La tokenización está revolucionando el panorama financiero global y, en este proceso, algunos campeones tradicionales se enfrentan a un futuro incierto. Luca Prosperi, CEO de M^0 Labs, ha sido claro en su análisis: “La mayoría de los viejos campeones no cruzarán el abismo, y nuevos serán coronados”. Esta afirmación resuena con fuerza en un momento en el que la forma en que entendemos y manejamos las finanzas está en plena transformación. La tokenización, que permite convertir activos físicos y digitales en tokens que pueden ser comprados, vendidos y negociados en blockchains, está desafiando los modelos tradicionales de negocio y las infraestructuras existentes. Prosperi argumenta que, si bien muchos de los gigantes establecidos han sido reyes en sus dominios, la resistencia al cambio y la falta de adaptación a las nuevas tecnologías pueden resultar en su caída.
En primer lugar, es importante entender qué significa el término “tokenización”. Este proceso no solo se limita a criptomonedas, sino que también abarca bienes raíces, arte, productos financieros, e incluso acciones de empresas. Cada uno de estos activos puede ser representado por un token en una blockchain, lo que permite un comercio más eficiente y seguro. La tokenización democratiza el acceso a activos que antes eran inaccesibles para muchos inversores, ampliando el ecosistema financiero. Prosperi señala que la pandemia de COVID-19 ha acelerado esta tendencia.
Con la necesidad creciente de soluciones digitales, empresas y consumidores han diversificado sus enfoques hacia las finanzas. Los viejos modelos, que dependen de estructuras centralizadas y procesos manuales, se ven amenazados por la agilidad y transparencia que ofrece la tecnología blockchain. Este cambio ha sido significativo, especialmente para las nuevas empresas que están utilizando estas herramientas para establecerse en el mercado. Sin embargo, no todos los actores pueden adaptarse fácilmente. Muchos bancos tradicionales y entidades financieras han luchado por implementar tecnologías disruptivas.
El temor al cambio, el gasto en infraestructura y la necesidad de proteger modelos de negocio establecidos han llevado a que algunos se queden atrás. Prosperi expresa que aquellos que no logran cruzar al otro lado del “abismo” de la innovación probablemente serán sustituidos por nuevas empresas que sí lo hagan. En este nuevo paisaje, la figura de los neobancos y fintechs ha emergido con fuerza. Estas empresas, muchas de ellas impulsadas por jóvenes visionarios, están diseñadas para ser nativas digitales, lo que les permite adaptarse rápidamente a las demandas del mercado y aprovechar las oportunidades que la tokenización presenta. "Los nuevos campeones son más ágiles, más rápidos en la toma de decisiones y pueden ofrecer productos que son superiormente competitivos", dice Prosperi.
Un ejemplo de esto son las plataformas de financiamiento colectivo (crowdfunding). Estas han permitido a emprendedores y startups obtener capital directamente de los consumidores, omitiendo las dificultades de financiamiento tradicional. Con la tokenización, los inversores pueden obtener participaciones en estas empresas a través de tokens, haciendo que sea más fácil y accesible para una gama más amplia de personas invertir en nuevos proyectos. Por otro lado, la tokenización también ha planteado ciertos desafíos regulatorios. Los gobiernos y organismos reguladores están luchando por mantenerse al día con el ritmo del cambio.
La creación de activos digitales plantea preguntas sobre el marco legal y la seguridad de las transacciones. Prosperi sugiere que la colaboración entre el sector privado y los reguladores es crucial para establecer un entorno que fomente la innovación mientras se protege a los consumidores. A medida que las tecnologías continúan avanzando, Prosperi también discute la importancia del aspecto social de la tokenización. Esta no solo se trata de la democratización del acceso a los activos financieros, sino también del empoderamiento de las comunidades. Los proyectos de tokenización que son éticamente responsables y que buscan el beneficio social podrían crear un impacto positivo más allá del mero intercambio financiero.
La capacidad de tener voz y voto en proyectos a través de tokens puede empoderar a los ciudadanos y comunidades, fomentando un sentido de pertenencia y compromiso. La transición hacia un mundo más tokenizado también puede generar un impacto positivo en la economía global. Al facilitar el acceso a financiamiento, se pueden impulsar nuevas industrias y creatividades, generando empleo y crecimiento económico. Las barreras de entrada se están reduciendo, lo que permite a individuos y a pequeñas empresas florecer en un entorno donde antes estaban limitadas por regulaciones estrictas y estructuras financieras tradicionales. En resumen, mientras los viejos campeones de la finanza luchan por navegar en este nuevo ecosistema, las nuevas startups y tecnologías ágiles están listas para ser coronadas.
La tokenización no solo representa un cambio tecnológico, sino también un cambio de paradigma en cómo concebimos la propiedad, la inversión y la responsabilidad social en el mundo de las finanzas. Luca Prosperi de M^0 Labs deja claro que la clave para sobrevivir en esta nueva era radica en la capacidad de adaptación y la disposición a innovar. Mientras avanzamos hacia un futuro que parece cada vez más digital y descentralizado, queda por ver quiénes serán los nuevos campeones que surgirán de este cambio y cómo continuará evolucionando el espacio financiero. Lo que es indudable es que la disrupción está aquí para quedarse, y aquellos que se resistan a ella estarán en peligro de convertirse en meros recuerdos en la historia de las finanzas.