En un contexto global marcado por la desaceleración económica y las incertidumbres comerciales, los principales fabricantes de maquinaria agrícola, CNH Industrial y Agco Corp., se enfrentan a un notable descenso en sus ventas y rentabilidad. La industria agrícola global atraviesa un difícil periodo, donde la demanda de tractores, cosechadoras y otros equipos pesados se ha reducido considerablemente debido a la presión financiera que enfrentan los agricultores. Esta situación está repercutiendo fuertemente en los resultados financieros de ambas compañías durante el primer trimestre del 2025, reflejando la situación compleja del sector agrícola mundial. CNH Industrial informó una reducción del 23 % en sus ventas en el primer trimestre en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que Agco Corp.
experimentó una caída aún más severa, del 30 %. La contracción en la demanda vino acompañada de una caída en los ingresos netos, que se redujeron un 64 % para CNH y un alarmante 95 % para Agco, reflejando la gravedad de los desafíos del mercado. Esta disminución en las ventas y utilidades tiene raíces profundas en la economía agrícola actual. Los agricultores están lidiando con ingresos cada vez más bajos debido a múltiples factores, entre ellos el aumento de los costos de insumos como fertilizantes y combustibles, y la volatilidad en los precios de los productos agrícolas. Estos factores afectan su capacidad de inversión para renovar o actualizar sus equipos agrícolas, lo que se traduce en una demanda más débil para los fabricantes.
Adicionalmente, las incertidumbres geopolíticas y comerciales, especialmente relacionadas con tarifarias y políticas arancelarias, generan un ambiente de espera y cautela entre los clientes. Los agricultores prefieren postergar decisiones de compra ante la falta de claridad sobre posibles aumentos en precios o restricciones comerciales, impactando directamente el ritmo de ventas. En este sentido, los costos en aumento debido a las tarifas están generando una mayor presión sobre los presupuestos tanto de los fabricantes como de los consumidores finales. Los líderes de ambas compañías se han mostrado conscientes de estos desafíos y han adoptado medidas para mitigar el impacto. CNH Industrial ha reducido su ritmo de producción para ajustar los inventarios de los concesionarios al volumen real de demanda, evitando así sobrecostos y acumulación de stock.
Agco, por su parte, también implementa estrategias similares mientras mantiene una estrecha vigilancia sobre las políticas arancelarias internacionales que podrían afectar sus operaciones globales. La diferencia en la estructura industrial de ambas empresas aporta matices distintos a su exposición al problema. Agco cuenta con una base de manufactura diversificada internacionalmente, con plantas en Francia, Brasil, Alemania, Italia, Finlandia y China, lo que la hace vulnerable a cambios en las tarifas internacionales y las condiciones comerciales en múltiples mercados. CNH Industrial, aunque global, posee una fuerte base de producción en Estados Unidos, donde aproximadamente dos tercios de sus productos se fabrican localmente, lo que podría ofrecerle cierta protección frente a los vaivenes del comercio internacional. En comparación, otras firmas como Deere & Co.
mantienen un porcentaje aún mayor de ensamblaje doméstico en Estados Unidos. Otro aspecto importante en este contexto es el papel tradicional del apoyo gubernamental a los agricultores en Estados Unidos, mediante pagos federales que actúan como amortiguadores para contrarrestar impactos de las tarifas y fluctuaciones de mercado. Sin embargo, los ejecutivos de CNH Industrial expresan incertidumbre sobre si dichas medidas serán suficientes o se mantendrán al nivel esperado durante el año 2025, sumando más dudas sobre la estabilidad y recuperación de la demanda. La expectativa, según los analistas y los mismos directivos, es que el momento más crítico de la demanda se haya alcanzado en este primer semestre del año, y que una recuperación lenta pero progresiva podría comenzar a partir del verano. No obstante, esto dependerá en gran medida de la evolución de las tensiones geopolíticas, las políticas arancelarias y la capacidad de los agricultores para adaptarse a las condiciones económicas desfavorables.
El impacto de la desaceleración económica en el sector agrícola no solo afecta a los fabricantes de maquinaria, sino que tiene un efecto en cadena sobre toda la cadena productiva agrícola, incluyendo proveedores, distribuidores e incluso los mercados financieros relacionados. La caída en la inversión en maquinaria puede ralentizar la modernización y eficiencia de la agricultura, lo que a su vez puede repercutir en la producción y en los precios globales de alimentos y materias primas. En resumen, la industria de maquinaria agrícola enfrenta uno de sus momentos más desafiantes debido a una confluencia de factores económicos y comerciales. CNH Industrial y Agco Corp., como referentes del sector, reflejan este panorama complejo con caídas significativas en ventas y rentabilidad, y estrategias centradas en la contención de costos y la adaptación a la incertidumbre del mercado global.
Mientras agricultores alrededor del mundo ajustan sus presupuestos y decisiones de inversión, el panorama para la maquinaria agrícola será de cautela y monitoreo constante durante el 2025, marcando un ciclo de transición para los fabricantes y la comunidad agrícola global.