Los ETFs Activos se Preparan para Alcanzar los $1 Billón en Activos En el mundo de las finanzas, los fondos cotizados en bolsa (ETFs, por sus siglas en inglés) han evolucionado rápidamente desde su introducción en la década de 1990. Sin embargo, en los últimos años, los ETFs que adoptan un enfoque activo para la gestión de inversiones están ganando cada vez más atención y popularidad. Según recientes informes, el sector de ETFs activos está a punto de alcanzar la impresionante cifra de $1 billón en activos administrados, lo que marca un cambio significativo en el panorama de la inversión. Cuando se habla de ETFs activos, se refiere a aquellos que buscan superar un índice de referencia a través de decisiones de inversión activas, en contraposición a los ETFs pasivos que simplemente siguen un índice. Este crecimiento en el interés por los ETFs activos es atribuible a varias razones.
Primero, los cambios regulatorios, especialmente en los Estados Unidos, han facilitado el lanzamiento y la distribución de estos productos. Desde 2019, las regulaciones han permitido a los gestores de fondos lanzar ETFs activos con mayor rapidez y flexibilidad, lo que ha llevado a un aumento exponencial en los activos gestionados. A finales de julio de 2024, los ETFs activos alcanzaron aproximadamente $974 mil millones en activos, una cifra impresionante considerando que solo llegaron a $100 mil millones en 2018. Este crecimiento exponencial, con una tasa compuesta anual del 48%, demuestra que tanto los inversores como los gestores de fondos están abrazando este tipo de vehículo de inversión como nunca antes. En este contexto, la diferencia entre ETFs activos y sus contrapartes pasivos se vuelve crucial.
Los ETFs activos tienden a ofrecer una alternativa más asequible a los fondos mutuos tradicionales, que han visto una disminución en sus activos debido a la preferencia de los inversores por opciones más económicas. Mientras que los fondos mutuos administrados activamente en EE. UU. superan los $13.8 billones en activos, la creciente popularidad de los ETFs activos destaca un cambio de comportamiento significativo entre los inversores.
Un dato revelador es que solo en julio de 2024, los ETFs activos en EE. UU. atrajeron un total récord de $27.9 mil millones en nuevos recursos. Este flujo de capital hacia los ETFs activos contrasta fuertemente con las salidas netas de más de $2.
5 billones sufridas por los fondos mutuos activos en la última década. Este cambio de tendencia no es solo a nivel nacional; globalmente, los ETFs activos han captado una parte del 22.4% de los flujos netos hacia todos los ETFs durante la primera mitad de 2024, según un informe de BlackRock. Además, representaron el 41% de los lanzamientos de ETFs en el mismo período. Esto sugiere que el mercado está comenzando a reconocer las ventajas de estas estrategias activas dentro del marco de los ETFs.
Uno de los principales cambios que ha facilitado el crecimiento de los ETFs activos ha sido la modificación de regulaciones en varios países. Durante mucho tiempo, se asumió erróneamente que los ETFs y la inversión indexada eran sinónimos, lo que limitó la creación de fondos activos en este formato. Sin embargo, con cambios recientes en países como Japón, Sudáfrica y Singapur, así como la aprobación de activos activos en Francia, el horizonte se ha ampliado significativamente. Se anticipa que Taiwán también se unirá a esta tendencia en el próximo año, lo que representa un potencial crecimiento adicional en el campo de los ETFs activos. La llegada de gigantes financieros como JPMorgan, Fidelity y BlackRock al espacio de los ETFs activos ha sido un factor decisivo en la aceptación de estos productos.
Estas instituciones tienen capacidad de marketing y redes de distribución bien establecidas, lo que les permite comercializar sus ETFs activos de manera más efectiva y atraer inversiones considerables. Deborah Fuhr, fundadora de ETFGI, señala que la publicidad y la disponibilidad de ETFs activos por parte de empresas de renombre han facilitado su aceptación en el mercado. Sin embargo, la prolifera de los ETFs activos también plantea interrogantes sobre cómo afectará al sector de fondos según su innovación financiera. Mientras que los ETFs activos ofrecen menores tarifas que sus homólogos en fondos mutuos, su éxito podría tener un impacto negativo en la rentabilidad de los gestores de fondos tradicionales. El costo promedio de un ETF de acciones activas en EE.
UU. es de 32 puntos básicos, en comparación con los 62 puntos básicos de los fondos mutuos. Esta diferencia de tarifas podría persuadir a más inversores a optar por los ETFs, creando así una presión sobre las tarifas que los gestores de fondos pueden cobrar. A pesar de estas preocupaciones, algunos expertos sostienen que los gestores de fondos deben encontrar un equilibrio y adaptarse a las preferencias cambiantes de los inversores. “Es probable que las casas de fondos enfrenten algo de presión sobre los ingresos, no solo porque estén ingresando al espacio de ETFs, sino porque los inversores están gravitando hacia opciones más costo-eficientes”, señala Todd Rosenbluth, analista de TMX VettaFi.
Mientras el interés por los ETFs activos sigue aumentando, queda la pregunta sobre si estos productos son realmente beneficiosos para los inversores. Aunque la mayoría de los estudios plantean que es complicado que los gestores activos superen de manera consistente a un enfoque indexado, existe una base de inversores que todavía buscan ese potencial de rendimiento superior. Si se logra acceder a estos fondos activos bajo una estructura más eficiente, como la que ofrecen los ETFs, establecen mejores posibilidades de superar a los índices subyacentes. Sin lugar a dudas, los ETFs activos están viviendo un resurgir notable, aportando nuevas oportunidades al panorama de inversión. Aunque el crecimiento de estos fondos podría representar desafíos para el sector de fondos tradicionales, también ofrece a los inversores una variedad de opciones más asequibles y flexibles para cumplir con sus objetivos financieros.
Into el futuro, los analistas esperan que el crecimiento de ETFs activos no solo continúe, sino que también forme parte del panorama continuo de la inversión, transformando la forma en que entendemos la gestión de activos y el acceso a oportunidades de inversión. En resumen, con $1 billón a la vista, el ascenso de los ETFs activos es una tendencia que no puede ser ignorada, y cuyo impacto podría cambiar la cara de las inversiones para las generaciones futuras.