En un mundo donde la tecnología y la naturaleza a menudo parecen estar en polos opuestos, surge un innovador proyecto que fusiona ambas dimensiones para diseñar espacios que no solo son confortables, sino que también estimulan los sentidos y promueven el bienestar integral. La Cúpula Biosensorial, ubicada en el pabellón The Land of NOMO durante la Expo 2025 en Osaka, Japón, es un claro ejemplo de esta fusión y un testimonio del poder oculto de los hongos y sus estructuras, los micelios, para transformar nuestro entorno construido. El diseño de interiores ha evolucionado enormemente en las últimas décadas, incorporando materiales técnicos y tecnologías inteligentes para mejorar la experiencia humana dentro de los espacios. No obstante, la naturaleza sigue siendo la fuente principal de inspiración y bienestar, especialmente cuando se trata de estimular nuestros sentidos de forma natural y preventiva. La Cúpula Biosensorial, con sus paneles elaborados a partir de micelio, lleva este concepto a un nuevo nivel, creando una atmósfera que invita a los visitantes a redescubrir la conexión con el entorno natural dentro de un espacio cerrado.
Los micelios son las redes subterráneas de los hongos, responsables de la absorción de nutrientes y el intercambio con el suelo y otros organismos. Más allá de su función ecológica, los micelios poseen propiedades excepcionales: son altamente resistentes, sostenibles y biodegradables, además de ser capaces de purificar el aire y regular la humedad. Estas características los convierten en materiales ideales para la construcción ecológica y el diseño sostenible. En el desarrollo de la Cúpula Biosensorial, Panasonic Holdings Corporation, junto a otros colaboradores expertos en micología y biotecología, lograron emplear paneles de micelio como elementos estructurales y decorativos. Estos paneles no solo aportan una textura natural y única al espacio, sino que también generan un ambiente sensorial que influye directamente sobre las percepciones olfativas, táctiles y visuales de quienes lo visitan.
El objetivo principal del proyecto fue crear un espacio que estimule los cinco sentidos humanos, generando un estado de relajación y reconexión con uno mismo. En un mundo cada vez más dominado por la información digital y el ruido sensorial, espacios como la Cúpula Biosensorial ofrecen un refugio para el descanso mental y la activación de sentidos que muchas veces permanecen adormecidos. La concepción de este espacio parte de la idea del “sensory room” o habitación sensorial, que originalmente fue diseñada para personas con necesidades especiales o sensibilidades sensoriales. Panasonic extendió esta idea hacia una propuesta más amplia, donde cualquier visitante puede experimentar sensaciones sanadoras a través de estímulos suaves y controlados de luz, sonido, aroma y textura, potenciados por la calidez y vitalidad que aporta el micelio. El proceso de creación de los paneles de micelio fue desafiante y requirió de múltiples pruebas para garantizar la calidad, durabilidad y uniformidad del material.
A diferencia de otros proyectos artísticos que emplean micelio, el reto fue desarrollar un material lo suficientemente robusto para funcionar como componente estructural dentro de la cúpula, manteniendo al mismo tiempo las propiedades sensoriales y naturales del organismo. Las pruebas incluyeron experimentos con diferentes condiciones de temperatura y humedad, además de la manipulación del crecimiento del micelio dentro de marcos de madera con formas triangulares, para lograr un recubrimiento uniforme y evitar la aparición de moho o grietas. La alianza entre Panasonic, BIOTA Inc. —una empresa especializada en análisis genómicos y diseño de ambientes saludables— y Tsukiyono Mushroom World, dedicada a la producción de hongos comestibles, fue fundamental para superar los obstáculos y llevar el proyecto a fase de producción masiva. Este tipo de colaboración interdisciplinaria refleja una nueva tendencia donde la biotecnología y la sostenibilidad convergen para diseñar materiales de construcción que no solo cumplen funciones estructurales y estéticas, sino que también mejoran la calidad de vida.
Los paneles de micelio, además de ser resistentes y ligeros, son repelentes al agua y resistentes al fuego, factores que los posicionan como una alternativa viable y ecoamigable frente a materiales convencionales como el ladrillo o el concreto. La instalación en la Expo 2025 ofrece a los visitantes una experiencia multisensorial a través del tacto, la vista, el olfato y la audición. La textura irregular y suave de los paneles invita a tocar y explorar, mientras que la fragancia sutil del micelio crea una atmósfera cálida y orgánica. Complementado con tecnología de iluminación y sonido de última generación, el espacio busca activar una respuesta emocional y cognitiva que ayude a la relajación y el despertar sensorial. Más allá de su valor innovador en diseño, la Cúpula Biosensorial simboliza la importancia de reconectar con la naturaleza en la vida urbana contemporánea.
El equipo creador espera que los visitantes, especialmente niños, puedan desarrollar una mayor sensibilidad hacia los materiales naturales y un aprecio renovado por el entorno que los rodea. Además, la experiencia demuestra que la integración de materiales vivos o derivados de organismos vivos en la construcción puede abrir nuevas vías hacia soluciones más sostenibles y saludables para nuestras casas, oficinas y espacios públicos. La capacidad del micelio de biodegradarse y regresar al suelo después de su vida útil propone un modelo circular para la industria de la construcción, reduciendo desperdicios y promoviendo la economía verde. La Cúpula Biosensorial también plantea un replanteamiento del concepto de confort en los espacios interiores. Ya no se trata solo de controlar la temperatura o el ruido, sino de generar ambientes que nutran nuestra salud mental y física, apoyándose en estímulos naturales y biocompatibles.
El ambicioso proyecto ha tenido un impacto significativo en la comunidad científica y empresarial, alentando a otras compañías y organizaciones a explorar el potencial de los micelios y otros materiales biológicos. Aunque aún quedan desafíos técnicos y de escalabilidad por resolver, la demostración práctica en la Expo 2025 es un paso decisivo hacia la adopción masiva de estas tecnologías. Al mirar hacia el futuro, el desarrollo de materiales como los paneles de micelio podría transformar radicalmente la manera en que concebimos la arquitectura y el diseño de interiores. Imaginar edificios enteros o espacios públicos construidos con este tipo de biomateriales no está tan lejos de la realidad gracias a estos avances. En conclusión, la Cúpula Biosensorial y sus paneles de micelio representan una experiencia innovadora que combina ciencia, tecnología y naturaleza para crear espacios que estimulan nuestros sentidos y promueven un bienestar integral.
Este proyecto demuestra que los hongos y sus estructuras pueden ser más que elementos del ecosistema: son aliados poderosos para diseñar un futuro más sostenible y humano. La invitación ahora es a prestar atención a estos desarrollos y reflexionar sobre cómo podemos incorporar la sabiduría de la naturaleza en nuestra vida diaria, brindando un respiro necesario en medio del ritmo acelerado y digitalizado del mundo actual.