En un movimiento estratégico que marca un hito en el mundo de las finanzas digitales, Stripe, la plataforma global de pagos, ha abierto la fase de pruebas para un innovador producto basado en una stablecoin vinculada al dólar estadounidense. Este lanzamiento llega tras la reciente adquisición de Bridge, una red de pagos especializada en stablecoins, lo que promete transformar la forma en que las empresas internacionales procesan transacciones en divisas digitales y expandir la influencia del dólar en mercados emergentes y establecidos fuera de Estados Unidos, Reino Unido y Europa. La integración de Bridge en la infraestructura tecnológica de Stripe representa un paso trascendental para la compañía, que durante más de una década ha mostrado interés en construir una solución de pagos más ágil, segura y económica. Con esta apuesta, Stripe no solo responde a la demanda global por opciones de pagos más eficientes, sino que también desafía los sistemas tradicionales como SWIFT, utilizados históricamente para transferencias internacionales y reconocidos por sus costos elevados y lentitud. Bridge, fundada en 2022 por dos exejecutivos de Coinbase, Zach Abrams y Sean Yu, se posiciona como una red alternativa que facilita pagos rápidos en stablecoins utilizando tecnología blockchain.
Al competir directamente con los bancos y el sistema SWIFT, pone sobre la mesa una solución disruptiva que podría redefinir la dinámica del comercio internacional y las finanzas corporativas. La adquisición por parte de Stripe no solo valida el potencial de Bridge, sino que también inyecta recursos, talento y accesibilidad a una base mayor de usuarios a escala global. Patrick Collison, CEO de Stripe, confirmó a través de la plataforma X que la compañía está invitando a un número selecto de empresas a involucrarse en las etapas iniciales del programa de pruebas de esta stablecoin. Esta invitación apunta a compañías fuera de las regiones mencionadas, un movimiento que refleja el deseo de Stripe por ampliar la huella del dólar estadounidense, no solo a través de medios tradicionales sino mediante las criptomonedas respaldadas por activos estables. La naturaleza del nuevo producto implica que se trata de una stablecoin respaldada por USD, diseñada para mantener una paridad estable, lo que implica una menor volatilidad comparada con otras criptomonedas como Bitcoin o Ethereum.
Este tipo de monedas digitales ha estado ganando terreno en el ecosistema financiero, especialmente porque ofrece la velocidad y transparencia propias de la tecnología blockchain combinada con la estabilidad que demanda el mercado. La historia de Stripe en el espacio criptográfico se remonta a 2014, cuando fue la primera empresa de pagos importante en integrar Bitcoin como opción de pago. Sin embargo, debido a las demoras en transacciones y las altas comisiones del Bitcoin, Stripe decidió discontinuar esta función. En 2021, la compañía revitalizó su equipo especializado en criptoactivos para explorar nuevas oportunidades en el sector, centrándose en innovaciones que adaptaran mejor las criptomonedas a las necesidades reales de los negocios y consumidores. Gracias a esta reorientación, en octubre de 2024 Stripe presentó una opción de pago basada en stablecoins, que fue adoptada rápidamente en más de 70 países durante su jornada de lanzamiento.
Este éxito inicial evidenció el apetito global por soluciones cripto más accesibles, rápidas y económicas. Adicionalmente, a mediados de ese mismo año, Stripe colaboró con Coinbase para facilitar la conversión directa de moneda fiduciaria a criptomonedas, asegurando una experiencia integral para sus clientes. Más allá de la innovación tecnológica, el marco regulatorio ha sido un aspecto crucial para el avance del proyecto de Stripe. La obtención de la aprobación regulatoria para la adquisición de Bridge es un indicador importante del reconocimiento institucional hacia las iniciativas basadas en stablecoins. En Estados Unidos, por ejemplo, la discusión sobre la legitimación y supervisión de las stablecoins está ganando fuerza, con figuras relevantes como Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, abogando por una legislación clara que supervise el uso y la emisión de estas monedas digitales.
El mercado de stablecoins ha experimentado un crecimiento sustancial a nivel global. Según datos de DefiLlama a abril de 2025, la capitalización total de mercado de stablecoins ronda los 237.5 mil millones de dólares. Este crecimiento refleja una tendencia creciente tanto en inversión como en adopción entre consumidores, empresas y entidades financieras que buscan aprovechar las ventajas de la blockchain sin la incertidumbre derivada de la volatilidad. El interés de las grandes compañías tecnológicas en las stablecoins no es nuevo.
