El panorama global del comercio se ha visto marcado por conflictos arancelarios que afectan a múltiples sectores, y la industria del calzado no escapa a esta realidad. La imposición de aranceles elevados sobre los productos chinos y de otras áreas ha generado preocupación entre las empresas y consumidores, principalmente en el ámbito del calzado deportivo, donde grandes marcas enfrentan el reto de mantener su competitividad y rentabilidad. Sin embargo, según un reciente análisis de Citi Research, ciertas marcas de calzado deportivo cuentan con ventajas que les permiten resistir mejor el estrés causado por estos cambios en la política comercial. Este análisis profundiza en las estrategias y particularidades de diferentes compañías que les otorgan resiliencia en un contexto complicado. La clave para entender esta fortaleza radica en la exposición y dependencia que cada empresa tiene de la producción en China, así como su habilidad para trasladar los costos adicionales derivados de aranceles a los consumidores finales a través de ajustes en los precios.
Las marcas que han diversificado su cadena de suministro fuera de China o que cuentan con un fuerte posicionamiento en el mercado tienen mayores probabilidades de mantener un desempeño sólido durante este periodo de incertidumbre. Un caso destacado es On Holding, una empresa suiza especializada en calzado para correr, tenis y senderismo. Esta compañía se distingue porque aproximadamente el 90% de sus materiales son abastecidos desde Vietnam, lo que reduce su vulnerabilidad frente a los aranceles impuestos a las importaciones chinas. Además, su base europea le proporciona una posicionamiento menos afectado por el sentimiento antiestadounidense que se ha identificado como un factor en la reducción de ventas para algunas marcas de origen estadounidense en mercados internacionales. Citi ha reflejado su confianza en esta empresa mejorando su calificación a “comprar” desde “neutral”, señalando que On Holding posee el dinamismo necesario para superar estos desafíos.
Otro ejemplo significativo es Amer Sports, originalmente finlandesa y responsable de marcas de renombre como Arc’teryx y Salomon, especialmente en calzado para actividades outdoor y senderismo. Aunque cerca del 20% de sus productos se producen en China, la empresa ha demostrado un buen poder para incrementar precios en función de la calidad y la exclusividad percibida, lo que mitiga el impacto económico de los aranceles. Esta capacidad para trasladar costos a los consumidores sin perder demanda le ha permitido mantener una calificación positiva por parte de los analistas. En la misma línea se encuentra Deckers Outdoor, propietaria de marcas populares como Hoka y Ugg. Citi califica a Deckers como capaz de pasar el aumento de costos directamente al consumidor, refiriéndose a ella como una empresa en una “posición sólida”.
Esta capacidad de transmisión de costos es fundamental en un contexto donde los márgenes pueden verse erosionados por impuestos exteriores. Por otro lado, marcas canadienses como Lululemon Athletica presentan características que les otorgan ciertas ventajas. Al no ser estadounidenses, además de contar con una percepción menos afectada por tensiones geopolíticas negativas, enfrentan menos riesgos de boicots o caídas en ventas motivadas por conflictos internacionales. Sin embargo, los analistas apuntan que la dificultad para aumentar precios podría limitar su crecimiento, lo que explica la calificación “neutral” que mantiene Citi. En contraste, empresas estadounidenses con un fuerte anclaje en China, como Nike y Under Armour, presentan retos particulares.
Nike se encontraba con inventarios elevados antes incluso de que se aceleraran las disputas arancelarias, situación que sumada a la posible disminución de ventas por el sentimiento antiestadounidense en mercados asiáticos, pone presión a su desempeño. Citigroup mantiene para Nike una calificación “neutral”, reflejando incertidumbre sobre la capacidad de la marca para navegar efectivamente esta adversidad. Similar es el caso de Under Armour, que, en medio de un proceso de reestructuración y renovación de imagen, dispone de un poder limitado para aumentar precios. Esto torna más complicado que pueda absorber el golpe de aranceles sin afectar sus ventas o márgenes. No obstante, el análisis también sugiere que, en general, el sector del calzado deportivo muestra menos exposición directa a China en comparación con otros segmentos del calzado en general.
Esto ofrece un margen de maniobra y resiliencia frente a las políticas comerciales restrictivas. En particular, los aranceles aplicados a productos originarios de China alcanzan hasta un 145%, una cifra significativa que puede hacer insostenibles los precios para empresas muy dependientes de este país para su producción o materiales. Las marcas que diversifican proveedores y centros de producción, ubicándose en países con impuestos más gestionables en torno al 10%, pueden absorber mejor estos costos. Además, el poder de marca y la percepción de valor influyen en la disposición del consumidor a aceptar aumentos en el precio final, potenciando la capacidad de estas empresas para pasar los costos a los usuarios sin una pérdida severa en su base de clientes. En resumen, la dinámica internacional y las tensiones comerciales que afectan a Estados Unidos y China, junto con repercusiones globales en la cadena de suministros y logística, generan un escenario complejo para la industria del calzado deportivo.
No obstante, la diversificación geográfica de la producción, el poder para ajustar precios y una posición robusta en el mercado son factores clave que diferencian a las compañías que podrán resistir mejor la presión arancelaria. Este contexto invita a los inversores a analizar detenidamente cómo cada marca está estructurando sus operaciones y su propuesta de valor para entender su potencial de crecimiento sostenido. La capacidad para navegar exitosamente en este entorno desafiante dependerá en gran medida de decisiones estratégicas en materia de cadena de suministro y mercadeo, así como del seguimiento continuo a las evoluciones políticas que afectan el comercio internacional. Por ende, las compañías que puedan anticipar estos movimientos y actuar con rapidez estarán mejor posicionadas para mantener su rentabilidad y continuar liderando el mercado global del calzado deportivo.