Amazon, la gigante multinacional del comercio electrónico y servicios en la nube, sorprendió a los inversores al presentar resultados superiores a las expectativas en el primer trimestre del año 2025. La compañía logró reportar ganancias por acción (EPS) de 1.59 dólares, muy por encima de los 1.36 dólares estimados por los analistas de Wall Street. Además, los ingresos alcanzaron los 155.
7 mil millones de dólares, también por encima de la previsión de 155.1 mil millones. Estos números reflejan una sólida rentabilidad y un crecimiento continuo respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la empresa registró un EPS de 0.98 dólares y facturación de 143.3 mil millones de dólares.
Sin embargo, a pesar de estos resultados desglose positivo, las acciones de Amazon experimentaron un descenso en la bolsa debido a unas previsiones más tímidas para el segundo trimestre. Uno de los aspectos que captó la atención fue la constante buena performance de Amazon Web Services (AWS), la división de servicios en la nube, que registró ingresos de 29.3 mil millones de dólares, alineados con las expectativas del mercado, demostrando que sigue siendo un pilar fundamental para el negocio y una fuente estable de ingresos recurrentes. AWS continúa consolidándose como la principal unidad rentabilizadora, impulsando la innovación en servicios tecnológicos y reforzando la posición de Amazon en la industria tecnológica. No obstante, el foco de preocupación se dirigió hacia la guía financiera para el segundo trimestre.
La empresa proyectó un ingreso operativo entre 13.0 y 17.5 mil millones de dólares, una estimación que no terminó de convencer a los analistas, quienes esperaban alcanzar los 17.8 mil millones. Esta previsión más cautelosa ha sido interpretada como una señal de posibles retos en el horizonte, y ha generado cierto nerviosismo entre los inversionistas, reflejándose en una caída inicial del precio de las acciones, que llegó a declinar hasta un 4% antes de recuperarse levemente.
Este retroceso en las expectativas también está vinculado a la incertidumbre derivada de factores externos, entre ellos el impacto de las nuevas políticas arancelarias impuestas en materia de comercio internacional, especialmente con relación a China. La incertidumbre sobre la estabilidad y evolución de estas tarifas está afectando a muchas compañías y Amazon no es la excepción. El mercado reconoce que las nuevas reglas podrían encarecer los productos importados, presionando los márgenes y alterando la dinámica competitiva. En comunicación oficial, el CEO Andy Jassy expresó que la compañía está monitoreando estrechamente la situación y adaptándose al contexto económico y regulatorio cambiante. Subrayó que nadie puede anticipar con precisión cómo o cuándo se estabilizarán los aranceles y que, por lo tanto, Amazon sigue siendo prudente en sus proyecciones.
Este enfoque revela la compleja realidad que enfrentan hoy las grandes empresas tecnológicas en la gestión de cadenas de suministro globales y la negociación con autoridades gubernamentales. La controversia con la Casa Blanca en días recientes también ha contribuido a la atmósfera de incertidumbre. Un reporte periodístico sugirió que Amazon planeaba reflejar el costo de los aranceles en los precios visibles en su sitio principal de comercio electrónico. Esto provocó una reacción inmediata y negativa desde la administración federal, expresada por Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, quien calificó la iniciativa como "hostil y política". Incluso el expresidente Donald Trump intervino telefónicamente con Jeff Bezos para manifestar su desacuerdo.
Ante la presión, Amazon negó estar implementando esos cambios de inmediato, pero reconoció que debe prepararse para ajustarse a los nuevos desafíos. Otro elemento crucial a nivel comercial es la posible reacción del consumidor frente al aumento de precios derivados de los aranceles. Según un análisis del banco UBS, más del 50% de los productos vendidos en Amazon podrían enfrentar incrementos vinculados a estos costos adicionales. Esto podría hacer que los compradores sean más selectivos y prioricen sus gastos, afectando negativamente el volumen de ventas y el comportamiento de consumo en la plataforma. En el contexto bursátil, la reacción de las acciones de Amazon tras el informe financiero no solo es consecuencia de la guía para el próximo trimestre, sino también refleja un sentimiento generalizado de cautela ante las múltiples variables externas que podrían influir en los resultados futuros.
A pesar de esto, el desempeño sólido del primer trimestre demuestra que la empresa mantiene un modelo de negocio robusto y capacidad para adaptarse a un entorno económicamente volátil. Por último, es fundamental destacar cómo este escenario pone en evidencia la importancia estratégica que tiene la diversificación de ingresos para Amazon. La combinación de comercio electrónico, servicios en la nube, publicidad digital, y otros segmentos, permite a la compañía amortiguar impactos y mantener competitividad. De cara al futuro, la capacidad para innovar, optimizar la cadena de suministro y gestionar la relación con diferentes gobiernos será decisiva para sostener su crecimiento y recuperación en los mercados financieros. En conclusión, los reportes financieros de Amazon para el primer trimestre de 2025 reflejan un crecimiento saludable y una buena ejecución de sus estrategias comerciales, aunque la compañía se encuentra en medio de un entorno desafiante debido a incertidumbres políticas, arancelarias y económicas.
El mercado valora estos factores y ajusta su valoración de acciones en consecuencia. Por ello, será importante seguir de cerca los próximos movimientos de Amazon, su respuesta ante el panorama global cambiante y su capacidad para seguir liderando en el complejo mundo del comercio electrónico y tecnología cloud.