PayPal, por ejemplo, lanzó su propia stablecoin en 2023 y recientemente anunció que ofrecerá rendimientos a los poseedores de su token, una estrategia para fomentar la retención y el uso de activos digitales. Por su parte, Stripe pone el foco en crear productos que verdaderamente impulsen la integración de las stablecoins en el flujo financiero cotidiano de las empresas a nivel internacional. Este giro estratégico podría posicionar a Stripe como uno de los protagonistas en la evolución hacia un sistema de pagos global más descentralizado, eficiente y transparente. Además, la posibilidad de realizar pagos y transferencias internacionales con una stablecoin dólar como núcleo posibilita reducir los costos asociados a intermediarios, disminuir el tiempo de procesamiento y eliminar barreras geográficas que afectan a comercios internacionales, startups y empresas multinacionales. Para los negocios situados fuera de Estados Unidos, Reino Unido y Europa, este producto ofrece una oportunidad para acceder a mercados globales con una moneda digital que mantiene estabilidad en valor, evitando la incertidumbre que genera la fluctuación de otras criptomonedas.
Además, pueden integrar esta solución sin necesidad de depender exclusivamente de los sistemas bancarios tradicionales ni de redes SWIFT, haciendo sus operaciones más ágiles y económicas. El avance de Stripe en el terreno de la stablecoin surge en un momento en el que otras plataformas fintech buscan incorporar tecnologías similares para mejorar sus servicios. El contexto global, marcado por la digitalización creciente de la economía y por el interés de los países y reguladores en monitorear y capitalizar las monedas digitales, crea un escenario propicio para que las soluciones de Stripe ganen aceptación y posicionamiento. Es relevante destacar que la creación de esta stablecoin no solo tiene una dimensión tecnológica sino también estratégica en términos de geopolitica financiera. La expansión del dólar a través de medios digitales podría fortalecer su papel como moneda de reserva mundial, especialmente en regiones donde el acceso a servicios financieros en dólares es limitado o engorroso.
Stripe, con esta iniciativa, reafirma su compromiso con la innovación y la digitalización de los pagos, anticipándose a una tendencia que va mucho más allá de las criptomonedas y que involucra la reinvención del sistema financiero global. La alianza con Bridge aporta el conocimiento, la tecnología y el marco necesario para lanzar un producto que posiblemente defina el futuro del comercio internacional. A medida que Stripe avanza en esta fase de pruebas, el mercado y la comunidad tecnológica esperan novedades sobre el alcance, funcionalidades específicas y posibles integraciones adicionales que pueda ofrecer esta stablecoin. Las empresas que participen en este piloto tendrán la oportunidad de experimentar y moldear un producto que potencialmente transformará sus operaciones y abrirá nuevas puertas en el ecosistema financiero digital. Por otro lado, el impulso hacia las monedas digitales respaldadas por activos estables no está exento de desafíos.
Se requiere una regulación sólida que proteja a los usuarios y evite riesgos sistémicos asociados a la emisión excesiva o a la falta de transparencia. La colaboración entre el sector privado, los reguladores y los especialistas en tecnología será fundamental para que estas innovaciones prosperen de manera segura y beneficiosa para todas las partes. En definitiva, el nuevo producto de Stripe basado en stablecoins, soportado por la red Bridge, es un testimonio de que el futuro de los pagos mundiales está en la convergencia entre la tecnología blockchain, la regulación y la adaptabilidad a las necesidades reales del mercado global. La democratización del acceso a pagos más rápidos, económicos y confiables no solo transformará los negocios, sino que también podría contribuir a una economía digital más inclusiva y conectada. Este desarrollo refuerza la importancia de seguir de cerca las tendencias en criptoactivos, la evolución normativa y las innovaciones tecnológicas para comprender cómo el dinero digital rediseñará las relaciones comerciales y potenciará nuevas oportunidades en la era global.
Stripe, con su visión y capacidad de ejecución, se posiciona como un actor clave que puede acelerar esta transformación y redefinir las reglas del juego en la economía digital del siglo XXI.
