En un alarmante informe publicado por el FBI, se ha revelado que los estadounidenses perdieron más de 5.6 mil millones de dólares en fraudes relacionados con criptomonedas durante el año 2023. Este aumento significativo, que representa un incremento del 45% con respecto al año anterior, resalta la gravedad de un problema que ha ido en aumento en el último tiempo, donde muchas personas han caído en las garras de estafadores que operan en el vasto y a menudo desregulado mundo de las criptomonedas. En total, la Agencia de Delitos Informáticos del FBI, conocida como el IC3 (Internet Crime Complaint Center), recibió casi 70,000 quejas relacionadas con fraudes financieros habilitados por internet que involucran criptomonedas populares como Bitcoin y Ether. El énfasis en estas pérdidas no solo se centra en las cifras, sino en el impacto emocional y financiero devastador que estos delitos tienen en las vidas de los ciudadanos estadounidenses.
Uno de los tipos más comunes de fraude detectados en el informe del FBI es el fraude de inversión, que correspondió a aproximadamente 3.9 mil millones de dólares de las pérdidas totales. Bajo la apariencia de oportunidades de inversión legítimas, estos fraudes han engañado a muchos, quienes, atraídos por promesas de altos rendimientos y beneficios rápidos, han transferido sus fondos a plataformas que resultan ser fraudulentas. Christopher Wray, director del FBI, destacó en una conferencia que "los fraudes que apuntan a inversores que utilizan criptomonedas están aumentando en gravedad y complejidad". En su declaración, instó a la población a ser extremadamente cautelosa con las ofertas de inversión provenientes de fuentes desconocidas y a verificar la legitimidad de las plataformas de inversión antes de comprometerse con ellas.
En este contexto, el FBI ha ofrecido un conjunto de consejos dirigidos a ayudar al público a evitar caer en estas trampas. Una de las recomendaciones más importantes es mantener una actitud escéptica respecto a llamadas no solicitadas. Con frecuencia, los estafadores se hacen pasar por compañías respetables o agencias gubernamentales, buscando obtener información personal que podría desembocar en un robo de identidad o en la pérdida de fondos. Es fundamental despedirse de estas llamadas y verificar el número de contacto de manera independiente. Otro aspecto clave es proteger la información personal.
Nunca se deben compartir datos sensibles sin primero confirmar la identidad del interlocutor. A menudo, los estafadores crean una falsa sensación de urgencia o confianza, manipulando emocionalmente a sus víctimas. La asesoría del FBI sugiere a las personas investigar a fondo las oportunidades de inversión, especialmente aquellas que se encuentran en las redes sociales, donde la desinformación puede propagarse rápidamente. Además de las llamadas telefónicas, el informe también pone de manifiesto la proliferación de sitios web fraudulentos que imitan de cerca a instituciones financieras legítimas. Los delincuentes pasan mucho tiempo y esfuerzo diseñando páginas que parecen auténticas, lo cual dificulta la tarea de los posibles inversores de discernir entre lo que es genuino y lo que no.
Al respecto, el FBI aconseja a las personas que tengan mucho cuidado y eviten descargar aplicaciones de fuentes desconocidas. La importancia de confiar en los instintos no puede ser subestimada. Cualquier oferta que parezca demasiado buena para ser verdad, probablemente lo sea. Es crucial que los inversores se tomen el tiempo necesario para investigar y evaluar cualquier propuesta antes de realizar movimientos financieros. Las estafas de criptomonedas no solo atacan a los inversores inexpertos, sino que también han afectado a personas con experiencia en finanzas, lo que resalta la astucia de los estafadores.
El informe del FBI también documenta una variedad de esquemas utilizados por los delincuentes, que incluyen estafas de soporte técnico, estafas románticas y fraudes con impersonación gubernamental. Muchos de estos perpetradores juegan con las emociones de sus víctimas, creando un aire de legitimidad para ganar su confianza y culminar en la extracción de fondos. La creativa complejidad de estas estafas ha llevado al FBI a establecer, en 2022, la Unidad de Activos Virtuales (VAU, por sus siglas en inglés) para centralizar la experiencia en criptomonedas y ofrecer capacitación avanzada en análisis de blockchain y confiscación de activos virtuales. Esta unidad es fundamental para coordinar investigaciones y fomentar la colaboración entre agencias de seguridad locales, estatales e internacionales. La creciente complejidad de estos fraudes está generando una preocupación generalizada.
No se trata simplemente de un robo de dinero, sino de una violación de la confianza que las personas depositan en las plataformas digitales y los activos que utilizan para invertir. A medida que la tecnología sigue avanzando y las criptomonedas continúan ganando popularidad, es imperativo que los usuarios se mantengan informados y alertas ante posibles fraudes. A raíz de los hallazgos del informe del FBI, se hace un llamado a todos aquellos que hayan sido víctimas de fraudes o que hayan sospechado de actividades fraudulentas a que reporten sus incidentes en el sitio web ic3.gov. Este tipo de información es crucial para rastrear nuevas amenazas y ayudar a otros a no caer en la misma trampa.