En el contexto actual del mercado financiero, muchos ahorradores están buscando las mejores estrategias para proteger sus fondos de jubilación ante la volatilidad y los cambios económicos inesperados. Suze Orman, una de las asesoras financieras más influyentes en Estados Unidos, ofrece una perspectiva clara y convincente sobre por qué el Roth 401(k) es una de las opciones más inteligentes para invertir pensando en el retiro. La diferencia fundamental entre un 401(k) tradicional y un Roth 401(k) radica en el momento en que se pagan los impuestos. Con un plan 401(k) tradicional, las contribuciones se hacen antes de impuestos, lo cual reduce la base imponible del contribuyente durante los años activos, pero al momento de retirar el dinero en la jubilación, estos retiros son gravados como ingreso. En cambio, las aportaciones al Roth 401(k) se realizan con dinero después de impuestos.
Esto significa que no se recibe una deducción fiscal al momento de aportar, pero cuando llegue la etapa de retiro, los fondos pueden ser retirados libre de impuestos, incluyendo las ganancias generadas. Suze Orman destaca esta diferencia como una ventaja fundamental en la planificación a largo plazo, principalmente debido a la forma en que afectan los impuestos y cómo impactan en gastos esenciales durante la jubilación, como los costos de atención médica. Por ejemplo, Medicare y otros beneficios estatales determinan parte de sus costos basándose en el ingreso declarado. El retiro de fondos de un 401(k) tradicional genera ingresos gravables que pueden incrementar significativamente esos costos. Por lo tanto, un Roth 401(k), al no incrementar el ingreso tributable en el retiro, puede contribuir a mantener bajos esos gastos.
Otro aspecto que señala Orman es que, a pesar de que una gran mayoría de los planes 401(k) hoy en día ofrecen la opción Roth, menos de una quinta parte de los participantes optan por esta modalidad. Esto revela una falta de conciencia o quizás una duda sobre esta opción que podría beneficiar en gran medida a los ahorradores. Sin embargo, Suze Orman recomienda precaución a la hora de convertir fondos ya acumulados en un tradicional 401(k) a Roth, porque ese movimiento implica pagar impuestos elevados de forma inmediata, lo que puede no ser ventajoso para algunos. En lugar de eso, aconseja mantener el dinero existente en el tradicional y comenzar a realizar nuevas contribuciones exclusivamente en la modalidad Roth para maximizar los beneficios fiscales a futuro. Además, la contribución máxima permitida entre ambas modalidades es un límite conjunto, lo que quiere decir que no se puede aportar el máximo permitido en un 401(k) tradicional y luego, aparte, el mismo monto al Roth.
El contribuyente deberá distribuir sus aportaciones dentro de ese tope anual definitivo, lo que implica planear cuidadosamente las elecciones que mejor se adapten a sus necesidades fiscales y de inversión. Desde una perspectiva económica más amplia, invertir en un Roth 401(k) actúa como un seguro frente a la incertidumbre tributaria futura. Nadie puede predecir con exactitud cómo cambiarán las leyes fiscales en las próximas décadas, pero teniendo fondos ya gravados y disponibles para retiro sin impuestos, el ahorrador elimina la preocupación de aumentos en las tasas impositivas para pensionados. Suze Orman también resalta que las personas que empiezan su carrera y se encuentran en tramos impositivos bajos tienen mayor incentivo para elegir el Roth 401(k), ya que el costo impositivo actual es menor. De esta forma, pagan impuestos hoy para evitarlo después, cuando posiblemente se encuentren en situaciones fiscales más complejas o con mayores tasas.