Bitcoin ha recuperado terreno en el mercado y muestra señales de estabilización en medio de un escenario económico global que sigue siendo imprevisible. La atención de los traders y analistas financieros se ha centrado en la relación entre la devaluación prevista del yuan chino y su efecto potencial en el precio del Bitcoin, mientras que las continuas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China actúan como un freno al avance del criptoactivo, que ha oscilado en torno a los 80,000 dólares. El contexto macroeconómico global está caracterizado por factores como la recuperación de los índices bursátiles estadounidenses y la incertidumbre relacionada con la guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales. La reacción del mercado cripto, en especial de Bitcoin, ha sido una muestra clara de la influencia que tienen estos elementos en el comportamiento de los activos digitales. A principios de abril de 2025, durante la apertura de Wall Street, Bitcoin se mantuvo fluctuando cerca de la barrera psicológica de los 80,000 dólares mientras que el S&P 500 y el Nasdaq Composite lograron repuntes superiores al 4%.
La calma relativa en la volatilidad del Bitcoin contrasta con la tensión subyacente en los mercados tradicionales, que en semanas recientes han estado preocupados por riesgos de mercado que evocan episodios históricos como el “Lunes Negro” de 1987. En este escenario, el tema del yuan chino ha cobrado especial relevancia. Numerosos expertos y operadores identifican la posible devaluación de la moneda china como un factor que podría canalizar capitales hacia activos de refugio alternativos, siendo Bitcoin uno de los principales beneficiados. Arthur Hayes, ex CEO de BitMEX, ha destacado que la política monetaria independiente de China —que podría requerir un yuan más débil para sostener su estrategia económica— dota de un potencial a Bitcoin similar al observado en anteriores ciclos de devaluación del yuan en 2013 y 2015. Desde la perspectiva de los inversores, la devaluación del yuan crea un escenario plausible para la fuga de capitales desde China hacia mercados externos y activos digitales que funcionen como coberturas contra la depreciación de la moneda local.
El bitcoin, gracias a su naturaleza descentralizada y resistencia a manipulaciones monetarias, aparece como una opción atractiva para proteger el valor del patrimonio. No obstante, las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China siguen siendo un elemento distorsionador. La guerra comercial —en particular, la imposición de aranceles y la postura política de ambas naciones— continúa generando incertidumbre que limita el impulso alcista del bitcoin. El expresidente Donald Trump ha afirmado públicamente en redes sociales que China tiene interés en llegar a un acuerdo, pero que “no sabe cómo empezarlo”. Estas declaraciones reflejan la ambigüedad y el estancamiento que todavía existen en las relaciones bilaterales.
Por otro lado, la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) juega un papel crucial en la dinámica del mercado de criptomonedas. Si bien el endurecimiento monetario y la subida de las tasas de interés suelen representar un desafío para activos de riesgo como Bitcoin, el mercado anticipa posibles recortes en las tasas a lo largo de 2025 para estimular el crecimiento económico ante señales de desaceleración. Según analistas de AllianceBernstein, aunque las presiones inflacionarias persisten por la guerra comercial y otros factores, la Fed podría decidir reducir tipos de interés incluso con una inflación relativamente alta, en un esfuerzo por evitar una recesión prolongada. Esta expectativa ha sido reflejada en las probabilidades del mercado para recortes que podrían empezar en junio de 2025. Esta combinación de factores —devaluación del yuan y posible política monetaria expansiva por parte de la Fed— crea un contexto que puede favorecer la compra y apreciación de Bitcoin como instrumento de cobertura y oportunidad de inversión.
En el análisis técnico, valores de referencia como el nivel 0.382 del retroceso de Fibonacci en el gráfico mensual —ubicado alrededor de los 73,500 dólares— se destacan como soportes fundamentales para mantener el impulso alcista del BTC. Este nivel coincide además con máximos históricos parciales de marzo de 2024, lo que refuerza su importancia para los traders que buscan confirmar la continuidad de la tendencia. Los expertos también señalan la importancia del promedio móvil simple (SMA) de 200 días, un indicador tradicional que, al actuar como soporte en mercados alcistas, perdió temporalmente su lugar clave cuando Bitcoin cayó por debajo de los 82,000 dólares. La recuperación y mantenimiento sobre esta línea pueden ser señales para que el mercado mantenga confianza en la continuidad del rally.
Otro aspecto a considerar es la volatilidad reducida de Bitcoin durante las últimas jornadas, lo que contrasta con los movimientos abruptos típicos en períodos de incertidumbre extrema. Esta estabilidad relativa podría interpretarse como una consolidación que antecede un próximo movimiento importante, aunque condicionado a la evolución de los factores geopolíticos y macroeconómicos. Los capitales chinos buscando resguardo para sus activos pueden provocar incrementos significativos en la demanda de Bitcoin si la depreciación del yuan se confirma y avanza gradualmente. El histórico correlato de estos flujos capitales en 2013 y 2015 sugiere que podríamos estar ante un escenario repetido con un impacto notable para el mercado cripto en 2025. Mientras tanto, los inversores y analistas deben tener presente que la persistente guerra comercial y las respuestas políticas de ambos países pueden limitar la extensión del rally y aumentar la volatilidad.
Estas tensiones actúan como un freno para la cotización, impidiendo la ruptura sostenida de nuevos máximos y generando momentos de corrección. El comercio global, la evolución de la inflación y los movimientos regulatorios en China también se posicionan como factores clave para la dinámica futura del Bitcoin. La orientación de la política económica china respecto a capitales y divisas, así como la postura de Estados Unidos en respuesta a las medidas adoptadas por Pekín, definirán en buena medida la dirección del mercado en los próximos meses. Desde una visión de largo plazo, Bitcoin continúa consolidándose como un activo estratégico para diversificación e inversión, ganando reconocimiento ante escenarios de tensión monetaria y económica mundial. Su carácter descentralizado lo protege en parte de manipulaciones, pero también lo hace susceptible a factores externos macroeconómicos de gran envergadura.
En conclusión, el reciente rebote de Bitcoin está estrechamente ligado a la expectativa de una moneda china más débil, que podría fomentar la salida de capitales hacia activos digitales como refugio. Sin embargo, el conflicto comercial entre China y Estados Unidos y la política monetaria de la Fed marcan límites claros a la extensión de esta recuperación. Los próximos meses serán determinantes para observar si Bitcoin puede romper la barrera de los 80,000 dólares de manera definitiva o si enfrentará nuevas correcciones en medio de un mercado global complejo y cambiante.