Amazon, una de las compañías más influyentes a nivel global en comercio electrónico y tecnología, enfrenta un contexto complejo debido a la persistente incertidumbre que generan los aranceles impuestos en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Mientras el mercado se prepara para conocer el informe financiero correspondiente al primer trimestre del año, el enfoque principal no solo está en sus números sino en cómo estos aranceles podrían afectar sus negocios a mediano y largo plazo. El impacto de los aranceles sobre Amazon es un tema multidimensional que toca varios aspectos de su operación. Aproximadamente la mitad de los vendedores que utilizan la plataforma para comercializar sus productos están basados en China, por lo que cualquier tarifa adicional sobre sus mercancías encarece los precios y podría afectar la disponibilidad de ciertos artículos. Además, los vendedores estadounidenses también dependen en gran medida de productos manufacturados en China, lo que profundiza aún más el efecto que los aranceles pueden tener en los costos y la oferta dentro del marketplace.
La imposición de tarifas específicas que alcanzan hasta un 145% sobre determinados bienes chinos introduce una presión significativa en el modelo de negocio de Amazon, especialmente en su segmento de comercio electrónico. La plataforma basa gran parte de su estrategia en ofrecer una amplia variedad de productos a precios competitivos, con una entrega rápida que satisface la expectativa del consumidor moderno. Si el catálogo pierde su diversidad o los precios aumentan considerablemente, esto puede erosionar esta ventaja competitiva esencial. Más allá del impacto directo en la venta de productos, el efecto cascada sobre otras áreas de Amazon es un aspecto importante a considerar. El negocio de Amazon Prime, publicidad digital, y servicios de logística y cumplimiento para terceros dependen en gran medida de la fortaleza y variedad del comercio electrónico en la plataforma.
Por lo tanto, cualquier debilitamiento estructural en este núcleo podría repercutir negativamente en los ingresos más rentables y en la rentabilidad operativa de la empresa. Los analistas financieros han expresado cautela, señalando la dificultad para estimar cómo evolucionará esta situación. Algunos, como los expertos de William Blair, consideran que aunque el riesgo es considerable, existe la expectativa de que eventualmente las tensiones comerciales puedan relajarse y que muchas de las tarifas sean revocadas o reducidas. Esta hipótesis se basa en el potencial beneficio que una relación más estable entre Estados Unidos y China significaría para actores clave como Amazon, no solo en términos operativos sino también en la valoración bursátil. Con todo, la perspectiva de la inversión en Amazon parece dividida.
Mientras ciertos analistas mantienen una recomendación de compra optimista, basada en la fortaleza tecnológica y el paso adelante en áreas como la inteligencia artificial aplicada a su servicio en la nube, reconocen al mismo tiempo que este optimismo está limitado por la amenaza latente de aranceles prolongados y negociaciones comerciales complicadas, lo que puede impactar los márgenes de operación especialmente en 2025 y 2026. El contexto macroeconómico global, con señales de desaceleración, añade otra capa de complejidad al panorama. Los inversionistas están cada vez más atentos no solo a los resultados trimestrales inmediatos, sino a las perspectivas para la segunda mitad del año y más allá, intentando anticipar cómo Amazon podrá navegar en esta coyuntura. Estas preocupaciones también se reflejan en la volatilidad de sus acciones, que han sufrido una caída significativa desde principios del año, perdiendo cerca de un 15%. Un factor relevante durante la presentación de resultados será la actualización que haga Amazon sobre sus inversiones en capital, las cuales la compañía ha defendido enfáticamente incluso ante estas dificultades.
El plan de destinar hasta 100 mil millones de dólares en capex durante el año es una señal clara de la apuesta por expandir y fortalecer su infraestructura, aunque el mercado buscará entender cómo esta inversión armoniza con las incertidumbres en la cadena de suministro y los posibles costos adicionales derivados de las tarifas. A pesar de los retos, Amazon ha mostrado cierta capacidad de recuperación en las últimas sesiones bursátiles, superando brevemente algunas medias móviles de corto plazo, lo que ha generado cierta esperanza entre los inversores acerca de su resiliencia operativa. No obstante, permanece distante de las tendencias de mediano y largo plazo, lo que indica que la confianza aún debe consolidarse para pensar en un repunte sostenido. Las recientes decisiones políticas de Estados Unidos, como la suspensión temporal o reducción de ciertos aranceles sobre pequeños envíos desde China, han sido recibidas positivamente por el mercado y han impulsado acciones relacionadas con el comercio electrónico y la logística. Sin embargo, estas medidas tienden a ser vistas como temporales y tácticas dentro de un contexto estratégico más amplio que sigue siendo incierto.