El Destino de WazirX: El Robo de $234 Millones, Nischal Shetty Bajo Fuego y el Juego de Culpas El 18 de julio de 2024, el mundo de las criptomonedas en India se sacudió por un escándalo monumental: WazirX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más grandes del país, reportó el robo de $234 millones en activos digitales. Este evento no solo reveló serias fallas en la seguridad y la gestión de la empresa, sino que también colocó a su fundador, Nischal Shetty, bajo un intenso escrutinio. Con los usuarios clamando por respuestas y con múltiples bandos implicados, el camino hacia la recuperación de WazirX se ha convertido en una pesadilla. La historia de WazirX es un relato de ascenso y caída. Fundada en 2017, rápidamente se posicionó como un líder en el mercado indio de criptomonedas.
En su apogeo, la plataforma facilitó transacciones por valor de $38 mil millones y acumuló alrededor de 16 millones de usuarios. Sin embargo, tras un periodo de rápida expansión, las cosas comenzaron a deteriorarse notablemente. Mientras el auge de Bitcoin y otras criptomonedas estaba en su punto máximo en 2021, WazirX atrajo la atención de Binance, uno de los intercambios más importantes del mundo. En 2019, Binance adquirió WazirX, lo que llevó a unas expectativas enormes en torno a su crecimiento. Pero la situación se tornó problemática a partir de 2022, cuando las autoridades indias comenzaron a investigar a la plataforma por presuntas violaciones de la Ley de Administración de Divisas.
Con los fundadores, incluida la figura central Nischal Shetty, distanciándose de la gestión diaria de la plataforma para explorar otros proyectos, la situación se volvió cada vez más precaria. Este abandono, según ex-empleados, sentó las bases para el desastre que se avecinaba. Al final, el 18 de julio, los hackers lograron vulnerar una de las carteras multiclave de WazirX. Se dice que actores cibernéticos, presumiblemente de Corea del Norte, fueron los responsables. La metodología del robo fue audaz y meticulosamente planificada.
Los delincuentes crearon cuentas falsas para intercambiar tokens y, a través de una serie de maniobras, pudieron tomar el control del contrato inteligente que regulaba la cartera. Al final del día, lograron drenar los fondos sin necesidad de pedir más claves de acceso, lo que dejó a la plataforma en ruinas. El impacto del robo fue devastador, afectando a aproximadamente 4.3 millones de usuarios que vieron destruidas casi la mitad de sus inversiones. Ante la magnitud del robo, WazirX se vio obligado a suspender todas las transacciones y retiros, lo que intensificó la frustración de los usuarios que se sentían desprovistos de información transparente sobre cómo se manejaría esta situación.
En medio de la tormenta, Shetty y su equipo han estado buscando maneras de mitigar el daño. La compañía lanzó un programa de recompensas para ayudar a rastrear los fondos robados, ofreciendo hasta el 10% del monto recuperado. Sin embargo, la respuesta por parte de los miembros de la comunidad ha sido escéptica. Muchos ex-empleados y usuarios han acusado a la directiva de opacidad y falta de rendición de cuentas. Algunas semanas después del robo, se realizaron varias reuniones con empleados y se enviaron consultas a los medios de comunicación.
Sin embargo, la mayoría de las preguntas esenciales permanecieron sin respuesta. La comunidad está particularmente preocupada por el destino de sus inversiones y la posible insolvencia de la plataforma. Mientras tanto, el juego de culpas ha comenzado a intensificarse. WazirX ha intentado desviar la responsabilidad hacia Liminal Custody, la empresa encargada del servicio de custodia donde se alojaba la cartera comprometida. Liminal respondió alegando que WazirX tenía la responsabilidad de la seguridad de sus propios sistemas.
Esta doble responsabilidad ha provocado confusión y desconfianza entre los usuarios, que simplemente esperan claridad. No obstante, la presión sobre Shetty se ha intensificado. Cada vez más, los críticos lo acusan de haber descuidado sus deberes y de no haber estado presente para enfrentar los problemas que se estaban gestando. Algunos ex-empleados han expresado que durante los últimos dos años, los fundadores se enfocaron en otros proyectos y abandonaron a WazirX en un momento de necesidad. El escándalo ha tenido repercusiones no solo sobre la plataforma en sí, sino también sobre el ecosistema de criptomonedas en India, donde la atención de la comunidad y las autoridades ha aumentado considerablemente.
Hay llamados urgentes a que el Gobierno indio haga algo al respecto, especialmente con el impacto que el robo ha tenido en la vida de millones de inversionistas que han confiado sus ahorros a la plataforma. Mientras las autoridades indias investigan las alegaciones de irregularidades e investigan sobre la caída de WazirX, hay quienes piden regulaciones más estrictas en el sector de las criptomonedas. Muchos creen que una regulación clara y explícita podría haber evitado situaciones como esta en el futuro y ha hecho un llamado al gobierno para que comience a tomar medidas serias para proteger a los inversionistas. Por su parte, el Gobierno de India ha sido criticado por su falta de acción en un entorno que es cada vez más complejo y arriesgado para los inversores. A pesar de que la Unidad de Inteligencia Financiera (FIU) ha tomado ciertas medidas para regular las criptomonedas, muchos creen que aún queda mucho por hacer.
La ausencia de leyes específicas para la criptografía deja a los inversores vulnerables a fraudes y robos de gran escala. El futuro de WazirX parece incierto, y a medida que la crisis se desarrolla, la comunidad de criptomonedas en India sigue observando de cerca cada movimiento. Muchos inversionistas, como Ravi Kumar, un usuario afectado que había depositado más de 2.5 lakh de rupias, expresan su frustración y desconfianza hacia la plataforma. Otro inversionista, Praveen Singh, fue directo al señalar que es inaceptable que, a pesar de la enorme carga impositiva que enfrentan, el gobierno no haya intervenido para proteger a los ciudadanos.
A medida que los días se convierten en semanas desde el ataque, la presión sobre Nischal Shetty, los cofundadores y WazirX en general aumenta. La falta de transparencia, unida a las decisiones discutibles tomadas en el periodo posterior al robo, han contribuido a una creciente indignación pública. Los usuarios afectados esperan respuestas y, más importante aún, soluciones que les permitan recuperar al menos una parte de sus inversiones. Al final de cuentas, el incidente en WazirX no solo es una historia de un robo monumental, sino también un sombrío recordatorio de los riesgos que conlleva invertir en criptomonedas. La industria debe replantearse sus prácticas de seguridad, así como la necesidad urgente de un marco regulatorio que aborde las inquietudes de todos los involucrados en este ecosistema en constante evolución.
Sin una acción definitiva, el final de WazirX podría ser solo el comienzo de un capitulo mucho más oscuro para el futuro del comercio de criptomonedas en India.