Advanced Micro Devices (AMD), uno de los principales actores en el sector mundial de semiconductores, ha anunciado una previsión preocupante para 2025: un golpe de 1.500 millones de dólares en sus ingresos derivado de las recientes restricciones estadounidenses que limitan la exportación de chips avanzados a China. Esta medida forma parte de una serie de controles más estrictos implementados por el gobierno de Estados Unidos, con la intención de frenar el progreso tecnológico militar y de inteligencia artificial en China, que podría representar riesgos para la seguridad nacional estadounidense. La compañía detalló que estas restricciones exigen a AMD obtener licencias especiales para enviar procesadores avanzados de inteligencia artificial a China, dificultando y ralentizando sus operaciones en uno de sus mercados más significativos. Con China representando aproximadamente una cuarta parte de los ingresos totales de AMD, la magnitud del impacto se vuelve evidente y preocupante para los inversores y analistas del sector.
A pesar de este revés, la empresa mostró una notable resiliencia en su reciente pronóstico de ingresos para el segundo trimestre, superando las expectativas de Wall Street. Este resultado se atribuye en parte a un efecto de anticipación por parte de los clientes, quienes compraron significativamente más chips antes de que las nuevas medidas entraran en vigor, buscando evitar los riesgos y retrasos asociados a la nueva regulación. El CEO de AMD, Lisa Su, indicó durante una conferencia que la mayoría del impacto negativo estimado se concentrará principalmente en el segundo y tercer trimestre del año. No obstante, expresó optimismo respecto al crecimiento en las ventas de chips de inteligencia artificial dentro de su negocio de centros de datos, previsto que continúe aumentando a un ritmo de «doble dígito fuerte» a pesar de las limitaciones comerciales. Su análisis contempla estos desafíos como un viento en contra contenido y manejable que no eclipsará el desempeño general de la compañía.
En un anuncio anterior hecho en abril, AMD había señalado que incorporaría un cargo de aproximadamente 800 millones de dólares debido a las tarifas impuestas por estas restricciones. El margen bruto ajustado que la empresa proyectó para el año cayó en 11 puntos porcentuales respecto al margen sin considerar estos cargos, una señal clara del costo financiero que están suponiendo las tensiones geopolíticas en esta industria. La imposición de licencias de exportación para chips avanzados no es un fenómeno exclusivo de AMD; su competidor cercano, Nvidia, también advirtió a los mercados que necesitarán permisos similares para vender a China, enfrentando pérdidas estimadas en 5.500 millones de dólares. El enfrentamiento comercial entre EE.
UU. y China ha llevado a este escenario complejo, en el que los líderes tecnológicos deben navegar entre las restricciones de exportación y la demanda global incipiente, especialmente en áreas vinculadas a la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento. Analistas financieros y expertos del sector destacan cómo la reacción inmediata de los grandes compradores, como los hiperescaladores de servicios en la nube, ha sido acelerar sus pedidos para prevenir contratiempos relacionados con la obtención de licencias, fenómeno empatado con el término de «export‑license roulette» o ruleta de las licencias, subrayando la incertidumbre que genera este tipo de barreras regulatorias. La visión a mediano plazo, sin embargo, advierte sobre un posible efecto rebote durante el tercer trimestre, cuando la saturación de inventarios procuredados complicará las ventas. Se anticipa que esta dinámica cause fluctuaciones en los ingresos y presión competitiva, especialmente si las tensiones en las regulaciones continúan o se intensifican.
No obstante, el panorama sigue mostrando signos positivos en cuanto a la demanda global de tecnología avanzada de chips. Grandes compañías tecnológicas como Microsoft y Meta Platforms mantienen compromisos sólidos con la inversión en infraestructura para inteligencia artificial, lo que impulsa la demanda de procesadores potentes dentro de sus centros de datos. Esta realidad apunta a un crecimiento sostenido para los fabricantes como AMD, aunque en un contexto de mercado cada vez más fragmentado y geopolíticamente complejo. En resumen, las restricciones estadounidenses sobre la exportación de chips hacia China representan un desafío considerable para AMD, afectando sus ingresos y márgenes en el corto plazo, pero la empresa mantiene expectativas positivas y estrategias bien definidas para mitigar estos impactos. La situación refleja cómo los vínculos comerciales y tecnológicos entre dos potencias globales están siendo redefinidos, con consecuencias significativas para la industria de semiconductores y la evolución de la inteligencia artificial a nivel mundial.
A medida que las políticas comerciales y regulatorias continúen evolucionando, seguirá siendo crucial para AMD y otros competidores del sector adaptarse para conservar su posición en el mercado y satisfacer la creciente demanda tecnológica, al tiempo que navegan por las complejas aguas de la geopolítica global. Este escenario demanda innovación constante, diversificación de mercados y una gestión estratégica meticulosa para sortear las barreras impuestas y aprovechar las oportunidades emergentes en otras regiones y sectores tecnológicos.