Larry Kudlow, el antiguo asesor económico de la Casa Blanca y actual presentador de Fox Business, ha estado en el centro del debate sobre las políticas económicas propuestas por la vicepresidenta Kamala Harris. En su reciente análisis, Kudlow desafía lo que él califica como el “supuesto plan económico” de Harris, argumentando que muchas de sus propuestas son insuficientes e incluso contraproducentes para la economía estadounidense. Durante un debate presidencial, se le preguntó a Harris si los estadounidenses están mejor que hace cuatro años. Según Kudlow y otros críticos, su respuesta careció de substancia, lo que generó dudas sobre la efectividad de su planteamiento económico. Kudlow destaca que, en lugar de ofrecer soluciones concretas, Harris se ha concentrado en propuestas que ya están reflejadas en las leyes fiscales actuales, como la deducción de $50,000 para el inicio de pequeñas empresas.
Sin embargo, argumenta que esta deducción no beneficia realmente a los nuevos emprendedores, ya que muchas startups no gastan tanto en sus primeras etapas de desarrollo. En su análisis, Kudlow señala que la legislación fiscal actual, que se basa en la ley de recortes de impuestos implementada durante la administración de Donald Trump, ya permite a los nuevos propietarios de negocios deducir muchos gastos iniciales. Por lo tanto, la propuesta de Harris no solo es redundante, sino que también fomenta la idea de que su equipo no comprende la situación actual de las pequeñas empresas. Además, Kudlow sostiene que mientras Harris presenta estas iniciativas, nunca menciona que su plan implica la derogación de los recortes fiscales de Trump, incluyendo la deducción del 20% para pequeñas empresas, que ha sido crucial para la recuperación y crecimiento del sector. Esta es una contradicción notable, ya que su plan podría desincentivar la creación de nuevas empresas, vital para el crecimiento económico del país.
Kudlow continúa enfatizando que la política fiscal de Harris también propone aumentar la tasa impositiva más alta al 39.6%, lo cual podría afectar a muchos de los pequeños empresarios que luchan por establecerse y crecer en un ambiente ya complicado. A esto se suman aumentos en los impuestos sobre las ganancias de capital y en el impuesto sobre sucesiones, lo que, según Kudlow, sofocaría aún más el espíritu empresarial en Estados Unidos. Entre las otras propuestas que Harris ha presentado, Kudlow critica la idea de ofrecer $25,000 en asistencia para la compra de viviendas. Aunque su objetivo aparente es ayudar a los jóvenes a acceder a la propiedad, Kudlow argumenta que esta medida solo aumentará los precios de las viviendas, haciendo que el sueño de adquirir un hogar se vuelva aún más inalcanzable para muchos.
Por otro lado, la propuesta de Harris de un crédito fiscal por hijo reembolsable de $6,000 es vista por Kudlow como un intento de establecer un ingreso básico garantizado para aquellos que no están trabajando. Este enfoque, que ha sido tema de controversia entre economistas, se enfrenta a la crítica de que no aborda las raíces de la pobreza y la falta de oportunidades de empleo adecuadas. Kudlow y otros críticos de Harris también señalan su intención de aumentar el crédito por ingreso del trabajo, un programa que ha sido objeto de acusaciones de fraude y conductas fraudulentas, con costos que podrían alcanzar hasta $22 mil millones en pagos erróneos. Estas propuestas, según Kudlow, presentan un enfoque problemático que no logra aliviar las tensiones económicas que enfrentan muchos estadounidenses en este momento. En este contexto, también se menciona un enfoque que Harris quiere implementar que contempla controles de precios en alimentos y otros productos básicos.
Kudlow ve esta idea como retrógrada e incluso peligrosa, ya que históricamente los controles de precios han llevado a desabastecimientos y problemas en la economía. Finalmente, Kudlow critica que el paquete económico propuesto por Harris se estima en alrededor de $2 billones, todo esto en un contexto donde el déficit fiscal ya es un problema serio bajo la administración de Biden-Harris. A pesar de estas cifras alarmantes, Harris nunca ha presentado un plan para reducir el gasto federal, un aspecto que podría contribuir a una inflación a largo plazo, que afectaría a todas las dimensiones de la vida económica de los estadounidenses. En resumen, Larry Kudlow expone una visión crítica del plan económico de Kamala Harris, argumentando que sus propuestas, en lugar de brindar soluciones viables, podrían resultar en un daño económico significativo. A medida que se acercan las elecciones, las decisiones que los votantes tomen respecto a estas políticas serán cruciales, no solo para el futuro político de Harris, sino también para la dirección económica del país.
La elección no solo se trata de quién puede prometer más, sino de quién tiene la visión y el entendimiento correctos para llevar a Estados Unidos hacia un futuro más próspero. Como concluye Kudlow, la interrogante sobre si los estadounidenses están realmente mejor que hace cuatro años sigue sin respuesta.