El futuro de la banca y los pagos: pronósticos para 2024 En un mundo cada vez más digitalizado y globalizado, la industria bancaria y de pagos se encuentra en una encrucijada crucial. Con el avance de la tecnología y el cambio en las preferencias de los consumidores, los expertos del sector han comenzado a compartir sus pronósticos para 2024. Según un reciente informe de Retail Banker International, estas proyecciones no solo destacan los desafíos que enfrentará el sector, sino también las oportunidades de innovación que se presentan en el horizonte. Uno de los temas más comentados entre los expertos es la creciente importancia de la digitalización. La pandemia aceleró la adopción de soluciones digitales y los consumidores han llegado a esperar experiencias más ágiles y convenientes.
Se prevé que para 2024, más del 70% de las interacciones bancarias se realicen de forma digital. Esto implica una transformación no solo en la manera en que los bancos interactúan con sus clientes, sino también en la infraestructura tecnológica que utilizan. La inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (machine learning) jugarán un papel fundamental en esta evolución. Se cree que los bancos que implementen estas tecnologías podrán ofrecer servicios más personalizados y eficaces. Por ejemplo, se espera que los chatbots y asistentes virtuales, impulsados por IA, se conviertan en herramientas estándar para la atención al cliente, permitiendo a las instituciones responder a las consultas de los clientes de manera inmediata y eficiente, incluso fuera del horario laboral.
Sin embargo, la digitalización también presenta desafíos significativos, especialmente en términos de ciberseguridad. Con el aumento en la oferta de servicios digitales, los riesgos asociados a la protección de datos personales y actividades fraudulentas se incrementan. Los expertos advierten que las instituciones deben invertir en tecnología de seguridad avanzada y en la formación de su personal para detectar y prevenir fraudes. La confianza del consumidor en su banco dependerá en gran medida de la capacidad de la institución para proteger su información. En el ámbito de los pagos, se observa una tendencia creciente hacia soluciones sin contacto y sistemas basados en la nube.
Los consumidores valoran la rapidez y comodidad de las transacciones, lo que ha llevado a un auge en el uso de billeteras digitales y aplicaciones de pago. Se estima que para 2024, las transacciones sin contacto representarán más del 50% de todas las transacciones de pagos en el mundo. Este cambio no solo beneficiará a los consumidores, sino que también permitirá a los comercios mejorar su eficiencia operativa. El crecimiento de las criptomonedas y las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) es otro factor a considerar en el panorama de pagos de 2024. A medida que más países exploran la posibilidad de emitir su propia moneda digital, se espera que el marco regulatorio que rodea a las criptomonedas se vuelva más estricto.
Este tipo de regulación podría llevar a mayor aceptación de las criptomonedas por parte de las instituciones tradicionales, que podrían empezar a ofrecer servicios relacionados con ellas. A su vez, esto podría contribuir a una mayor estabilidad y confianza en el uso de criptomonedas. Los expertos también señalan que la inclusividad financiera será un tema crucial en 2024. A pesar de los avances tecnológicos, aún existen millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso a servicios bancarios básicos. Se prevé que las instituciones financieras busquen desarrollar productos adaptados a las necesidades de estos segmentos desatendidos de la población, utilizando tecnología móvil y soluciones basadas en datos para ofrecer microcréditos y otros servicios financieros.
Esta tendencia no solo podría aumentar la base de clientes de los bancos, sino también contribuir al desarrollo económico de comunidades en todo el mundo. La sostenibilidad es otro componente clave que influirá en el futuro de la banca y los pagos. A medida que la presión por adoptar prácticas sostenibles aumenta, se espera que las instituciones financieras integren criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en sus estrategias de negocio. Los consumidores actuales valoran cada vez más la ética detrás de las marcas que eligen, lo que significa que los bancos que se comprometan con iniciativas de sostenibilidad probablemente verán un aumento en la lealtad de sus clientes. El auge de las fintechs también está cambiando el panorama bancario.
Estas startups están destruyendo los modelos de negocio tradicionales, ofreciendo soluciones innovadoras que atraen a clientes más jóvenes y tecnológicamente hábiles. Se prevé que las instituciones financieras tradicionales se vean obligadas a colaborar con estas compañías fintech para mantenerse relevantes. Las alianzas estratégicas permitirán a los bancos acceder rápidamente a tecnologías avanzadas y a nuevas audiencias sin tener que desarrollarlas internamente desde cero. El horizonte de la banca y los pagos para 2024 está lleno de oportunidades y desafíos. La digitalización, la IA, la seguridad, la inclusión financiera, la sostenibilidad y la competencia de las fintechs son solo algunos de los factores que moldearán el futuro del sector.
Los bancos que adopten una mentalidad innovadora y estén dispuestos a adaptarse a las cambiantes expectativas de los consumidores estarán mejor posicionados para prosperar en este entorno. A medida que nos acercamos a 2024, es esencial que tanto las instituciones financieras como los consumidores estén preparados para un mundo en constante cambio. La forma en que gestionamos el dinero, realizamos pagos y accedemos a servicios financieros probablemente será muy diferente a lo que conocemos hoy. La clave para un futuro exitoso radicará en la capacidad del sector para adaptarse y evolucionar en respuesta a las necesidades de sus clientes y a las demandas del mercado. En conclusión, la industria bancaria y de pagos se enfrenta a un futuro emocionante y desafiante.
Los pronósticos para 2024 sugieren que los cambios serán profundos y potencialmente transformadores, y aquellos que estén dispuestos a innovar y buscar nuevas estrategias probablemente se beneficiarán enormemente en los años venideros.