzando indirectas el uno al otro? ¿Habrá una reconciliación definitiva en el futuro? O, como muchos en la industria suponen, ¿es esta rivalidad simplemente parte del espectáculo del hip-hop? La historia de Kendrick y Drake es un reflejo de la forma en que los artistas no solo crean música, sino que también establecen narrativas que atraen a sus seguidores a un paisaje vibrante, lleno de emoción, competencia y, sobre todo, arte. La música sigue siendo la gran ganadora en este drama, y los oyentes son testigos de cómo el ritmo y la letra pueden contar historias mucho más complejas de lo que a simple vista aparecen.