En el apasionante mundo del fútbol americano universitario, el debate sobre los llamados "buy games" (partidos de compra) nunca pasa desapercibido. Durante la tercera semana de la temporada, los equipos de las conferencias de poder han desembolsado cifras astronómicas para asegurarse un triunfo aparentemente fácil al enfrentarse a escuelas más pequeñas. Este fenómeno ha suscitado tanto críticas como elogios, y los montos pagados son asombrosos. Según informes recientes, los equipos de las principales conferencias han gastado un total combinado de 13.9 millones de dólares para comprar victorias.
En la segunda semana, las cifras no fueron menos impresionantes, con 11.01 millones de dólares destinados a partidos que muchos consideran un mero trámite. Por su parte, el equipo de UNLV sorprendió a todos al recibir 700,000 dólares para enfrentar a Kansas, y acabó infligiendo una dolorosa derrota a los Jayhawks, lo que infundió dudas en sus aspiraciones de playoffs. Los "buy games" representan una vital fuente de ingresos para las universidades más pequeñas, a menudo necesitadas de fondos para mantener sus programas atléticos. Sin embargo, la disparidad económica entre los equipos de poder y los que no lo son se hace cada vez más pronunciada.
Este artículo viaja a través de las cifras y los encuentros destacados de la semana 3, donde cada cheque tiene su historia. En el encuentro más notable, Nuevo México se enfrentará a Auburn, llevándose a casa un impresionante pago de 1.9 millones de dólares. Este pago es significativo, especialmente considerando que la temporada pasada, Auburn perdió ante Nuevo México State, lo que hizo que este año decidieran aumentar la oferta para atraer a los Lobos. Esta será la primera vez que ambas escuelas se enfrenten en el fútbol, lo que añade un matiz de interés al juego.
En otro emocionante choque, Arkansas State se enfrentará al número 17 de Michigan, llevándose 1.8 millones de dólares por su esfuerzo. Michigan, que sufrió una dura derrota contra Texas en la semana anterior, espera que los Red Wolves no sean un desafío significativo. Esta situación muestra cómo estas pequeñas escuelas a veces actúan como trampolines financieros para los más grandes. El partido entre UTSA y el número 2 de Texas también promete ser notable.
UTSA se llevará 1.7 millones de dólares por su visita, aunque la mayoría de los analistas anticipan una victoria contundente para los Longhorns, que dominaron el enfrentamiento anterior en 2022. A pesar de la diferencia de talento, este tipo de juegos son vitales para el desarrollo de programas como el de UTSA. Ball State, con un cheque de 1.5 millones de dólares, se preparará para enfrentarse al número 10 de Miami, donde el mariscal de campo Cam Ward buscará destacarse nuevamente.
La temporada puede volverse desafiante para Ball State, pero al menos podrán cuidar un poco sus finanzas con este pago. Mientras tanto, Kent State disfrutará de un pago de 1.35 millones de dólares por su partido contra el número 7 de Tennessee. A pesar de que Kent State comienza la temporada con un récord de 0-3, continúa recibiendo pagos sustanciales por participar en estos encuentros de alta presión. En cuanto a su rendimiento, el programa de los Golden Flashes parece estar acostumbrado a la dura realidad de estos "buy games".
Memphis, para su encuentro con Florida State, ha asegurado un cheque por 1.3 millones de dólares. Esta negociación nos recuerda cuánto pueden influir las relaciones pasadas en el fútbol universitario. A pesar de las expectativas sombrías para Memphis, el pago es considerable y tiene el potencial de ayudar a mejorar el programa, incluso si el resultado del partido no va a su favor. Nevada y Minnesota también se verán las caras, con la Universidad de Nevada recibiendo 1.
2 millones de dólares. Este será el primer encuentro entre ambas instituciones, y aunque Nevada tiene un historial complicado contra equipos de conferencias de poder, el dinero que recibirán es suficiente para justificar el viaje. Por su parte, Toledo, conocido por su competitividad en la conferencia MAC, también recibirá 1.2 millones de dólares por su choque contra Mississippi State. Aunque Toledo ha tenido éxito en el pasado, perder a su mariscal estrella no facilitará el camino hacia una victoria.
En cuanto a los equipos más pequeños de esta semana, Northern Iowa enfrentará a Nebraska con un pago de 600,000 dólares, mientras que Prairie View A&M y Eastern Illinois se llevarán a casa 500,000 dólares cada uno por sus encuentros con Michigan State y Northwestern, respectivamente. Estos pagos, aunque menos impresionantes en comparación con algunos de sus contrapartes, todavía constituyen una parte crucial del presupuesto de estas universidades. Louisiana Tech disfrutará de un pago de 350,000 dólares para su partido contra NC State, una cifra que subraya las realidades financieras que enfrentan muchas escuelas más pequeñas cada temporada. Cualquier dinero que puedan recabar de partidos "buy" puede significar una gran diferencia en sus programas. En resumen, aunque la lógica detrás de estos "buy games" puede ser discutible, es innegable que ofrecen una oportunidad vital tanto para los colegios más grandes como para los más pequeños.
Mientras los programas de las conferencias de poder buscan afianzar su estatus, las escuelas más pequeñas utilizan estos encuentros como un salvavidas financiero. A medida que avanzamos en el curso de la temporada, solo nos queda esperar a ver si algún equipo pequeño logra dar la sorpresa, tal como lo hicieron los Northern Illinois en el pasado, convirtiéndose en el tema de conversación de la semana. Sin embargo, en un mundo donde la brecha económica es tan vasta, los equipos deben preguntarse: ¿vale la pena arriesgarse en el campo por un cheque?.