En un relevante movimiento financiero, un grupo destacado de bancos de Wall Street ha vendido la última porción de deuda vinculada a la adquisición de la plataforma social X, antes conocida como Twitter, propiedad del empresario Elon Musk. Este desenlace marca el cierre de una etapa crítica en la financiación de la multimillonaria compra que Musk concretó con gran atención mediática y financiera. La noticia, confirmada por fuentes cercanas al asunto, revela que instituciones financieras de renombre como Morgan Stanley, Bank of America, Barclays y Mitsubishi UFJ han concretado la venta de este tramo final de deuda, valorado en 1.2 mil millones de dólares. La operación se llevó a cabo a un precio cercano al 98% del valor nominal y con un rendimiento del 9.
5%, reflejando la confianza renovada en la capacidad de la plataforma de generar ingresos y estabilizar su negocio tras años de incertidumbre. La adquisición de Twitter, que Musk renombró como X, tuvo un costo aproximado de 44 mil millones de dólares y fue financiada mediante una estructura compleja de préstamos y créditos. Entre los instrumentos financieros empleados para esta compra destacan un préstamo a plazo asegurado de 6.5 mil millones, una línea revolvente de crédito por 500 millones, un préstamo no asegurado de 3 mil millones y otros préstamos asegurados adicionales que alcanzaron un total de 3 mil millones. En conjunto, Morgan Stanley junto con otros seis prestamistas aportaron 13 mil millones de dólares para facilitar esta operación.
Esta venta final de deuda supone que casi la totalidad de los préstamos que los bancos tenían en sus balances desde hace casi dos años han sido liquidados, lo que evidencia un cambio importante en el panorama financiero relacionado con X. Según analistas, dos factores han influido significativamente para que los bancos decidan desinvertir exitosamente esta porción de deuda. En primer lugar, la estrecha relación que Elon Musk ha desarrollado con figuras políticas influyentes, como el expresidente Donald Trump, ha abierto vías para mejoras potenciales en la proyección y regulación de la red social. En segundo lugar, la expectativa de un aumento sostenido en los ingresos de la plataforma ha generado optimismo entre los inversionistas y acreedores, motivando las recientes transacciones financieras. Previamente a esta operación, se reportó que Morgan Stanley estaba ofreciendo la última parte de su deuda, equivalente a 1.
23 mil millones de dólares, mediante un préstamo con tasa fija que ofrecía un interés del 9.5% y un precio descontado entre 97.5 y 98 centavos por dólar. Estas condiciones reflejaban un equilibrio entre el riesgo percibido y las oportunidades financieras que la deuda representaba para los compradores potenciales. Las instituciones involucradas, incluyendo Morgan Stanley, Barclays y Mitsubishi UFJ, así como la propia plataforma X, no emitieron comentarios inmediatos cuando Reuters solicitó información al respecto.
Bank of America optó por declinar proporcionar declaraciones oficiales. La cobertura inicial de esta noticia fue realizada por The Wall Street Journal, enfatizando la importancia y el interés que este tipo de movimientos financieros conlleva para los mercados globales y la industria tecnológica. Es importante destacar que la dinámica en torno a la propiedad de X continúa evolucionando. En el mes anterior, Elon Musk anunció que su empresa de inteligencia artificial, xAI, había adquirido oficialmente la plataforma social, valorándola en aproximadamente 33 mil millones de dólares. Este cambio de estructura corporativa y propiedad apunta a nuevas estrategias para posicionar a X en un mercado altamente competitivo que combina redes sociales y tecnologías emergentes.
La liquidación completa de la deuda asociada con la compra de X no solo representa un hito para los bancos involucrados, sino que también indica una mayor estabilidad financiera para la red social, lo que podría traducirse en mayor inversión, innovación tecnológica y mejor experiencia para los usuarios. En un contexto donde las plataformas sociales enfrentan desafíos regulatorios, de privacidad y competencia, el respaldo financiero y la gestión adecuada de la deuda son elementos clave para su supervivencia y crecimiento. Además, esta transacción puede servir como referencia para futuras operaciones de financiamiento y restructuración en empresas similares que busquen mantener su independencia y capacidad de innovación sin depender excesivamente del endeudamiento. La participación activa de grandes entidades financieras como Morgan Stanley y Bank of America en estas operaciones de deuda demuestra la confianza que aún mantienen en sectores tecnológicos y de redes sociales, pese a las incertidumbres inherentes a estas industrias. Por otra parte, el rendimiento ofrecido del 9.