El Plan de Reorganización de FTX Recibe un Apoyo Abrumador: 95% de Aprobación de los Acreedores El camino de FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más reconocidas, ha estado lleno de desafíos y controversias desde su colapso. Sin embargo, recientes desarrollos han traído una luz nueva a la organización en quiebra, con un plan de reorganización que ha recibido un apoyo casi unánime de sus acreedores. Un sorprendente 95% de los acreedores que tenían derecho a votar ha expresado su aprobación, lo que sugiere que este plan podría superar las difíciles barreras legales que se requieren bajo la legislación de quiebras de Estados Unidos. Desde su declaración de quiebra a finales de 2022, FTX ha estado en el centro de atención, no solo por su impacto en el mercado de criptomonedas, sino también por las implicaciones legales y financieras que ha generado. La compañía, que fue liderada por su fundador Sam Bankman-Fried, ha enfrentado múltiples desafíos mientras intenta recuperar la confianza de sus clientes y de los inversores.
A medida que el año avanza, FTX ha presentado un plan de reestructuración que promete restablecer el equilibrio y compensa a los acreedores afectados. Según un informe realizado por la empresa, más del 95% de los acreedores ya habían votado a favor del plan de reorganización, lo que representa el 99% del monto total de las reclamaciones. Esta respuesta abrumadora proviene de diferentes clases de clientes, tanto de FTX US como de FTX.com, lo que indica un amplio consenso entre aquellos que tenían activos en la plataforma. El plan de reorganización, cuya finalización se espera para el 7 de octubre, tiene como objetivo principal compensar totalmente a los acreedores no gubernamentales.
FTX se ha comprometido a pagar el 100% de las reclamaciones presentadas por estos acreedores, además de los intereses acumulados. John Ray III, el Director de Reestructuración y CEO de FTX, ha destacado la estructura innovadora del plan, que aborda disputas complejas con varios interesados, tanto del ámbito gubernamental como privado. A pesar de este apoyo mayoritario, no todo es armonía en la comunidad de FTX. Algunos clientes han expresado su descontento con la forma en que se están valorando sus activos criptográficos en el plan. En particular, Sunil Kavuri, un defensor de los acreedores, ha señalado preocupaciones significativas en relación al plan, afirmando que “el plan es inconfirmable como cuestión de derecho”, y que ignora temas cruciales sobre los derechos de propiedad.
Kavuri, junto con un grupo de acreedores de FTX, ha presentado objeciones, alegando que la reparación en efectivo podría convertirse en un evento imponible, lo que traería consigo cargas financieras adicionales para los usuarios afectados. Estas preocupaciones no son infundadas; el debate sobre si el reembolso debería realizarse en efectivo o en activos digitales ha sido uno de los temas candentes desde el inicio de las discusiones sobre la reorganización. La historia de la reorganización de FTX ha estado marcada por tensiones constantes. En junio, un grupo de acreedores se opuso al plan inicial de reembolso de FTX, señalando que aceptar el reembolso en efectivo podría resultar en costos fiscales inesperados. Esta inquietud fue uno de los motivos que llevaron a FTX a buscar el voto de los acreedores sobre un plan de liquidación alternativo, que prometía reembolsos más flexibles en lugar de un enfoque rígido.
El juez de Delaware, John Dorsey, autorizó a los asesores de quiebra de FTX a solicitar votos de los acreedores, lo que les permitió recoger opiniones de aquellos que anteriormente no habían estado comprometidos con el plan de reembolso. Esta decisión allanó el camino para avanzar con la propuesta de reorganización, la cual tiene profundas implicaciones financieras para todos los involucrados. A medida que la tasa de aprobación del plan de reorganización sube, surgen preguntas sobre cómo se verán afectados los clientes no solo en el corto plazo, sino también a largo plazo. Bloomberg había informado que FTX probablemente ofrecería a los clientes el 119% del valor de sus activos en la fecha de presentación de la quiebra del capítulo 11, mientras que otros acreedores podrían recibir hasta el 143% de lo que se les debía. Sin embargo, esta propuesta enfrentó resistencia por parte de algunos clientes, quienes exigieron que se incrementara la cantidad de reembolsos, especialmente teniendo en cuenta el reciente aumento en los precios de las criptomonedas.
El caso de FTX está enmarcado en un contexto más amplio, donde el propio Sam Bankman-Fried ha enfrentado serias consecuencias legales por su manejo de la empresa. El fundador fue sentenciado a 25 años de prisión por fraudes financieros que afectaron gravemente tanto a la plataforma como a sus usuarios. La sentencia no solo marca el fin de su ascenso meteórico en el mundo de las criptomonedas, sino que también establece un precedente sobre la responsabilidad en la gestión de plataformas de este tipo. En un giro adicional, FTX y su afiliado Alameda Research llegaron a un acuerdo con la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC), comprometiéndose a restituir a los acreedores un total de 12.7 mil millones de dólares.
Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para reparar el daño causado por la caída de la plataforma y devolver la confianza a los inversores, un componente crítico en la recuperación del ecosistema de criptomonedas. Como resultado de todos estos acontecimientos, el camino hacia la recuperación de FTX parece estar lleno de obstáculos, pero la reciente aprobación del plan de reorganización por parte de los acreedores ofrece un rayo de esperanza. La participación prácticamente unánime sugiere que los que una vez fueron perjudicados ahora ven en esta reestructuración una oportunidad para recuperar lo que es legítimamente suyo. Mientras FTX trabaja para finalizar su plan de reorganización, el futuro de la plataforma sigue siendo incierto. La comunidad de criptomonedas, los clientes afectados y los inversores observarán de cerca cada movimiento, esperando que este proceso no solo compense a los acreedores, sino que también establezca un nuevo estándar para la transparencia y la responsabilidad en la industria de las criptomonedas.
La historia de FTX se convierte en un caso de estudio esclarecedor en el vuelo del comercio digital y la necesidad constante de un enfoque ético y responsable.