Las criptomonedas han ocupado un lugar cada vez más importante en el discurso político y económico de Estados Unidos, especialmente con la proximidad de las elecciones presidenciales de 2024. La reciente debate entre Kamala Harris y Donald Trump ha dejado una marca significativa en las apuestas de criptomonedas y las expectativas de los inversores, lo que revela la interconexión entre la política y el mundo de las criptomonedas. El 10 de septiembre de 2024, Harris, actual vicepresidenta, y Trump, ex presidente, hicieron su entrada al escenario político en Philadelphia. Sin embargo, lo que podría haber sido un momento crucial para abordar las criptomonedas no sucedió. A pesar de la creciente importancia del tema, ninguna de las partes mencionó las monedas digitales en su debate.
Esto no disminuyó el interés de los apostadores, quienes observaban atentamente cómo las apuestas fluctuaban a medida que las interacciones entre los candidatos se desarrollaban. En el transcurso del debate, las probabilidades de que Trump ganara la elección se derrumbaron un 3% en la plataforma de apuestas Polymarket, alcanzando un 49%, lo que colocó a ambos candidatos en una posición de empate técnico. Este descenso en las posibilidades de Trump se produjo mientras Harris mostraba un control evidente sobre la narrativa, presionando a Trump en múltiples ocasiones. Mientras tanto, Trump, visiblemente nervioso, tenía dificultades para sostener su posición, lo que llevó a muchos analistas a cuestionar su credibilidad ante el electorado. La mayor sorpresa después del debate fue la declaración de apoyo de la famosa cantante Taylor Swift hacia Kamala Harris.
Con más de 280 millones de seguidores en Instagram, la influencia de Swift como figura pública podría jugar un papel fundamental en la percepción del voto joven y en la aceptación de Harris. Swift describió a Harris como una «líder inquebrantable», creando así una ola de apoyo que podría influir en los resultados de las encuestas. El impacto sobre el mundo de las criptomonedas no solo se limitó a las apuestas. Muchos analistas del mercado habían previsto un incremento significativo en el precio de Bitcoin si Trump ganaba. En una declaración previa al debate, los analistas de Bernstein sugirieron que una victoria de Trump podría disparar el precio de Bitcoin hasta los 90,000 dólares para finales de año, lo que refleja las expectativas de que Trump podría poner fin a las restricciones actuales aplicadas por la administración Biden.
Trump ha prometido desmantelar lo que él denomina la «guerra contra las criptomonedas» que ha liderado el actual presidente. Durante su campaña, ha mantenido que su objetivo es convertir a Estados Unidos en la «capital mundial de las criptomonedas». Esta postura ha resonado entre muchos entusiastas de las criptomonedas, quienes ven en el ex presidente un potencial aliado que podría revitalizar la confianza en el mercado. Por otro lado, la posición de Kamala Harris sobre las criptomonedas es menos clara. Muchos analistas advierten que su eventual victoria podría resultar desfavorable para el mercado de criptomonedas.
Se especula que, si Harris logra convertirse en presidenta, el precio de Bitcoin podría caer hasta los 30,000 dólares. Esto se debe a que existe una percepción de que su administración podría continuar con la regulación y vigilancia estricta implementada por Biden, algo que inquieta a muchos en la comunidad de criptomonedas. A pesar de que las criptomonedas no fueron discutidas durante el debate, el hecho de que temas secundarios, como la economía y la inmigración, dominaran la conversación indica que los votantes tienen preocupaciones más inmediatas. Las encuestas de Gallup reflejan que la economía, la inflación y la gobernanza son temas que predominan en la mente de los votantes, relegando las criptomonedas a un segundo plano. Es importante señalar que las cifras indican un creciente interés de la industria de criptomonedas en influir en las elecciones.
Tres comités de acción política apoyados por criptomonedas han recaudado más de 202 millones de dólares a través de grandes donantes de la industria. El más destacado, Fairshake, ha recaudado hasta ahora cerca de 178 millones de dólares, destinando una parte significativa de estos fondos a campañas enfocadas en agredir a candidatos demócratas para hacer eco de los intereses de la comunidad cripto. El debate proporcionó un microcosmos de lo que podría ser la dinámica política futura, donde el apoyo de personalidades influyentes y las fluctuaciones en el mundo de las apuestas están cada vez más interrelacionados. A medida que el año avanza y las elecciones se acercan, los talleres de análisis de mercado estarán atentos a cualquier cambio en el discurso político que pudiera influir no solo en la opinión pública, sino también en la economía de las criptomonedas. Con la presión de los votantes y la influencia de figuras públicas sobre los candidatos, se puede anticipar que las criptomonedas continuarán siendo un tema de conversación, en la medida en que la comunidad busca claridad sobre las políticas que podrían definir el futuro de la industria.
Los resultados de las elecciones de noviembre no solo determinarán quién liderará el país, sino también el rumbo de las criptos en los Estados Unidos. En conclusión, la caída de las probabilidades de Trump en el ámbito de las criptomonedas post-debate pone de manifiesto cómo los acontecimientos electorales pueden impactar significativamente en los mercados. A medida que los candidatos continúan enfrentándose y desarrollando sus plataformas, la comunidad de criptomonedas permanecerá alerta, atentos a cualquier señal de que sus preocupaciones son bien recibidas, o si seguirán enfrentándose a una presión regulatoria creciente. Esto podría abonar el terreno para un año altamente volátil tanto en el ámbito político como en el financiero.