Los acreedores de FTX podrían recibir entre el 10% y el 25% de su criptomoneda de vuelta Desde la colapsada plataforma de intercambio de criptomonedas FTX, las esperanzas de los acreedores siguen latentes en medio de la incertidumbre. Este descalabro financiero, que tuvo lugar en noviembre de 2022, dejó a miles de usuarios en la cuerda floja, esperando la recuperación de sus inversiones. Recientemente, se han realizado algunas estimaciones sobre el monto que se podría recuperar, y las cifras apuntan a que los acreedores podrían recibir entre un 10% y un 25% de su capital en criptomonedas. La situación ha generado gran expectativa en el ecosistema cripto, ya que está intersectado con una serie de acontecimientos que podrían afectar la volatilidad del mercado en el último trimestre del año. La reestructuración de FTX promete ser un momento clave, ya que se espera que para octubre se comiencen a definir las formas de compensación para los acreedores.
El activista de acreedores de FTX, Sunil Kavuri, ha compartido su perspectiva sobre las posibles devoluciones. Según él, aunque muchos desean una recuperación total de sus activos, la realidad puede ser muy diferente. “Esta es una estimación rápida de cuánto podríamos recuperar en comparación con el valor actual”, comentó Kavuri. Su declaración resuena entre las numerosas voces de usuarios que están ansiosos por saber cómo se gestionará la distribución de fondos. A medida que se avanza en el proceso de reestructuración, FTX ha transferido el 18% de los fondos incautados, que ascenden a aproximadamente 230 millones de dólares, a los accionistas.
Este movimiento ha generado una sensación de descontento entre los acreedores, quienes ven con preocupación cómo se distribuyen los activos mientras sus propios reembolsos quedan en la nebulosa. “Es inquietante ver que los accionistas pueden obtener una parte significativa cuando, en realidad, los clientes son quienes deberían ser la prioridad”, subrayó Kavuri. La noticia más reciente sugiere que FTX podría comenzar a distribuir un total de 16 mil millones de dólares a sus acreedores a partir de octubre. Sin embargo, este anuncio aún no está confirmado, ya que la decisión sobre el plan de reestructuración debe ser aprobada por un tribunal. La audiencia programada para el 7 de octubre será crucial para determinar cómo se avanzará y cuál será el formato de los reembolsos: ¿en criptomonedas o en efectivo? Este punto es vital, dado que muchos acreedores podrían preferir activos digitales en lugar de una compensación en moneda fiduciaria.
Dos meses antes de esto, el tribunal había acordado un plan de reembolso por valor de 12.7 mil millones de dólares. Sin embargo, dentro de este contexto, la corte prohibió tanto a FTX como a su empresa hermana, Alameda Research, de comerciar activos digitales, aunque no impuso ninguna penalización monetaria civil. Esto ha añadido otra capa de complicación al proceso de reembolsos, así como a las perspectivas de recuperación de los acreedores. Las críticas a la propuesta de reestructuración no se han hecho esperar.
Un fideicomisario estadounidense ha objetado el plan presentado, señalando la necesidad de una distribución más equitativa entre los acreedores. La frustración entre los acreedores se ha intensificado, y muchos, incluyendo a Kavuri, han expresado objeciones formales al plan de reestructuración, considerándolo insuficiente y potencialmente perjudicial para los clientes. Los problemas no terminan ahí. La Comisión de Valores de EE. UU.
(SEC) también ha cuestionado la validez del plan, exigiendo la eliminación de ciertas provisiones y modificando otros aspectos antes de aceptar el esquema. La SEC ha sido clara en que tiene la intención de desafiar la confirmación de este plan si las modificaciones deseadas no se realizan, lo que añade aún más incertidumbre a un proceso ya turbulento. En el marco de estas reestructuraciones, la comunidad criptográfica se prepara para posibles repercusiones. Por un lado, FTX todavía posee más de mil millones de dólares en tokens de Solana, lo que podría tener un impacto significativo en la valoración de esta criptomoneda si se decide liquidar una parte de estos activos. Por otro lado, los posibles reembolsos a los clientes podrían inyectar una nueva oleada de capital en el mercado, resultando en un flujo de inversión hacia Bitcoin y otras altcoins.
Este panorama incierto está en constante evolución, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán decisivas para el futuro de FTX y sus acreedores. Mientras tanto, los inversores, tanto pequeños como grandes, observan de cerca cómo se desenvuelve este drama financiero. La recuperación parcial de sus criptomonedas podría representar un alivio, aunque sea solo una fracción del monto total perdido. La situación actual de FTX también ha reavivado un debate más amplio sobre la regulación en el espacio de criptomonedas, un sector que ha crecido exponencialmente pero que todavía se encuentra en gran medida sin un marco regulatorio sólido. La quiebra de FTX y el consecuente lío de reembolsos subrayan la necesidad de una mayor vigilancia y protección para los inversores en criptomonedas, quienes, en muchos casos, han sido dejados a su suerte en momentos críticos.