En el mundo digital actual, la creación de sitios web accesibles y funcionales es más crucial que nunca. La accesibilidad no solo garantiza que cualquier persona pueda navegar y entender el contenido, sino que también evita riesgos legales y mejora la reputación de una marca. Recientemente, Figma lanzó su nuevo producto llamado Figma Sites, que promete simplificar el proceso de diseño y publicación de sitios web directamente desde su plataforma. Sin embargo, esta innovación ha despertado gran preocupación entre expertos en accesibilidad y desarrollo web debido a las múltiples fallas detectadas en el código generado y el incumplimiento de las pautas internacionales para la accesibilidad en la web, específicamente las WCAG (Web Content Accessibility Guidelines). Figma Sites se presenta como una herramienta todo en uno para diseñar y construir sitios web personalizados y responsivos de manera eficiente y con gran expresividad.
La idea de integrar el diseño y la publicación en una sola plataforma puede parecer atractiva para muchos diseñadores y equipos creativos, especialmente para aquellos que buscan acelerar sus procesos de producción. Sin embargo, la ejecución técnica detrás de esta propuesta ha sido duramente criticada. Uno de los problemas más evidentes de Figma Sites es la generación de un código HTML poco semántico, sobrecargado principalmente con elementos <div> sin roles ni etiquetas claras que indiquen la estructura o funcionalidad del contenido. Las evaluaciones automatizadas con herramientas como axe DevTools, ARC Toolkit y Equal Access Accessibility Checker revelaron más de 200 violaciones a las normas WCAG en algunos de los sitios de demostración proporcionados por Figma. Estas violaciones incluyen la falta de texto alternativo en imágenes, problemas graves de contraste, nombres accesibles ausentes en widgets ARIA, elementos no interactivos dentro del orden de tabulación y atributos ARIA deshabilitados o incorrectos.
La importancia de usar elementos semánticos como <header>, <nav>, <main>, <article>, <section>, <button> o <a> en el código HTML no puede subestimarse. La ausencia de estos elementos representa un grave obstáculo para usuarios que dependen de tecnologías asistivas, como lectores de pantalla, y dificulta la navegación con teclado. En este contexto, las demostraciones iniciales de Figma Sites opera más como un generador de “sopa de divs” que como un sistema robusto para producir contenido web accesible y bien estructurado. Otro punto relevante es la carencia de enlaces funcionales y botones reales en las páginas creadas con Figma Sites. Algunos desarrolladores señalaron que, en muchas ocasiones, en lugar de etiquetas <a> o <button> auténticas se usaban manejadores de eventos ligados a elementos no semánticos.
Esto rompe con la expectativa de interacción genuina en un sitio web y puede ser un factor decisivo para que muchos usuarios abandonen la página. La ausencia de interactividad auténtica también compromete la usabilidad móvil y la compatibilidad con asistentes y navegadores. Desde la perspectiva legal, ignorar la accesibilidad es una práctica peligrosa. En numerosos países, existen leyes que obligan a que los sitios web públicos y comerciales cumplan con determinados estándares para garantizar el acceso universal. Publicar sitios con barreras significativas puede acarrear litigios, multas y daño a la imagen corporativa.
Además, en regiones como Europa, el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) se complementa con normativas de accesibilidad que dificultan la expansión de servicios si no se cumplen estos criterios. El responsable de este análisis crítico, Adrian Roselli, destacó que si una revisión automatizada detecta solo alrededor del 15 % de los problemas reales de accesibilidad y ya se encuentran más de 200 errores en una revisión superficial, es probable que el total de fallas ascienda a más de mil cuando se hace un análisis exhaustivo. Este dato por sí solo evidencia que el producto, en su estado beta, no está listo para el uso en entornos de producción o para un público amplio. Además, las soluciones que Figma ha implementado posteriormente, aunque mejoraron algunos aspectos como el uso real de etiquetas <button> y <a>, el mejoramiento de la navegación por teclado y la inclusión automática de párrafos para las capas de texto, siguen siendo insuficientes. La forma en que se gestionan ciertos problemas puede ser más un parche que una resolución definitiva.
Por ejemplo, aunque ahora no se anuncian imágenes de fondo como elementos accesibles, este problema solo revela que antes el producto exponía erróneamente elementos inútiles o incorrectos a tecnologías asistivas, causando confusión. Los problemas técnicos con el código también reflejan una falta de enfoque en los principios fundamentales del diseño web centrado en el usuario. El uso excesivo de elementos <div> sin roles y la generación de clases autogeneradas, junto con técnicas visuales anticuadas como la simulación de drop-caps con guiones bajos y el manejo inconsistente de caracteres finales en bloques de texto, denotan una calidad de código y experiencia de usuario bastante por debajo de los estándares actuales. La comunidad de desarrolladores y especialistas en accesibilidad ha reaccionado rápidamente, expresando su frustración y preocupaciones a través de foros, videos y artículos. La mayoría coincide en que este lanzamiento parece apresurado, posiblemente impulsado por razones de marketing o conferencias, y no por un compromiso genuino con la calidad y la inclusión.
Algunos incluso han calificado la generación de código como peor que prácticas típicas de aficionados de hace décadas, lo cual es preocupante para una empresa de la talla de Figma. Existe un debate interesante sobre la descalificación del producto como una herramienta útil en su estado actual. Aunque algunos consideran que la versión beta simplemente marca un punto de partida para un desarrollo más profundo, otros advierten que publicar sitios sin corregir estos problemas puede dañar irreparablemente la percepción de la marca y fomentar la proliferación de sitios inaccesibles en la web en general. Para los profesionales del diseño web y la accesibilidad, es esencial evaluar cuidadosamente las herramientas que se emplean para publicar contenido. Si bien la integración entre diseño y desarrollo puede ahorrar tiempo, la prioridad debe ser siempre la creación de sitios que respeten las normas de accesibilidad, ofrezcan una experiencia amigable para el usuario y mantengan la calidad técnica adecuada.
Los diseñadores deberían considerar herramientas y métodos que permiten un control total sobre el código y la estructura semántica, además de realizar pruebas exhaustivas con diferentes herramientas de evaluación y usuarios reales. La automatización tiene sus límites y no puede sustituir a la revisión humana especializada, especialmente en un terreno tan delicado como la accesibilidad. El avance hacia la democratización del desarrollo web con herramientas intuitivas y basadas en inteligencia artificial es inevitable. Sin embargo, la incorporación de estas tecnologías debe hacerse con cuidado y responsabilidad, asegurando que no se sacrifiquen la calidad del código ni la experiencia de los usuarios finales. Finalmente, un aspecto fundamental que resalta la polémica sobre Figma Sites es la creciente importancia de la accesibilidad en el diseño digital.
La conformidad con las WCAG no es solo una obligación legal o una recomendación técnica, sino una cuestión ética que asegura que las plataformas digitales sean verdaderamente inclusivas para todos. En conclusión, aunque Figma Sites ha ofrecido una propuesta innovadora para vincular el diseño con la publicación de sitios web, su ejecución técnica inicial presenta fallas graves que desaconsejan su uso para proyectos que requieren cumplir con estándares profesionales y de accesibilidad estrictos. Hasta que no se implementen mejoras sustanciales, es preferible que diseñadores y desarrolladores opten por soluciones que prioricen la calidad del código, la semántica y la inclusividad, garantizando así que cada visitante pueda disfrutar de la mejor experiencia posible, independientemente de sus capacidades o dispositivos.