En el corazón del zoológico Khao Kheow, en Tailandia, un pequeño hipopótamo pigmeo llamado Moo Deng ha capturado la atención del mundo entero. Desde su primera aparición pública a los dos meses, el 25 de julio de 2024, esta adorable criatura no solo se ha convertido en el centro de atención del zoológico, sino que también ha revolucionado las redes sociales, convirtiéndose en una auténtica sensación viral. Moo Deng nació el 10 de julio de 2024, y desde su debut ante el público, sus travesuras y encantos han conquistado tanto a los visitantes del zoológico como a los internautas. Desde que su rostro se asomó en las plataformas digitales, las redes sociales del zoológico han visto un crecimiento exponencial en seguidores. En Twitter (ahora conocido como X) ya cuenta con más de 56,000 seguidores, y en Facebook ha alcanzado los 430,000.
Pero su éxito no se detiene ahí: en TikTok, los videos de Moo Deng han acumulado más de dos millones de seguidores, lo que la ha catapultado al estatus de ícono de la cultura pop. Lo que hace a Moo Deng tan especial no es solo su aspecto adorable, sino también su personalidad única. Cada movimiento, desde sus pequeñas explosiones de energía hasta sus momentos de tranquilidad, se ha vuelto un contenido altamente compartible. Los videos en los que se le ve jugando bajo el agua o cerrando su boca de manera melodramática han resonado con una audiencia global, provocando risas y ternura. Un clip donde muestra sus nuevos dientes se volvió un fenómeno en las redes, generando miles de 'me gusta' y comentarios.
Las publicaciones sobre Moo Deng han inspirado una combinación de amor y creatividad. Los fans han comenzado a crear arte, memes e incluso tutoriales de maquillaje inspirados en su apariencia. Una peculiaridad que ha destacado es su tendencia a aparecer "mojada e inexplicable", como diría un fan en Twitter, y es esto precisamente lo que ha llevado a algunos, incluyendo a la famosa cadena de cosmeticos Sephora Tailandia, a sugerir tonos de rubor que imitan sus mejillas. La creación de un café en Bangkok que ofrece pasteles con forma de Moo Deng es solo otro ejemplo de cómo su imagen ha permeado en la cultura popular tailandesa. La hipopótamo ha logrado atraer no solo a aficionados a la fauna, sino a personas que nunca antes habrían prestado atención a una especie en peligro de extinción.
Sin embargo, rápidamente se ha hecho evidente que la fama trae consigo desafíos. Con el auge de la popularidad de Moo Deng, ha habido un incremento en el comportamiento imprudente por parte de algunos visitantes del zoológico. Ha habido casos reportados en los que las personas, en su deseo de obtener una imagen perfecta o un video gracioso, han comenzado a arrojar alimentos y objetos dentro de su recinto. Esto no solo representa un riesgo para la seguridad de Moo Deng, sino que también pone en peligro su bienestar general. Ante estas preocupaciones, la dirección del zoológico, encabezada por Narongwit Chodchoi, ha dado un paso al frente.
Han implementado medidas de vigilancia en torno a la zona de Moo Deng, con cámaras de seguridad que monitorean su espacio las 24 horas. Además, han advertido a los visitantes sobre las graves consecuencias de estas acciones inapropiadas y han dejado claro que tomarán acciones legales en caso de que se repitan incidentes que comprometan la seguridad de Moo Deng. Moo Deng y su familia son hipopótamos pigmeos, una especie que se clasifica como en peligro de extinción en la Lista Roja de la UICN. Según un estudio de 1993, se estima que su población salvaje oscila entre 2,000 y 2,500 individuos, lo que significa que cada vida cuenta. Este tipo de hipopótamo, nativo de los pantanos y bosques ribereños de África Occidental, enfrenta serias amenazas debido a la destrucción de su hábitat por la tala, la minería y la caza furtiva.
La situación de Moo Deng ha despertado un debate entre defensores de la fauna y expertos en conservación. Edwin Wiek, fundador de la Wildlife Friends Foundation Thailand, ha enfatizado la importancia de redoblar esfuerzos para fortalecer la conservación de esta especie en su hábitat natural, sugiriendo que mantener animales en zoológicos debe ser una medida más crítica y reflexionada, dado el estado de vulnerabilidad de estos hipopótamos. A medida que Moo Deng continúa disfrutando de su ascenso a la fama, su historia plantea preguntas sobre la ética detrás de la conservación en un mundo donde la viralidad puede impulsar tanto la conciencia como los riesgos. Hay una sensación de dualidad en lo que significa ser un animal en el centro del ojo público en esta era digital. Mientras que los video virales y las fotos entrañables traen alegría a millones, también surgen responsabilidades, tanto para los humanos que cuidan a estas criaturas como para los espectadores.
Al final, la historia de Moo Deng es un recordatorio de que la vida silvestre es preciosa y frágil. Aunque el pequeño hipopótamo mantiene a todos entretenidos, su existencia también pone de relieve la necesidad de conservación activa y la protección de su especie. Moo Deng no es solo un ícono de las redes sociales; es un símbolo de la lucha por la supervivencia de los hipopótamos pigmeos y un llamado a la acción para todos nosotros. Su viaje de "bebé del zoológico a icono de las redes sociales" es sin duda fascinante, pero es fundamental que continuemos ejerciendo la responsabilidad de garantizar que historias como la suya no terminen en una tragedia.