El debate presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, llevado a cabo el 10 de septiembre de 2024 en Filadelfia, ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros, generando movimientos inesperados en las acciones y una reevaluación de las posibilidades de ambos candidatos. Tras un intercambio combativo, los inversionistas ajustaron rápidamente sus posiciones ante la creciente percepción de que Harris podría tener una ventaja en la contienda electoral. Una muestra clara de esta reacción se observó en las acciones del grupo Trump Media & Technology, que experimentaron una caída del 13%, reflejando el escepticismo creciente respecto a las posibilidades de triunfo de Trump. Otros activos relacionados con Trump, como las criptomonedas, también sufrieron una caída, mientras que las acciones de empresas del sector solar, que se beneficiaría de una victoria de Harris, vieron un repunte notorio. Durante el debate, ambos candidatos abordaron una variedad de temas, desde la economía hasta la inmigración.
Sin embargo, lo que resonó más entre los analistas fue la percepción generalizada de que Harris logró destacar en el intercambio. Esta evaluación fue reflejada en los mercados de apuestas, donde las probabilidades de triunfo de Harris aumentaron de 53 a 55 centavos en PredictIt, mientras que las de Trump disminuyeron de 52 a 47 centavos. Alvin Tan, jefe de estrategia de divisas en RBC Capital Markets en Singapur, comentó: "Hay una opinión general de que Harris ganó el debate. No es un triunfo rotundo para ella, pero las posibilidades de una victoria de Trump han disminuido un poco". Las perspectivas políticas de ambos candidatos se entrelazan con preocupaciones inmediatas sobre la economía de Estados Unidos, que ha mostrado signos de debilidad reciente, como lo demuestran informes de empleo decepcionantes.
El S&P 500, un índice que refleja la salud del mercado de valores estadounidense, registró su peor pérdida semanal desde marzo de 2023, aunque aún se mantiene con un aumento aproximado del 15% en lo que va del año. Esto pone de manifiesto que, si bien los debates políticos son cruciales, también se ven ensombrecidos por los cambios macroeconómicos que afectan a los inversionistas. Además, la importancia de las percepciones sobre los candidatos no puede subestimarse. Las elecciones de 2024 podrían depender de márgenes estrechos en varios estados clave, lo que hace que cada cambio en la opinión pública resuene en el mercado. Charu Chanana, estratega global de Saxo, destacó que el debate ha logrado proporcionar una ventaja decisiva a uno de los candidatos en lo que ha sido una carrera excepcionalmente reñida.
A medida que los inversionistas evaluaban las repercusiones de la contienda, fue evidente que diferentes sectores del mercado reaccionaron de maneras no homogéneas. Las acciones de las empresas que operan instalaciones correccionales cayeron, en parte debido a la postura de Harris respecto a la inmigración y su enfoque en las políticas progresistas, mientras que las acciones de los fabricantes de energía solar aumentaron. Uno de los puntos de declaración de Harris durante el debate fue su crítica a las políticas de tarifas de Trump, a las que consideró una carga para la clase media. Por otro lado, Trump mantuvo su postura, defendiendo su enfoque agresivo para mantener la competitividad estadounidense. Esta tensión entre los dos enfoques refleja no solo diferencias ideológicas, sino también diferentes visiones sobre la dirección futura de la economía, lo que afecta las percepciones del mercado.
Los analistas también se están interrogando sobre cómo las políticas económicas de cada candidato podrían influir en el mercado de acciones y en las tasas de interés. Mientras que Trump promete recortes fiscales y una postura firme en el comercio, Harris ha propuesto aumentar la tasa del impuesto corporativo del 21% al 28%. Si bien algunos en Wall Street creen que esto podría perjudicar las ganancias corporativas, otros sostienen que un enfoque menos agresivo de Harris podría estabilizar el mercado de bonos y beneficiar a las grandes empresas tecnológicas. El debate también se centró en la cuestión de la inflación, un tema que ha tenido un peso significativo en la administración actual. Trump aprovechó la oportunidad para criticar la inflación persistente durante el mandato de Biden, mientras que Harris argumentó a favor de políticas que podría implementar para controlar los costos de medicamentos y otros gastos de consumo.
Sin embargo, la discusión sobre políticas económicas podría permanecer en el aire por un tiempo más. Sonu Varghese, estratega macro global de Carson Group, destacó que “no hubo mucha discusión sustantiva sobre políticas”. Las decisiones económicas que se tomen en el próximo año dependerán, en gran medida, de la composición del Senado y de la Cámara de Representantes, lo que añade un nivel adicional de incertidumbre para los inversionistas. En resumen, el debate entre Trump y Harris marcó un punto de inflexión para los mercados, dejando a los inversionistas reflexionando sobre el futuro político y económico de Estados Unidos. A medida que la contienda electoral se intensifica, será esencial observar cómo los cambios en la opinión pública y las percepciones sobre los candidatos siguen influenciando las decisiones del mercado.
La volatilidad en las acciones y otros activos muestra cómo el pueblo estadounidense sigue profundamente interesado en el futuro que proponen ambos candidatos. De cara a noviembre, se espera que las campañas sigan siendo notícia relevante, influyendo en la confianza del consumidor y, en última instancia, en la trayectoria económica del país. La intersección entre política y economía será un campo de batalla clave, donde las impresiones diarias podrían traducirse en grandes movimientos de mercado.