El lanzamiento de Soneium, la nueva blockchain desarrollada por Sony, ha despertado una ola de controversia en la comunidad cripto. Este 13 de enero de 2025, la empresa japonesa, reconocida mundialmente por su innovadora tecnología y su influencia en el entretenimiento, presentó oficialmente su blockchain de segunda capa basada en Ethereum. Sin embargo, lo que debería haber sido motivo de celebración se ha convertido en un tema candente debido a las políticas restrictivas que Soneium ha implementado desde su inicio. Soneium ha sido un proyecto anticipado desde su anuncio inicial en agosto de 2024. La idea de una blockchain desarrollada por una empresa de tecnología de renombre como Sony ha atraído tanto a entusiastas del blockchain como a potenciales inversionistas.
Durante su fase de prueba, Soneium logró ganar una buena reputación, siendo un espacio abierto para la experimentación y la creación. Sin embargo, con el lanzamiento del mainnet se revelaron decisiones que cuestionan los principios fundamentales del ecosistema cripto. Uno de los aspectos más criticados de Soneium es su decisión de "cancelar" ciertas criptomonedas, particularmente aquellas clasificadas como memecoins. Informes indican que la blockchain está "activamente bloqueando" tokens que no encajan en su visión, lo que ha llevado a preocupaciones sobre la capacidad de los usuarios para transaccionar libremente. Este tipo de censura es vista por muchos como un retorno a las características centralizadas de sistemas que el movimiento cripto pretendía reemplazar.
Los analistas y expertos en la comunidad cripto se han manifestado al respecto. Un comentarista conocido en Twitter, que se hace llamar alon, reaccionó ante el anuncio diciendo que la nueva blockchain de Ethereum de Sony "está activamente blacklistando memecoins que no les gustan, destruyendo instantáneamente las posiciones de los usuarios". Esta fuerte afirmación resuena con una creciente inquietud sobre la naturaleza permisiva y libre que ha caracterizado al entorno cripto desde sus inicios. Sin embargo, no todos los comentarios han sido negativos. Algunos defensores del enfoque de Sony argumentan que ciertos niveles de control y cumplimiento normativo son necesarios en la industria.
Un usuario bajo el seudónimo de chainyoda, argumentó que la censura implementada por Soneium es "una característica, no un error". Afirma que las cadenas específicas deberían poder elegir sus parámetros de cumplimiento y riesgos. Este enfoque ha enviado un mensaje confuso a la comunidad cripto, que ha luchado por el principio de la descentralización. El debate sobre la censura ha llevado a un acalorado intercambio de opiniones. Robert Sasu, un conocido desarrollador de blockchain, se unió a la conversación en Twitter citando tanto a alon como a chainyoda y expresó su desdén por la noción de que la censura podría ser vista como un rasgo positivo.
"La centralización nunca fue una característica de un libro de contabilidad público y descentralizado. Este mundo siempre ha sido sobre total libertad y naturaleza permisionada", refutó Sasu. Sus palabras resuenan en el corazón de muchos que ven a la blockchain como una lucha constante contra la censura y el control. Otra muestra del descontento general se manifestó a través de un video compartido por un usuario llamado Pop Punk. En el video, este intenta acceder a un token ERC-20 al explorar el bloque de Soneium.
La pantalla muestra un error que indica "Acceso prohibido", mientras que otros tokens como Wrapped Ethereum (WETH) son accesibles sin inconvenientes. La frustración de los usuarios es evidente, y esta situación hace eco de una creciente desconfianza hacia una plataforma que se supone que debería empoderar a los creativos y a las comunidades. Sony ha defendido su postura, argumentando que las restricciones a los contratos y el blacklistado de tokens están diseñados para proteger los derechos de propiedad intelectual y mitigar riesgos tras actividades maliciosas. "En Soneium, estamos comprometidos con fomentar un ecosistema seguro y respetuoso, protegiendo los derechos de propiedad intelectual y resguardando a los usuarios de actividades maliciosas", declaró la compañía en un comunicado. Sin embargo, este enfoque ha dejado a muchos preguntándose si es necesario desarrollar una blockchain que se basa en la eliminación de la permisión si su objetivo es ofrecer lo que otras bases de datos centralizadas ya han proporcionado durante años.
Es cierto que las medidas implícitas de censura y vigilancia son preocupantes y posiblemente marquen un nuevo estándar en el desarrollo de futuros proyectos dentro de la industria cripto, especialmente a medida que más empresas tradicionales comienzan a explorar el espacio. La pregunta permanece: ¿por qué una empresa del tamaño y la influencia de Sony sentiría la necesidad de desarrollar una blockchain que debería prosperar en la naturaleza permisible, si la compañía se acerca a políticas de control rígidas que parecen contradecir la filosofía fundamental del cripto? Los inversionistas y usuarios del ecosistema deberán sopesar las implicaciones a largo plazo de este desarrollo. Mientras algunos defienden la autorregulación y el enfoque de cumplimiento, otros ven el potencial de futuro de la blockchain amenazado por decisiones que podrían alienar a usuarios y desarrolladores. Si Soneium determina lo que se puede y no se puede alojar en su red, entonces la visión de un internet abierto y descentralizado podría estar en riesgo. El lanzamiento de Soneium está destinado a dejar huella en la comunidad cripto.
A medida que los debates sobre su naturaleza y políticas continúan, los usuarios deberán reflexionar sobre el tipo de ecosistema que desean apoyar y en el que elijan participar. La llegada de grandes corporaciones al mundo blockchain, como Sony, trae consigo una mezcla de innovación y desafíos. Solo el tiempo dirá si esta nueva plataforma será un catalizador para el futuro del cripto o si, por el contrario, se convertirá en otro ejemplo de cómo la centralización puede amenazar los ideales de libertad y autonomía que la blockchain promovió en sus inicios.