En el mundo de las criptomonedas y la tecnología blockchain, los medios de intercambio y las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi) han visto un crecimiento explosivo en los últimos años. Sin embargo, este auge de la DeFi también ha llevado a la aparición de diversas preguntas e incertidumbres sobre el futuro de las cadenas de segunda capa (L2), especialmente en lo que respecta a su uso, funcionalidad y viabilidad a largo plazo. Durante 2024, ha quedado claro que las actividades descentralizadas dominan el espacio de bloque en las cadenas L2. Las plataformas de rollup, que se proponen solucionar los límites de escalabilidad de las redes principales como Ethereum, han experimentado un notable crecimiento. Las actividades más comunes en estas cadenas incluyen el comercio en intercambios descentralizados (DEX) y la posibilidad de préstamos.
De hecho, un porcentaje significativo del espacio de bloque en estas cadenas se dedica a la actividad DeFi, lo que demuestra el fuerte impulso que estas aplicaciones han tenido en el último año. Un análisis de los datos del espacio cripto revela que, en este periodo, DeFi ha demostrado ser un catalizador clave para la actividad en las cadenas L2. Por ejemplo, Mantle ha reservado más del 57% de su espacio de bloque para las actividades relacionadas con DeFi, mientras que Base le sigue, con una participación significativa relacionada con la creación de tokens meme y pequeños pares de liquidez. Este fenómeno refleja una clara tendencia hacia la especialización de las cadenas en cuanto a los tipos de aplicaciones que alojan. Uno de los desafíos actuales para las cadenas L2 es la fragmentación existente.
A pesar de que Polygon destaca como la cadena L2 más utilizada para actividades de cruce, la interoperabilidad entre las diferentes cadenas aún es un tema complicado y carece de madurez. Los puentes entre cadenas, aunque teóricamente deberían facilitar la transferencia de activos y liquidez, a menudo presentan limitaciones en la práctica. En Arbitrum, la más activa en cuanto a puenteo, solamente unos pocos cientos de wallets están participando activamente en estas transacciones cada semana, lo que indica que la actividad de puenteo no es tan robusta como se esperaba. Un aspecto que ha generado preguntas sobre el uso correcto de las cadenas L2 es la volatilidad de las actividades registrado. Muchas de estas iniciativas han dependido de modelos de incentivos, como el esquema de airdrops, para atraer a usuarios.
Sin embargo, una vez que esos incentivos se agotan, se ha evidenciado una rápida disminución en el volumen de transacciones. Este ciclo ha conducido a que los usuarios se muevan rápidamente de una cadena a otra en busca de nuevas oportunidades, lo que plantea la cuestión de si estas plataformas podrán mantener su base de usuarios a largo plazo. Además, las cadenas L2 han comenzado a adoptar diferentes modelos de negocio para atraer el interés de los inversores de capital riesgo y para crear tokens que puedan ser viables en el corto plazo. Este impulso por destacar dentro del ecosistema puede ser tanto una ventaja como una desventaja, ya que pone en tela de juicio la sostenibilidad real y el propósito a largo plazo de estas plataformas. Por ejemplo, ZKSync experimentó una disminución significativa en sus transacciones una vez que se agotaron los incentivos de airdrop, lo que sugiere que muchos de los usuarios estaban más interesados en los beneficios inmediatos que en construir una comunidad sostenible.
A pesar de estos retos, las cadenas L2 han demostrado un notable potencial para atraer a los usuarios, especialmente cuando se enfocan en aplicaciones que ofrecen retornos pasivos o facilitan la negociación. Este enfoque estratégico ha permitido que algunas plataformas, a pesar de iniciar su viaje en medio de un entorno altamente competitivo, logren construir liquidez y establecer una base de usuarios leales. Es interesante notar que las cadenas L2 están emergiendo como un espacio diverso que alberga diferentes tipos de aplicaciones y actividades. Por ejemplo, mientras que Arbitrum se ha posicionado como un destino preferido para juegos, Línea ha visto un crecimiento en la actividad relacionada con SocialFi y NFTs. Este tipo de especialización puede ser crucial para que las cadenas L2 se diferencien entre sí y atraigan a nichos específicos del mercado cripto.
A pesar de los problemas de escalamiento que Ethereum y otras cadenas de primera capa aún enfrentan, las L2 han encontrado maneras de equilibrar el crecimiento de la actividad y la cronificación de costos. La mayoría de estas plataformas han logrado alcanzar un nivel de operaciones más eficiente, asegurando ganancias netas incluso después de cubrir los costos de las tarifas de la red principal. Sin embargo, se observa que la cadena Taiko sigue presentando pérdidas significativas debido a sus interacciones frecuentes con los bloques de Ethereum, un claro recordatorio de que no todas las cadenas L2 están navegando por los mismos caminos de éxito. A medida que avanzamos durante el 2024, la narración alrededor de las cadenas L2 continuará evolucionando. Si bien el optimismo se mantiene sobre su capacidad para escalar Ethereum y fomentar un ecosistema de DeFi más accesible y eficiente, la industria cripto debe enfrentar sus incertidumbres inherentes.
La interoperabilidad y la capacidad de atraer y retener usuarios serán factores determinantes en el éxito futuro de estas plataformas. En conclusión, aunque el crecimiento de DeFi en las cadenas L2 es innegable, la comunidad cripto se enfrenta a una serie de preguntas vitales. ¿Pueden las cadenas L2 superar la fragmentación y fomentar la interoperabilidad? ¿Serán capaces de mantener su base de usuarios una vez que los incentivos iniciales hayan desaparecido? Y, lo más importante, ¿podrán estas iniciativas sostener la tendencia de crecimiento sin sacrificar la viabilidad a largo plazo? A medida que nos adentramos en un ecosistema de criptomonedas cada vez más maduro, solo el tiempo dirá cómo se desarrollarán estas dinámicas en el ámbito DeFi y L2.