En el mundo actual, la conectividad y la flexibilidad de las redes juegan un papel fundamental para la comunicación, el intercambio de datos y el desarrollo tecnológico. Tradicionalmente, los sistemas de enrutamiento que sustentan estas redes suelen estar centralizados o requieren configuraciones complejas, lo que limita su accesibilidad y escalabilidad. En este contexto surge Yggdrasil, un esquema experimental de enrutamiento compacto totalmente descentralizado, diseñado para desafiar paradigmas convencionales y facilitar la creación de redes multisalto de manera rápida, sencilla y eficiente. Yggdrasil funciona como un software router y un protocolo de enrutamiento enfocado en construir redes multisalto que se configuran con mínimo esfuerzo. Su diseño descentralizado significa que no depende de ninguna autoridad central para funcionar, lo que se traduce en una capacidad para crecer y adaptarse sin las restricciones que suelen imponer las infraestructuras tradicionales.
A través de su arquitectura, cada nodo de la red es también un router capaz de reenviar tráfico y establecer conexiones de peering con otros nodos, independientemente de la naturaleza del enlace físico o virtual que utilicen. El protocolo soporta conexiones a través de cualquier tipo de red IP, ya sea un enlace directo cableado o inalámbrico, una red de área local o incluso Internet. Una característica destacada es su capacidad para negociar pleigres de forma automática mediante descubrimiento multicast, facilitando que dispositivos cercanos puedan conectarse sin configuración manual complicada. Esto hace posible que, por ejemplo, conectar dos dispositivos con un cable Ethernet o unirlos en la misma red Wi-Fi sea suficiente para establecer un enlace de peering. Una de las grandes fortalezas de Yggdrasil es cómo maneja la movilidad y la adaptabilidad dentro de la red.
Cada nodo cuenta con una identidad criptográfica independiente de su ubicación física, de la cual se generan direcciones IPv6 estables. Esto permite que las aplicaciones compatibles con IPv6 funcionen sobre Yggdrasil sin necesidad de modificaciones adicionales. Además, la dirección permanece constante aunque el nodo cambie de ubicación dentro de la red, otorgándole una dirección verdaderamente móvil y flexible. Desde el punto de vista del enrutamiento, Yggdrasil prioriza el camino más corto para llegar de un origen a un destino. Los nodos transmiten automáticamente el tráfico para acercarlo a su destino final y, gracias a su arquitectura, incluso en redes con conexiones dispersas todos los nodos pueden comunicarse entre sí.
Otro aspecto crucial es la capacidad del sistema para recuperarse rápidamente ante fallos en los enlaces, reorganizando las rutas y garantizando que la comunicación no se interrumpa, lo que convierte a Yggdrasil en una solución muy adecuada para redes malladas donde la topología puede cambiar constantemente. En términos prácticos, esta característica hace posible su uso en escenarios donde los recursos tradicionales de infraestructura son limitados o inexistentes, como puede ser en entornos rurales, zonas de desastre o redes temporales para eventos. La capacidad de formarse de manera ad-hoc y autoconfigurarse sin dependencia de proveedores de Internet o asignadores centrales de direcciones lo convierten en una herramienta poderosa para empoderar a los usuarios y comunidades a construir su propia conectividad. Comparado con otras tecnologías de redes distribuidas y privadas, Yggdrasil presenta diferencias significativas. Por ejemplo, a diferencia de proyectos como Tor, I2P o Lokinet, que se centran en ofrecer anonimato y privacidad a nivel de navegación o comunicación, Yggdrasil no garantiza el anonimato ni está diseñado con ese propósito.
Su implementación como overlay no es un fin sino una medida práctica para probar su arquitectura y funcionalidad en entornos existentes. El protocolo también se diferencia de soluciones VPN populares como Wireguard, Tailscale, Nebula o Zerotier. Aunque puede usarse para construir redes privadas o enlaces punto a punto, no tiene como objetivo principal ese uso. Un punto importante a destacar es que conectar un nodo entre dos redes genera un puente entre estas, lo que puede influir en la seguridad y políticas de cada red. Además, Yggdrasil no incorpora nodos de salida para acceder a Internet u otras redes; esa funcionalidad debe implementarse con proxies o túneles colocados sobre la red Yggdrasil.
Actualmente, Yggdrasil se encuentra en etapa alfa, lo que significa que sigue siendo un proyecto de investigación con desarrollo activo. Aún no es recomendable confiar en esta tecnología para aplicaciones críticas, ya que pueden existir fallos o comportamientos inesperados sin documentar. Sin embargo, su equipo trabaja para avanzar hacia versiones beta y eventualmente una versión estable que garantice compatibilidad, características completas y estabilidad. El proyecto busca escalar el esquema de enrutamiento y para ello es fundamental la participación de muchos usuarios que ejecuten el software y formen parte de la red para analizar su desempeño en escenarios reales. Por esta razón, se ofrece soporte para múltiples plataformas y existen nodos públicos a los cuales unirse para experimentar y contribuir al desarrollo.