En el vertiginoso mundo de las criptomonedas, el año 2017 se destacó como un periodo de explosiva popularidad y crecimiento sin precedentes. En este contexto, diversas criptomonedas alcanzaron la cúspide de su valor, transformándose en temas de conversación tanto en el ámbito financiero como en el social. En este artículo, haremos un recorrido por las principales criptomonedas de 2017 y exploraremos los factores que contribuyeron a su éxito. El fenómeno del Bitcoin, la primera y más conocida criptomoneda, continuó su ascenso en 2017. Desde sus orígenes en 2009, Bitcoin había ido ganando un espacio en el mercado, pero fue en este año cuando su valor se disparó de manera espectacular.
A principios de 2017, el Bitcoin se cotizaba alrededor de 1,000 dólares, y a finales del año, alcanzó una mágica cifra de casi 20,000 dólares. Este aumento del 1,900% atrajo la atención de inversores y especuladores por igual, convirtiendo la criptomoneda en un activo deseado. La demanda por Bitcoin creció exponencialmente, impulsada por la creciente adopción y los anuncios de importantes instituciones financieras que comenzaban a ofrecer servicios relacionados con criptomonedas. Otra criptomoneda que logró marcar una diferencia significativa fue Ethereum. Ethereum no solo se destacó por ser una alternativa al Bitcoin, sino también por su plataforma que permitía la creación de contratos inteligentes y aplicaciones descentralizadas.
En 2017, el precio de Ethereum aumentó dramáticamente, comenzando el año con un valor de cerca de 8 dólares y alcanzando alrededor de 700 dólares en diciembre. El interés en Ethereum fue catalizado por el auge de las "ofertas iniciales de monedas" (ICO), muchas de las cuales se lanzaron sobre su plataforma. Esto convirtió a Ethereum en una de las criptomonedas más prometedoras del año, además de atraer la mirada de grandes inversores y empresas tecnológicas. Ripple, por su parte, se convirtió en un actor clave en el ámbito de las transacciones financieras internacionales. Esta criptomoneda se diferenció de sus competidores al establecer conexiones con instituciones bancarias y ofrecer soluciones para mejorar la eficiencia de las transferencias de dinero transfronterizas.
En 2017, el valor de Ripple se disparó, comenzando el año a aproximadamente 0.006 dólares y finalizando en más de 2.50 dólares. Su modelo de negocio, que apuntaba a facilitar la comunicación entre bancos y eliminar intermediarios, atrajo la atención del sector financiero tradicional y la creación de asociaciones con entidades bancarias consolidó su reputación. Litecoin también tuvo un año notable en 2017.
Concebida como el "plata de Bitcoin", Litecoin ofrecía tiempos de transacción más rápidos y un algoritmo diferente que enterraba el miedo a la centralización en la minería de criptomonedas. Alcanzó un precio de alrededor de 360 dólares en diciembre, después de empezar el año bajo los 4 dólares. El crecimiento de Litecoin fue impulsado por el aumento de la conciencia sobre las criptomonedas y la constante búsqueda de opciones más eficientes en la comunidad de inversores. No podemos dejar de mencionar a Bitcoin Cash, que surgió en agosto de 2017 como un "fork" de Bitcoin. Esta bifurcación se creó para abordar los problemas de escalabilidad que enfrentaba Bitcoin, permitiendo un mayor tamaño de bloque y, por ende, facilitando más transacciones en un tiempo reducido.
El lanzamiento de Bitcoin Cash generó un gran revuelo en la comunidad de criptomonedas, y rápidamente ganó valor en el mercado. Su aparición condujo a debates intensos sobre el futuro de Bitcoin y la dirección que deberían tomar las criptomonedas en general. Además de estas criptomonedas, otros activos digitales como Cardano, Stellar y IOTA también experimentaron crescendos en sus precios y popularidad. Cardano se destacó por su enfoque en la investigación académica, buscando un enfoque más formal en el desarrollo de blockchain. Stellar, enfocado en facilitar los pagos transfronterizos, recibió impulso a raíz de su colaboración con importantes organizaciones.
Por otro lado, IOTA, con su innovadora tecnología de Tangle, prometía una solución sin tarifas para el Internet de las Cosas, lo que atrajo la atención de entusiastas y desarrolladores. La popularidad de las criptomonedas en 2017 se puede atribuir a varios factores. En primer lugar, el creciente interés de las instituciones financieras y grandes inversores en el espacio de las criptomonedas comenzó a legitimar el sector. La creación de futuros de Bitcoin en los mercados de valores fue un hito que proporcionó un acceso más amplio a los inversores. Por otro lado, el aumento de la cobertura mediática y la curiosidad del público hicieron que muchas personas se aventuraran a aprender e invertir en criptomonedas.
Sin embargo, es importante también mencionar los riesgos asociados con la inversión en criptomonedas. A medida que el precio de múltiples criptomonedas se disparaba, muchos inversores comenzaron a adquirir activos sin una comprensión clara de los riesgos involucrados. La alta volatilidad y la falta de regulación en el mercado llevaron a que muchos perdieran importantes cantidades de dinero cuando el mercado comenzó a corregirse hacia finales de 2017 y principios de 2018. A medida que avanzamos desde 2017, el ecosistema de criptomonedas sigue evolucionando. Si bien algunas de las criptomonedas que triunfaron en este año han enfrentado desafíos, otras han logrado adaptarse y seguir creciendo.
El legado del año 2017 sigue presente en la actualidad, ya que sentó las bases para un mercado más maduro y una mayor aceptación de las criptomonedas como herramientas financieras legítimas. En conclusión, 2017 fue un año que marcó un antes y un después en la historia de las criptomonedas. El crecimiento significativo en el valor y la aceptación generalizada de varios activos digitales no solo capturó la atención del público, sino que también provocó reflexiones profundas sobre el futuro de las finanzas y la tecnología. A medida que el mundo continúa explorando el potencial de las criptomonedas, será fascinante observar cómo las lecciones aprendidas en ese año influyen en el desarrollo del mercado y en la creación de un entorno más seguro y eficiente para los inversores y usuarios de criptomonedas.