Invertir en acciones que pagan dividendos es una estrategia muy atractiva para aquellos que buscan establecer una fuente constante y confiable de ingresos pasivos. Entre los inversionistas más influyentes del mundo, Bill Ackman destaca por su visión y convicción al seleccionar empresas sólidas que no solo ofrecen rentabilidad, sino también estabilidad a largo plazo. Su cartera, administrada a través de Pershing Square Capital Management, ha logrado rendimientos excepcionales en el último lustro, lo que la convierte en un referente para quienes desean elegir acciones inteligentes. Si dispones de $1,000 y buscas dónde invertir con una mirada hacia dividendos potencialmente crecientes, las acciones que forma parte de la cartera de Ackman merecen toda tu atención. Uno de los pilares en la selección de Ackman es la capacidad de la empresa para generar ganancias sólidas y crecientes, lo que garantiza que los dividendos pagados sean sostenibles y aumenten con el tiempo.
Este enfoque es especialmente relevante en el actual panorama económico, donde la volatilidad y la incertidumbre afectan a numerosos sectores. Las firmas elegidas por Ackman suelen presentar modelos de negocio robustos, capaces de adaptarse a diferentes condiciones del mercado sin sacrificar la rentabilidad ni la política de distribución de dividendos. Un ejemplo destacado en la cartera de Ackman es Restaurant Brands International (NYSE: QSR), una compañía especializada en restaurantes de comida rápida que opera marcas tan reconocidas como Burger King, Tim Hortons y Popeyes. Consolidada a nivel global, con más de 32,000 restaurantes en 120 países, esta empresa se ha caracterizado por su modelo de negocios que prioriza bajas inversiones en activos y la generación de ingresos a través de regalías de marca. Esta estrategia la hace altamente rentable y resistente a fluctuaciones económicas.
La evolución de Restaurant Brands International es particularmente relevante. A pesar de los desafíos en el sector de comida rápida, la marca Tim Hortons ha logrado aumentar el tráfico de clientes de manera consistente durante casi cuatro años, incluso en contextos económicos difíciles. Además, los franquiciados reportaron un incremento en sus ganancias cercanas al 10% en 2024, lo cual refuerza el potencial de crecimiento y la solidez del negocio. Ackman además destaca el plan de recuperación para Burger King en Estados Unidos, tras la adquisición de Carrols Restaurant Group, el mayor franquiciado de la cadena en ese país. La intención es modernizar los establecimientos y traspasarlos a operadores regionales más pequeños, lo que podría optimizar la eficiencia y aumentar la rentabilidad.
Desde su formación en 2014, Restaurant Brands ha mantenido y aumentado regularmente su dividendo, con una rentabilidad actual aproximada del 3.7%. Este dividendo está cubierto cómodamente por el flujo de caja libre de la empresa, lo que indica seguridad para los inversores. La empresa ha distribuido dividendos que representan cerca del 78% de sus ganancias, a pesar de un leve descenso en sus ingresos en el último año, un dato importante que refleja su compromiso por retornar valor a los accionistas sin comprometer su estabilidad financiera. Por otro lado, la inclusión de Nike (NYSE: NKE) en la cartera de Ackman refleja una apuesta estratégica y de valor a largo plazo.
Nike, un gigante mundial en ropa y calzado deportivo, ha atravesado tiempos complejos recientemente, con una caída del valor de sus acciones en los últimos cinco años y especialmente en 2024. El motivo principal de este retroceso ha sido un cambio ineficiente en su estrategia comercial, con un alto enfoque en promociones online directas al consumidor, en detrimento de sus alianzas mayoristas tradicionales que habían impulsado su crecimiento históricamente. Ackman y su equipo identificaron en Nike una oportunidad para revertir esta situación. Con una rentabilidad por dividendo cercana al 2.7%, Nike ofrece un potencial de recuperación notable conforme estabilice y fortalezca su modelo de negocio.
La marca ha comenzado a reorientar sus esfuerzos hacia sus socios mayoristas, buscando restaurar la confianza y promover un crecimiento sostenible. Para inversores con una visión a largo plazo y disposición para tolerar la volatilidad, Nike representa una opción atractiva dentro de la cartera de dividendos de Ackman. La estrategia general de Ackman implica concentrar sus inversiones en un número reducido de compañías en las que tiene alta convicción y que pasan por procesos de transformación o mejora operativa que podrían incrementar significativamente su valor. Este enfoque concentrado permite aprovechar plenamente las ventajas de cada apuesta, pero también requiere elegir empresas que generen flujo de caja suficiente para sostener y hacer crecer los dividendos. Más allá de Restaurant Brands y Nike, la cartera de Ackman incluye otras empresas que comparten estas características y pueden ser consideradas opciones interesantes para invertir con $1,000.
La clave está en analizar el rendimiento de cada empresa, su capacidad para mantener la rentabilidad y su historial de distribución y crecimiento de dividendos. La diversificación, aunque limitada en comparación con carteras más amplias, se basa en la solidez y el potencial de revalorización que estas acciones ofrecen. Invertir en dividendos también aporta la ventaja de proteger parcialmente contra la inflación, ya que los pagos periódicos pueden aumentar en línea con el crecimiento de la empresa, generando un ingreso que se ajusta a la evolución económica. Además, los dividendos pueden ser reinvertidos para adquirir más acciones, potenciando el efecto del interés compuesto e incrementando el capital a largo plazo. Para quienes buscan comenzar con una inversión moderada, como $1,000, replicar parcialmente la cartera de Bill Ackman puede ser una estrategia inteligente, siempre ajustando las decisiones a sus objetivos personales y tolerancia al riesgo.