En el transcurso de los últimos años, el ecosistema de las criptomonedas ha ido ganando terreno de manera impresionante en los Estados Unidos, y con ello ha surgido un nuevo segmento de votantes que podría influir en el resultado de las próximas elecciones: los votantes cripto. A medida que más estadounidenses consideran las criptomonedas como una opción viable de inversión, los políticos de ambos partidos han comenzado a prestar atención y a modificar sus plataformas para atraer a esta creciente base de electores. El año 2024 promete ser un punto de inflexión para la industria de las criptomonedas en Estados Unidos. La aprobación de fondos cotizados en bolsa (ETFs) de Bitcoin y Ethereum a principios de este año ha marcado un hito en la aceptación de estos activos digitales tanto en Wall Street como en la vida cotidiana de los ciudadanos. Desde la perspectiva de Hany Rashwan, cofundador y CEO de 21Shares, una de las principales emisoras de productos cotizados en criptomonedas a nivel global, este aumento en la atención política hacia las criptomonedas es emocionante y presenta nuevas oportunidades para el crecimiento de la industria.
Estamos viendo un cambio en cómo los políticos abordan el tema de las criptomonedas. Kamala Harris, la candidata demócrata a la presidencia, ha comenzado a hacer declaraciones sobre la importancia de invertir en el futuro de Estados Unidos a través de los activos digitales y tecnologías relacionadas, asegurando al mismo tiempo la protección de los consumidores. Esto muestra que tanto demócratas como republicanos están tratando de atraer a los votantes cripto. Según Art Malkov, asesor en la Universidad de Columbia, este creciente interés por el criptoespacio es innegable y no puede ser ignorado por los líderes políticos. Las campañas electorales han acelerado el proceso de aceptación y regulación de las criptomonedas, obligando a los candidatos a actuar.
El ecosistema cripto ha alcanzado una masa crítica de aceptación y desarrollo, lo que ha motivado a muchos votantes a exigir que se implementen políticas claras en relación con las criptomonedas. En una reciente audiencia del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, la representante Maxine Waters expresó su interés en forjar un acuerdo sobre las stablecoins antes de que termine el año, lo que apunta hacia un progreso en la regulación de las criptomonedas en el país. A medida que más personas adoptan criptomonedas, los datos sugieren que aproximadamente el 40% de los adultos estadounidenses poseen algún tipo de activo digital, un aumento significativo respecto al 30% del año anterior. La confianza en las criptomonedas ha crecido, especialmente después de la aprobación de los ETFs de Bitcoin, lo que ha llevado a más inversores a considerar la compra de criptomonedas. Por otra parte, los republicanos han sido especialmente proactivos en reconocer la importancia de las criptomonedas.
Encuestas recientes indican que un número creciente de votantes republicanos se siente atraído por las posturas pro-cripto de su candidato, el expresidente Donald Trump. De hecho, entre aquellos que inicialmente no planeaban votar por él, un 13% declaró que su apoyo por las criptomonedas aumentó su disposición a emitir su voto a favor de Trump. Además, el 38% de los votantes republicanos no blancos se sienten más motivados a apoyarlo debido a su posición favorable hacia las criptomonedas. Trump ha intensificado sus esfuerzos por conquistar a los votantes del ecosistema cripto, despojándose de su anterior escepticismo y autodenominándose el “presidente de las criptomonedas”. En un discurso en una conferencia de Bitcoin, prometió que su administración retendría todas las criptomonedas en posesión del gobierno estadounidense si es elegido nuevamente.
Esta postura resuena con el mantra de retener y no vender Bitcoin, que es popular entre los entusiastas de las criptomonedas. No obstante, el camino hacia la regulación y aceptación total de las criptomonedas en Estados Unidos aún está lleno de desafíos. Aunque hay signos alentadores, como la aprobación de normativas que buscan establecer un marco regulatorio para activos digitales, aún queda mucho por avanzar. La legislación debe ser suficientemente clara y comprensiva para que Estados Unidos compita con otras naciones que ya han establecido normativas más avanzadas y claras en este ámbito. A nivel estatal, las legislaturas también están tomando medidas.
Se han introducido más de 165 proyectos de ley en varias sesiones legislativas, abarcando una amplia gama de temas relacionados con la criptografía y la tecnología blockchain. Este interés a nivel estatal respalda la idea de que los votantes cripto están en el centro del debate político, quienes buscan claridad regulatoria y libertades para invertir en este sector en expansión. Mientras tanto, la campaña de Kamala Harris ha comenzado a incorporar las criptomonedas en su estrategia de recaudación de fondos, al aceptar donaciones en criptomonedas a través de Coinbase Commerce. Este paso es significativo y marca un cambio con respecto a la postura cautelosa del partido demócrata en el pasado, haciendo que Harris esté en una mejor posición para rivalizar con Trump en este tema crucial. El hecho de que las criptomonedas se hayan convertido en un tema legítimo de campaña es un reflejo de cuán lejos ha llegado esta industria en tan poco tiempo.
Patrick Kirby, consejero de políticas del Crypto Council for Innovation, enfatiza que ha pasado mucho tiempo para que las criptomonedas sean parte de las plataformas de los partidos políticos, lo que demuestra que el ecosistema está madurando y ganando aceptación en los altos niveles del gobierno. A medida que la campaña electoral avanza, el impacto de los votantes cripto podría ser decisivo en varias contiendas. Las medidas que los candidatos tomen para abordar las preocupaciones y deseos de este electorado emergente podrían determinar no solo quién ocupa la Casa Blanca, sino también cómo se desarrollarán las políticas relacionadas con las criptomonedas en el futuro. Esta es, sin duda, una época emocionante para el mundo de las criptomonedas y la política en Estados Unidos. La intersección de estos dos mundos podría redefinir el panorama electoral y abrir nuevas oportunidades de diálogo y crecimiento para esta industria en constante evolución.
Los votantes están mostrando su poder, y los políticos están tomando nota: en esta nueva realidad, el respaldo a las criptomonedas es más que una tendencia; es una necesidad política.