El juicio por fraude del cofundador de Terraform Labs, Do Kwon, ha sido programado para iniciar en enero de 2026 en un tribunal de Manhattan. Este caso ha captado la atención mundial, no solo por la magnitud de las acusaciones, sino también por las complicaciones que han surgido en el proceso de recopilación de pruebas. La situación plantea preguntas sobre el futuro de la regulación en el ámbito de las criptomonedas y su impacto en los inversores de todo el mundo. La decisión de retrasar el juicio se debe a la extensa y compleja revisión de pruebas que deben considerar los fiscales. Según informes, se están analizando nada menos que seis terabytes de datos, junto con dispositivos electrónicos encriptados entregados por autoridades montenegrinas durante la extradición de Kwon.
Estos dispositivos podrían contener información sensible sobre transacciones financieras y comunicaciones vinculadas a la colapsada criptomoneda TerraUSD, que significó la pérdida de alrededor de 40 mil millones de dólares y afectó a más de un millón de inversores en todo el mundo. Kwon ha sido acusado de varios delitos, incluyendo fraude de valores y conspiración para cometer lavado de dinero, todos relacionados con la colapsada ecosystem de Terra/LUNA. A pesar de enfrentarse a severas acusaciones, Do Kwon ha mantenido su inocencia, presentándose como un innovador en el mundo de las criptomonedas. La caída del ecosistema Terra fue devastadora. En su apogeo, TerraUSD estaba diseñado como una stablecoin, es decir, una criptomoneda que se espera mantenga un valor estable en relación con una moneda fiduciaria, en este caso, el dólar estadounidense.
Sin embargo, en mayo de 2022, la moneda de Kwon perdió su paridad con el dólar, provocando una venta masiva y un colapso generalizado en el mercado de criptomonedas. Este suceso no solo sorprendió a los inversores, sino que también encendió un debate general sobre la necesidad de una mayor regulación dentro del sector de las criptomonedas. Para complicar las cosas, el acceso a las pruebas es un desafío significativo. Los fiscales se enfrentan a la tarea titánica de traducir los datos áridos provenientes de los teléfonos encriptados, cuya información puede ser esencial para desentrañar la trama detrás de la caída de Terra. La posibilidad de que se presenten datos cruciales que puedan cambiar el rumbo del juicio hace que la espera y la preparación sean aún más significativas.
El juez Paul Engelmayer reconoció en una audiencia reciente que es inusual tener un periodo de preparación tan largo, pero subrayó la necesidad de revisar meticulosamente toda la evidencia antes de que el juicio comience. Dijo que las implicaciones de los fraudes de criptomonedas son de tal magnitud que es imperativo llevar a cabo un análisis exhaustivo. Esto significa que el caso de Kwon podría sentar un precedente en cómo se manejan futuros casos de fraude en el ámbito criptográfico, un sector que todavía está en etapas nascent de regulación. Aunque el juicio está programado para 2026, se llevarán a cabo conferencias de estado en marzo de 2025. En estas conferencias, se espera que los fiscales proporcionen una actualización sobre el progreso de la revisión y discutan cualquier ajuste potencial al cronograma del juicio.
Para muchos, es un reflejo de la complejidad de los casos de criptomonedas, donde el acceso a la evidencia y la interpretación de los datos quedan en el centro de atención. El caso también ha atraído la mirada de organismos reguladores en múltiples jurisdicciones, que observan de cerca cómo se desarrollan los eventos. Con la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos) ya involucrada, habiendo presentado cargos civiles contra Kwon y Terraform Labs en 2023, es un claro indicativo de que la normativa en torno a las criptomonedas está evolucionando. La SEC alegó que Kwon y su empresa estaban involucrados en la venta de valores no registrados, lo que podría impulsar cambios significativos en el marco legal que rige el espacio de las criptomonedas. Desde su extradición en 2024, Do Kwon ha visto intensificarse su batalla legal, ya que, además de los cargos en EE.
UU., también enfrenta repercusiones en su país natal, Corea del Sur. Al igual que muchos otros casos en el sector de las criptomonedas, la percepción pública de Kwon se ha transformado, pasando de ser un influente innovador a un potencial villano del mundo financiero. Esto subraya la fragilidad de la confianza del público en las criptomonedas y pone de relieve la necesidad de que los inversores hagan su debida diligencia antes de comprometerse. En medio de su batalla legal, el valor de la criptomoneda Terra Classic (LUNC), la versión posterior al colapso de Terra, sigue experimentando fluctuaciones en el mercado.
A medida que siguen los acontecimientos legales, muchos se preguntan si LUNC podrá recuperar alguna vez la estabilidad que presentó en sus primeros días. Al momento de escribir este artículo, LUNC se cotiza a 0.0001035, y ha visto una disminución del 0.76% en las últimas 24 horas, así como un descenso del 8.81% en la última semana, un claro reflejo de la incertidumbre que envuelve al ecosistema.