En un giro inesperado de los acontecimientos, Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos, parece haber perdido millones en una inversión que, en su momento, se presentó como un gran éxito: su hotel en Washington D.C. Aunque en 2022 logró vender el Trump International Hotel por unos impresionantes 127 millones de dólares, los problemas financieros relacionados con la venta han dejado un rastro de complicaciones que ahora lo persiguen. La historia comienza en 2012, cuando Trump ganó un complicado proceso de licitación para transformar la antigua oficina postal de Washington D.C.
, un edificio histórico pero en mal estado, en un lujoso hotel de 263 habitaciones. La propiedad, situada a pocas calles de la Casa Blanca, seguiría siendo de propiedad del gobierno de Estados Unidos, mientras que Trump se comprometió a invertir 200 millones de dólares en la restauración del edificio y a pagar un alquiler mensual de al menos 250,000 dólares durante 60 años. Esta decisión de Trump de restaurar un edificio emblemático fue vista como una jugada maestra, especialmente cuando ganó la licitación frente a un consorcio de Hilton Worldwide. Sin embargo, el éxito inicial se convirtió rápidamente en un terreno inestable. Al poco tiempo de abrir sus puertas en octubre de 2016, el hotel se consolidó como un punto de encuentro para la élite política, recibiendo numerosos pagos de comités republicanos y figuras políticas.
A pesar de esto, la afluencia de ingresos no compensó las expectativas iniciales de Trump, ya que pronto quedó claro que su modelo de negocio era defectuoso. En 2017, los ingresos del hotel fueron de 52 millones de dólares, muy por debajo de los 87 millones que la organización de Trump había proyectado. Para 2019, los ingresos apenas alcanzaron los mismos niveles, y la llegada de la pandemia de Covid-19 provocó un desplome de más del 60% en las ganancias, dejando al hotel con apenas 20 millones de dólares en ingresos. Frente a estas pérdidas, Trump intentó vender el hotel en 2019 por la exorbitante suma de 500 millones de dólares. Sin embargo, dado que no recibió ofertas cercanas a ese precio, decidió pausar la venta.
Fue solo bajo nuevas circunstancias en 2021 que finalmente encontró un comprador: CGI Merchant Group, un grupo de inversión con sede en Miami. Aparentemente, el negocio fue ventajoso para Trump, quien se deshacía de una carga financiera mientras obtendría una considerable ganancia monetaria. El acuerdo finalizó con un precio de 375 millones de dólares, pero lo que muchos no sabían era que, para facilitar la venta, Trump tuvo que prestar 28 millones de dólares al nuevo propietario para cubrir los impuestos de transferencia y la hipoteca. En el primer semestre de 2022, aunque el hotel se reabrió bajo la marca Waldorf Astoria, las cosas no cambiaron mucho para la propiedad. A pesar del cambio de nombre, el hotel mantuvo su apariencia, su clientela y, en gran medida, su personal.
Sin embargo, el nuevo propietario pronto enfrentó dificultades financieras, lo que resultó en la falta de pago de la deuda contraída con Trump solo seis meses después de la reanudación de las operaciones. CGI Merchant Group no pudo hacer frente a los pagos que se habían renegociado en varias ocasiones hasta que finalmente, en un giro desafortunado, se vio obligado a entrar en un proceso de ejecución hipotecaria. Se alegó que la empresa no había hecho ningún esfuerzo significativo para cumplir con sus obligaciones financieras, lo que resultó en que la entidad principal, BDT & MSD, iniciara acciones legales para recuperar lo que se les debía. Al final, en agosto de 2023, el hotel se liquidó en una subasta pública, y el precio de venta fue de tan solo 100 millones de dólares, dejando a Trump con una deuda irrecuperable de 28 millones de dólares a la que nunca volvería a tener acceso. El tema del histórico hotel, que había sido tan publicitado durante la administración Trump, terminó no solo en un desastre financiero para él, sino también en un ejemplo de cómo una inversión, que parece rentable a primera vista, puede volverse un lastre.
Con la ejecución hipotecaria del hotel, los planes originales de CGI se desvanecieron, y la reputación de Trump como magnate de los bienes raíces se ha visto empañada por esta pantalla de fracasos financieros. En la actualidad, el sistema financiero en torno al hotel sigue en la cuerda floja. Aunque las declaraciones oficiales de BDT & MSD y Hilton sugieren confianza en la operación, muchos analistas económicos cuestionan la viabilidad de la inversión a largo plazo. El leasing que heredó CGI de Trump presenta desafíos económicos que, según expertos, podrían llevar a una nueva caída del activo en el futuro. Mientras tanto, Trump se encuentra en medio de una batalla legal relacionada con su préstamo a CGI.
La demanda alega que la empresa ha incumplido sus obligaciones de pago, lo que agrega una capa de complejidad a sus problemas empresariales. Este nuevo capítulo en su historia empresarial ilustra no solo su lucha personal, sino también un patrón de decisiones empresariales arriesgadas que han sido cuestionadas desde el principio. Por otro lado, la llegada de nuevos clientes a la reabierta Waldorf Astoria, como campañas de figuras demócratas y organizaciones como Planned Parenthood, muestra una transformación en la clientela que probablemente no habría sido posible bajo la gestión de Trump. Sin duda, el cambio en la imagen del hotel, aunque superficial en muchos aspectos, ha permitido que el lugar recobre algo de popularidad y atención pública, lo que tal vez ayude a su operativa futura. En conclusión, la historia del hotel de Trump en D.
C. es un tesoro de lecciones sobre riesgo, inversión y las complejidades que pueden surgir en el mundo de los negocios. Tras un inicio brillante y una culminación que prometía grandes ganancias, la realidad de su situación refleja un recordatorio persistente de que a veces, el éxito inicial puede ocultar problemas más profundos que, eventualmente, salen a la luz. En el caso de Donald Trump, este puede ser un capítulo más en una narrativa llena de altibajos, en la que cada nuevo giro revela más sobre un personaje que ha fascinado y polarizado a la opinión pública durante años.
