En abril de 2025, durante la segunda mesa redonda convocada por el Grupo de Trabajo de Cripto de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), el presidente interino Mark T. Uyeda destacó la necesidad de establecer un enfoque regulatorio unificado para el comercio de criptomonedas. Este evento tuvo lugar en Washington, D.C., y reunió a reguladores, expertos legales e integrantes de la industria para discutir los retos y las oportunidades que presenta el creciente mercado cripto en el país.
Uyeda trazó una analogía histórica que evocó el origen de la Bolsa de Valores de Nueva York, recordando cómo hace más de dos siglos un grupo de agentes de bolsa se reunió bajo un árbol para crear las primeras reglas que organizarían el comercio de valores en Estados Unidos. Este momento marcó el inicio de una estructura regulatoria que ha evolucionado hasta nuestros días, pero según Uyeda, la industria de criptomonedas se encuentra en un punto similar, requiriendo una base regulatoria sólida y clara para fomentar su crecimiento ordenado. Actualmente, la supervisión del comercio cripto reside en gran medida en las autoridades estatales, lo que ha producido una fragmentación en las normativas. Cada estado aplica sus propias licencias y requisitos, creando un mosaico complejo para los operadores que deben cumplir hasta con 50 regímenes diferentes. Esta situación genera ineficiencias y podría limitar la innovación en una industria dinámica y en constante evolución.
Por ello, el presidente interino de la SEC sugirió que un sistema de licencia federal único otorgado por la SEC sería mucho más eficiente y beneficioso para los participantes del mercado. Uno de los principales obstáculos para avanzar hacia un modelo federal integral es el marco legal vigente en materia de valores. La SEC enfrenta limitaciones, por ejemplo, en cuanto a que las bolsas de valores nacionales solo pueden listar valores registrados. No obstante, la mayoría de los tokens digitalizados actualmente en circulación no están registrados, lo que complica su inclusión en mercados regulados tradicionales. Uyeda subrayó este desafío como uno de los núcleos del debate: cómo adaptar reglas antiguas, como la regla de protección de órdenes (Regla 611), a un entorno donde los activos se negocian tanto en mercados on-chain, respaldados por tecnología blockchain, como off-chain, en plataformas tradicionales.
Además, el ejecutivo destacó que muchas plataformas cripto funcionan bajo un modelo de integración vertical, que agrupa custody (custodia), ejecución y compensación en una sola entidad. Esto contrasta con las bolsas tradicionales, donde estos procesos suelen estar segregados para aumentar la transparencia y reducir riesgos. Esta particularidad del ecosistema cripto supone un reto para el diseño de una regulación que proteja a los inversores sin sofocar la innovación tecnológica. Sin embargo, Uyeda mostró un claro optimismo respecto al potencial de la tecnología blockchain para mejorar la eficiencia y transparencia de las transacciones financieras. Expresó que, bajo un marco regulatorio adecuado, podrían promoverse soluciones innovadoras que aprovechen estas ventajas.
Así, planteó la idea de otorgar alivios condicionales y temporales que permitan experimentar con nuevas estructuras y procesos, siempre bajo supervisión, para no obstaculizar el desarrollo del sector. El llamado a un diálogo abierto entre reguladores, actores del mercado y la sociedad civil fue una conclusión clave de la mesa redonda. La SEC busca encontrar un equilibrio que integre nuevas tecnologías al panorama regulatorio estadounidense sin incurrir en una fragmentación perjudicial ni en la falta de protección para los usuarios finales. Este pronunciamiento cobra especial relevancia en un contexto global en el cual autoridades regulatorias de distintas naciones también buscan cómo encuadrar el fenómeno cripto bajo normativas claras y alineadas con sus sistemas financieros tradicionales. Mientras EEUU evalúa cómo avanzar hacia un esquema federal unificado, otras regiones implementan estrategias híbridas o propias que generan un fenómeno de fragmentación a escala global.
Desde el punto de vista de los operadores y desarrolladores cripto, un régimen único federal facilitaría la expansión de negocios y la adopción masiva, facilitando el cumplimiento normativo y reduciendo costos operativos derivados de la diversidad normativa. Por otro lado, la participación pública y la colaboración contínua con la SEC son vistas como vitales para lograr una regulación equilibrada y efectiva en esta materia. En definitiva, el mensaje de Mark T. Uyeda en abril de 2025 representa un hito en la regulación de activos digitales en Estados Unidos. Su llamado a un enfoque unificado parece señalar el camino hacia una convergencia normativa que podrá impulsar la madurez y confianza en el mercado cripto nacional, abriendo paso a un futuro donde la innovación y la protección del inversor coexistan en un marco transparente y seguro.
La evolución de esta propuesta regulatoria será seguida de cerca por toda la industria y los actores internacionales, atentos a cómo se define el marco para uno de los mercados más disruptivos de la actualidad.