En los últimos meses, la comunidad cripto ha estado pendiente de las decisiones de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) sobre la aprobación de fondos cotizados en bolsa (ETF) para criptomonedas como Dogecoin (DOGE) y XRP. Sin embargo, el organismo regulador ha decidido retrasar estas resoluciones hasta mediados de junio de 2025, generando un impacto inmediato en los precios y renovando las especulaciones sobre el inicio de una temporada favorable para las altcoins. La SEC tiene la facultad, conforme a la ley, de tomar una decisión en un plazo de 45 días después de la propuesta de un cambio normativo, con la opción de extender este período hasta 90 días si considera necesario evaluar medidas adicionales. En esta ocasión, ha optado por extender los plazos para el ETF de Dogecoin gestionado por Bitwise y el fondo Franklin XRP, estableciendo nuevas fechas límite para el 15 y 17 de junio respectivamente. Las noticias sobre estas postergaciones han provocado una reacción negativa en los mercados, con caídas superiores al 5 % en el valor tanto de DOGE como de XRP.
No obstante, estos movimientos eran en gran medida anticipados por analistas, dado que la mayoría de los plazos para las propuestas de ETF están programados para octubre o meses posteriores. Desde una perspectiva regulatoria, la SEC justifica esta extensión para disponer del tiempo suficiente para analizar las inquietudes y desafíos planteados por estas solicitudes, lo cual refleja la complejidad y el escrutinio que aún enfrentan los activos digitales ante los organismos oficiales. Más allá de Dogecoin y XRP, existen diversas solicitudes para ETF relacionados con otras altcoins como Solana, que también están siendo evaluadas con expectativas similares. Aunque para muchos inversionistas y operadores estas demoras son frustrantes y han retrasado lo que algunos denominan la “temporada de altcoins” en 2025, otros expertos mantienen una visión optimista. Jamie Coutts, principal analista en Real Vision, sostiene que la temporada de altcoins podría ya estar en marcha o al menos en sus etapas iniciales.
Según Coutts, ciertos indicadores técnicos y métricas internas del mercado sugieren que un rally significativo podría comenzar pronto, basándose en la comparación del rendimiento de las 200 criptomonedas principales en un índice ponderado igualitariamente en contraste con un índice ponderado por capitalización. Una temporada de altcoins se caracteriza por un aumento generalizado en el valor de monedas alternativas al Bitcoin, que suelen ser más volátiles y susceptibles a movimientos impulsados por nuevas tendencias, innovaciones tecnológicas y mayor adopción. El interés en ETFs para altcoins como Dogecoin y XRP representa una forma para que inversores institucionales y minoristas puedan tener exposición indirecta a estos activos sin hacerse con las monedas digitales directamente, mitigando ciertos riesgos que podrían presentarse en la custodia de criptomonedas. El retraso en las decisiones atado a las solicitudes de ETF no solo refleja el enfoque cauteloso de la SEC para garantizar la protección de los inversores y la integridad del mercado, sino que también subraya la creciente importancia de las altcoins en el ecosistema cripto. Estos fondos cotizados pueden actuar como catalizadores para atraer un nuevo flujo de capital, especialmente de participantes del mercado tradicional que prefieren instrumentos regulados.
La construcción de un fondo como el de Franklin Templeton para XRP pretende ofrecer a los inversionistas una réplica del desempeño de XRP sin la necesidad de poseer directamente la criptomoneda, algo que ayuda a derribar barreras de entrada para aquellos menos familiarizados o reticentes a operar en exchanges digitales o custodiar activos digitales. En este contexto, la especulación sobre cuándo podría comenzar formalmente la temporada de altcoins está latente. Las principales variables incluyen la relajación o claridad regulatoria, avances tecnológicos en proyectos altcoins, adopciones empresariales, así como factores macroeconómicos globales. La combinación de estos elementos podría desencadenar un ciclo alcista para altcoins una vez que el entorno de incertidumbre regulatoria se aclare o se traduzca en vías de inversión más accesibles. Por otro lado, los indicadores técnicos y el análisis cuantitativo sugieren que las altcoins podrían estar formando la base para una tendencia alcista prolongada.