En octubre de 2024, la Administración del Seguro Social (SSA) anunció oficialmente el aumento del ajuste por costo de vida (COLA, por sus siglas en inglés) para el año 2025. Este anuncio es un tema de gran relevancia para los 72.5 millones de beneficiarios que dependen de los pagos del Seguro Social, incluyendo jubilaciones, pensiones de sobrevivientes, Seguro por Discapacidad del Seguro Social y el Ingreso de Seguridad Suplementario. De acuerdo con las cifras divulgadas, se estima que el COLA para 2025 será del 2.5%, comenzando a aplicarse en enero.
Este incremento, aunque significativo, representa una disminución en comparación con el aumento del 3.2% de 2024 y el notable incremento del 8.7% que se implementó en 2023. Las razones detrás de este ajuste más moderado son principalmente la desaceleración de la inflación, un fenómeno que ha impactado la economía a nivel mundial en los últimos años. Para los beneficiarios, la comunicación oficial sobre el nuevo COLA llegará en diciembre a través de un aviso en el Centro de Mensajes de sus cuentas de "Mi Seguro Social".
Aquellos que se registraron en esta plataforma podrán acceder a detalles específicos sobre la nueva cantidad de su paga. Esto será fundamental para los beneficiarios, muchos de los cuales dependen en gran medida de esos ingresos para cubrir sus gastos diarios, desde alimentos hasta atención médica. El ajuste por costo de vida es vital para asegurar que los pagos del Seguro Social mantengan su relevancia frente a los aumentos en los precios de bienes y servicios. La SSA determina el COLA utilizando el Índice de Precios al Consumidor para Trabajadores Urbanos y Empleados de Escritorio (CPI-W, por sus siglas en inglés), que mide el cambio promedio en los precios. Este índice se actualiza mensualmente por la Oficina de Estadísticas Laborales y es la base para calcular los ajustes anuales en los beneficios.
Los expertos pronosticaron un ajuste del 2.5%, que se confirmó con el anuncio de la SSA. Sin embargo, organizaciones como la Liga de Ciudadanos de la Tercera Edad, un grupo de defensa no partidista para adultos mayores, han expresado su descontento con este porcentaje, afirmando que el CPI-W no refleja adecuadamente la inflación que enfrentan los jubilados. En una encuesta reciente realizada a 3,000 adultos mayores, el 72% de los encuestados manifestó que debería ser una prioridad para el Congreso cambiar la fórmula utilizada para el cálculo del COLA a un índice que represente mejor los costos que afectan a los ancianos. Shannon Benton, directora ejecutiva de TSCL, destacó que “el 67% de los ancianos dependen de la Seguridad Social para más de la mitad de sus ingresos, y el 62% de ellos están preocupados de que sus ingresos de jubilación no sean suficientes para cubrir necesidades básicas como alimentos y atención médica”.
Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad económica de una gran parte de la población de adultos mayores en Estados Unidos. El impacto de este COLA se traduce en un incremento aproximado de $48 en el beneficio mensual promedio de los beneficiarios. A pesar de que este aumento puede parecer positivo, muchos se preguntan si es realmente suficiente para contrarrestar el efecto de la inflación y el aumento de los costos de vida en general. La historia reciente de ajustes de COLA muestra una tendencia de fluctuaciones significativas en los últimos años: desde un aumento del 1.3% en 2021 hasta el histórico 8.
7% en 2023, a pesar de que la tendencia actual sugiere un retorno a cifras más modestas. El análisis de los ajustes de COLA entre 2020 y 2025 revela un panorama de variabilidad. Si bien el COLA del 2.5% para 2025 es una respuesta esperada a la disminución de la inflación comparativa, el problema que persiste son los desafíos económicos a los que se enfrenta una población que sobrevive en su mayoría con ingresos fijos. En ese sentido, muchos beneficiarios se sienten atrapados en un ciclo de incertidumbre financiera, donde cada ajuste, ya sea positivo o negativo, juega un papel crucial en su calidad de vida.
Es fundamental que los futuros ajustes de COLA consideren no solo los índices de inflación, sino también factores adicionales que afectan a las generaciones mayores. Invertir en estudios y en investigaciones que ayuden a adaptar el índice y la fórmula utilizada para calcular el COLA podría proporcionar una solución a largo plazo que se ajusta mejor a la realidad económica de los adultos mayores. A medida que el 2025 se acerca y las implementaciones del COLA comienzan a ser efectivas, es importante que los beneficiarios se mantengan informados sobre sus derechos, el proceso de ajuste y las diversas ayudas gubernamentales adicionales que pueden complementar sus ingresos. Programas como el Seguro por Discapacidad del Seguro Social, el Ingreso de Seguridad Suplementario, y otros programas de asistencia pueden proporcionar un respiro a quienes enfrentan dificultades. El ajuste por costo de vida es una herramienta crucial para afrontar el aumento de la inflación y asegurar que los beneficiarios tengan acceso a los recursos necesarios para vivir con dignidad.
A medida que los sectores interesados, incluidos los defensores de los derechos de los ancianos, continúan luchando por políticas más justas, el debate sobre cómo mejorar estas métricas y adaptarlas a las realidades económicas actuales seguirá siendo de vital importancia. En última instancia, la historia del COLA es también un reflejo de cómo una sociedad valora y apoya a sus miembros más vulnerables. La atención a las necesidades de los más mayores, que a menudo han contribuido a la prosperidad del país, no sólo se convierte en un imperativo moral, sino también en una cuestión de justicia social. La expectativa es que, a través de estos debates y cambios futuros en la legislación, se logre crear un sistema que no sólo ajuste el valor en dólares, sino que garantice una calidad de vida digna para todos los jubilados.