En un movimiento que podría marcar un hito en la economía chilena, un grupo de legisladores chilenos ha propuesto la creación de una reserva estratégica de Bitcoin. Este esfuerzo, liderado por el lobista Andrés Villagrán y los parlamentarios bitcoinistas Dennis Porter y Simon Collins, busca integrar el Bitcoin en el marco económico del país, un paso que algunos consideran un posible cambio de juego en la política monetaria nacional. La idea central de este plan es establecer una "Bancada Bitcoin", propuesta por el diputado Gael Yeomans, que se encargaría de estudiar la legislación internacional relacionada con el Bitcoin, redactar nuevos proyectos de ley y mejorar la toma de decisiones al respecto. Los defensores de esta iniciativa argumentan que el establecimiento de una reserva de Bitcoin podría no solo modernizar la economía de Chile, sino también ofrecer una solución a los desafíos económicos actuales, como la inflación y la volatilidad del mercado. Desde la perspectiva de Villagrán, quien ha estado muy activo en el ámbito del lobbying desde 2023, las discusiones sobre el Bitcoin han ganado un considerable impulso.
“He tenido reuniones con más de 20 parlamentarios y varios ministros, explicando los beneficios del Bitcoin para Chile y su gente”, comentó Villagrán en una de sus reflexiones sobre los avances de la propuesta. La idea de que Chile pueda adoptar Bitcoin como activo de reserva no es mera especulación; se ha basado en un estudio detallado de cómo otras jurisdicciones han integrado el Bitcoin en sus políticas fiscales. El interés por el Bitcoin en América Latina ha crecido significativamente en los últimos años. Países como Brasil han mostrado interés en establecer reservas de criptomonedas como respuesta a las dificultades económicas. En este contexto, la propuesta chilena se alinea con tendencias emergentes en la región que buscan diversificar las reservas nacionales y reducir la dependencia de las divisas tradicionales.
En noviembre de 2024, Villagrán y sus colegas presentaron formalmente esta propuesta a miembros electos del gobierno, incluidos figuras prominentes de diversas coaliciones políticas. La recepción del proyecto ha sido variada, pero se percibe un creciente interés por parte de parlamentarios de distintas tendencias políticas. “Creo que sería ideal que esta bancada involucrara a miembros de todos los sectores políticos”, afirmó Villagrán, subrayando la importancia de un enfoque inclusivo en la formulación de políticas sobre criptomonedas. La creación de un fondo de reserva estratégica de Bitcoin podría también verse como una respuesta a la reticencia del Banco Central de Chile. En diciembre de 2024, el banco expresó reservas frente a la idea de adoptar Bitcoin como un activo de reserva nacional, citando preocupaciones sobre el cumplimiento normativo y la adherencia a los estándares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, Villagrán se muestra optimista y ha afirmado que las leyes chilenas permiten que el Banco Central mantenga Bitcoin, lo que podría abrir oportunidades para un diálogo más fructífero sobre el tema. La propuesta de una reserva estratégica de Bitcoin ha encontrado eco en muchos sectores, especialmente aquellos vinculados a la tecnología y la innovación financiera. Con la reciente autorización para que el primer ETF de Bitcoin cotice en la Bolsa de Santiago, el interés por la criptomoneda ha alcanzado un nuevo nivel en Chile. La llegada del iShares Bitcoin Trust de BlackRock al país ha demostrado que Chile está en el camino hacia la adopción de activos digitales, lo que podría facilitar la aceptación de propuestas más audaces como la reserva estratégica de Bitcoin. Las ventajas percibidas son numerosas; entre ellas, la posibilidad de usar Bitcoin como una herramienta para mitigar riesgos económicos y potenciar la estabilidad financiera del país.
Con la volatilidad de las divisas fiduciarias y la creciente incertidumbre económica mundial, un activo como Bitcoin podría ofrecer a Chile una forma de diversificar sus reservas y protegerse contra futuras crisis financieras. Sin embargo, el camino hacia la implementación de una reserva de Bitcoin no está exento de obstáculos. En un contexto global donde las criptomonedas enfrentan una creciente regulación, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre la innovación y la necesidad de mantener la confianza en la economía. Los legisladores chilenos tendrán que navegar estas aguas cuidadosamente, considerando tanto las oportunidades como los riesgos asociados con el Bitcoin. Además, la educación y la sensibilización del público acerca del Bitcoin y las criptomonedas son cruciales para el éxito de esta propuesta.
Muchos chilenos aún ven con recelo el uso de criptomonedas, y un enfoque educativo podría ayudar a mitigar estos temores. Villagrán, junto con otros defensores del Bitcoin, ha enfatizado la importancia de brindar información clara y accesible a la ciudadanía, lo que podría facilitar una mayor aceptación y comprensión de este activo digital. Mientras tanto, el año 2025 promete ser un período decisivo para la propuesta de una reserva estratégica de Bitcoin en Chile. Los partidarios están iniciando encuentros con el Ministerio de Finanzas y buscando el apoyo de senadores y diputados para avanzar en esta iniciativa. “Estamos decididos a presentar nuestra propuesta ante el Ministerio de Finanzas y todos los senadores y diputados”, anunció Villagrán, reafirmando su compromiso con esta causa.
La historia de los activos digitales en Chile está en una encrucijada. Con el debate en torno a la posibilidad de una reserva estratégica de Bitcoin tomando fuerza, el país podría estar a punto de explorar las implicaciones de integrar criptomonedas en su sistema financiero de manera formal. La balanza aún se encuentra equilibrada entre la innovación y la tradición, pero los pasos que den los legisladores en los próximos meses podrían definir el futuro económico de Chile en un mundo cada vez más digitalizado. Así, la propuesta de la reserva estratégica de Bitcoin es más que un simple capricho de unos pocos entusiastas de la criptomonedas; es una visión ambiciosa que puede redefinir la relación de Chile con la economía global. Con el apoyo adecuado y un enfoque proactivo, Chile podría convertirse en un líder en la adopción de criptomonedas en la región y un ejemplo a seguir para otros países en desarrollo que buscan modernizar sus economías en un mundo digital.
La mirada está puesta en el futuro, y el Bitcoin podría ser una parte esencial de ese futuro para Chile.