El 2 de marzo de 2025 marcó un día de tensión y alivio en las aguas que conectan ADh. Dhigurah con Male’, capital de las Maldivas. Una lancha rápida llamada ‘Huvafen’, que transportaba a 45 pasajeros y tres miembros de la tripulación, sufrió un inesperado hundimiento mientras realizaba su viaje habitual desde la isla de Dhigurah hacia Male’. Este evento, que pudo haber terminado en tragedia, tuvo un desenlace afortunado gracias a la rápida y efectiva acción de los equipos de emergencia y rescate de la zona. Según el reporte oficial emitido por la Policía de las Maldivas, el hundimiento ocurrió a primeras horas de la mañana, cuando las condiciones climáticas aún representaban un riesgo considerable para la navegación.
La denuncia inicial fue recibida alrededor de las 7:57 am, y en cuestión de minutos se activaron los protocolos de emergencia. La velocidad y coordinación de la respuesta fue clave para asegurar la supervivencia y la salud de todas las personas abordo, incluidos cuatro niños que formaban parte del grupo. Mientras el barco ‘Huvafen’ se hundía, la presencia de una alerta meteorológica amarilla por tormentas y vientos fuertes en la región central del archipiélago contribuyó a complicar las operaciones, pero a su vez resaltó la necesidad imperiosa de mantener sistemas de vigilancia y reacción preparados ante cualquier eventualidad. Esta alerta había reemplazado un nivel naranja que estuvo vigente el día previo debido a lluvias torrenciales y fuertes tempestades que causaron inundaciones extensas en varias islas, incluyendo la propia Male’. La ciudad capital, que enfrentó desbordamientos y el traslado de 40 personas a refugios temporales, reflejó el impacto total de las condiciones climáticas adversas en la región.
El incidente exhibió una eficiente coordinación entre diversas autoridades y equipos, incluyendo los servicios de policía, unidades de rescate marítimo y apoyo local, quienes realizaron labores conjuntas para la evacuación segura de los pasajeros y la tripulación. Es notable que, a pesar de la gravedad del hundimiento y la complicada meteorología, no se registraron heridos ni pérdidas humanas, una noticia que ciertamente brinda alivio tanto a las familias como a la comunidad en general. Tras el rescate, todos los rescatados fueron trasladados de regreso a la isla de Dhigurah, donde se les brindó asistencia médica y soporte para garantizar que se recuperaran del susto y la posible exposición a condiciones adversas en alta mar. El gobierno local, junto con las autoridades de la capital, han seguido de cerca la situación para asegurar que los afectados reciban el acompañamiento necesario. Actualmente, la Policía ha iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer el motivo exacto del hundimiento.
Aunque las condiciones del tiempo adversas parecen haber influido, aún es prematuro atribuir la causa exclusiva a factores climáticos. Se examinan aspectos técnicos relacionados con el estado de la embarcación, posibles fallas en la operación o mantenimiento, y otros elementos que puedan haber contribuido a la emergencia. Este suceso pone de manifiesto, una vez más, la importancia de fortalecer las medidas de seguridad en el transporte marítimo interinsular en las Maldivas, archipiélago donde la navegación es una actividad vital para la conexión social y económica entre sus numerosas islas. Las autoridades han resaltado la necesidad de mejorar la infraestructura, capacitación del personal y sistemas de monitoreo para prevenir casos similares en el futuro. El incidente ha generado preocupación pública, especialmente en comunidades que dependen del transporte marítimo diario.
No obstante, también ha evidenciado la capacidad operativa y rapidez de la respuesta pública frente a emergencias, un aspecto fundamental para minimizar riesgos en situaciones inesperadas. La región central de las Maldivas continúa bajo vigilancia meteorológica, con expectativas de que las condiciones climáticas adversas persistan hasta al menos el lunes siguiente al suceso. El presidente Dr. Mohamed Muizzu ha declarado el domingo como día festivo público para permitir que la población tome precauciones y para facilitar las operaciones gubernamentales relacionadas con la gestión del clima severo y sus efectos. En las semanas previas, diversas localizaciones experimentaron intensas lluvias récord, como K.
Dhiffushi, que reportó una acumulación de 296 milímetros de lluvia en un solo día, una marca sin precedentes para la isla. Estos fenómenos meteorológicos, derivados del cambio climático y patrones de clima erráticos, condicionan la vida cotidiana y las operaciones marítimas, reforzando la urgencia en adaptar sistemas y protocolos de seguridad y emergencia. La evacuación preventiva y respuesta rápida frente al hundimiento de la lancha ‘Huvafen’ son ejemplo de que, si bien las amenazas naturales pueden ser impredecibles, la preparación y la acción coordinada salvaguardan vidas y reducen impactos potencialmente catastróficos. Dado que el turismo y el transporte marítimo constituyen pilares fundamentales en la economía de las Maldivas, garantizar la seguridad de los pasajeros y trabajadores del sector se vuelve imperativo. Las lecciones aprendidas de este evento impulsarán seguramente reformas y mejoras en las normativas sectoriales, reflejando una mayor resiliencia ante adversidades.