En un movimiento que reafirma su liderazgo en el sector energético offshore, SLB OneSubsea y Subsea7 han sido premiados con un importante contrato EPCI por bp para desarrollar el proyecto Ginger en aguas frente a Trinidad y Tobago. Esta adjudicación no solo pone en relieve la fortaleza de la nueva alianza integrada entre estas dos compañías, sino que también marca un hito con el primer contrato otorgado bajo un novedoso acuerdo marco global entre bp y la Subsea Integration Alliance, alianza que aglutina experiencia y tecnología puntera para ofrecer soluciones subsea de alto valor. El proyecto Ginger se presenta como un desafío complejo pero crucial para la región energética caribeña, dado que su ubicación estratégica en la costa sureste de Trinidad, en aguas con profundidades de hasta 90 metros, ofrece un potencial significativo en reservas hidrocarburíferas. La ejecución de este proyecto demanda soluciones técnicas innovadoras y una colaboración estrecha entre todas las partes involucradas para optimizar los resultados y minimizar riesgos ambientales. SLB OneSubsea tiene la responsabilidad de suministrar cuatro árboles submarinos verticales monobore estandarizados junto con colgadores de tubería.
Este diseño estandarizado busca acelerar los procesos de entrega e instalación para reducir los plazos de ejecución, un factor clave que beneficia tanto la operatividad como la eficiencia de costos del proyecto. Además, la introducción del primer sistema de protección de presión de alta integridad o manómetro en la región representa un avance tecnológico considerable. Este sistema mejora la seguridad operativa, aumenta la eficiencia y contribuye a reducir el impacto ambiental durante la vida útil del desarrollo. Por su parte, Subsea7 aportará su reconocida experiencia mediante la instalación de un sistema de conexión instalado por buzos, acompañado por una línea flexible de producción y toda la infraestructura relacionada. Este enfoque combinado asegura una gestión integral del proyecto, permitiendo que las etapas de ingeniería, construcción e instalación se ejecuten bajo un modelo sincronizado, lo que maximiza la fiabilidad y el control de costos.
El CEO de SLB OneSubsea, Mads Hjelmeland, ha destacado que la firma de este contrato refleja el compromiso de ambas compañías por mejorar el desempeño de proyectos subsea a través de una colaboración transparente y temprana. Según Hjelmeland, esta alianza estratégica busca lograr una mayor eficiencia en la entrega de proyectos, optimizar recursos y acelerar la toma de decisiones, aspectos fundamentales para afrontar la complejidad técnica del sector offshore contemporáneo. Asimismo, Olivier Blaringhem, CEO de Subsea Integration Alliance, ha enfatizado el valor que aporta este nuevo marco global con bp para expandir la capacidad de colaboración y ofrecer resultados de alta calidad con el mejor costo total de propiedad posible. La cooperación entre SLB OneSubsea y Subsea7 bajo esta alianza refuerza las sinergias necesarias para operar con agilidad y responder a las demandas específicas de mercados como el de Trinidad y Tobago. La modalidad de contrato EPCI representa un enfoque integral que abarca desde la ingeniería conceptual y detallada, la procuración de equipos y materiales, hasta la construcción y la instalación offshore.
Esta modalidad es fundamental para garantizar consistencia y eficiencia, limitando interferencias entre las etapas y agilizando los tiempos de entrega. Además, fomenta una gestión de riesgos mejorada al tener una responsabilidad unificada sobre todos los aspectos del proyecto. El impacto del proyecto Ginger se extiende más allá de la extracción eficiente de hidrocarburos. Su desarrollo implica el uso de tecnologías y prácticas que priorizan la seguridad industrial y la preservación del medio ambiente marino. La implementación del sistema de protección de presión de alta integridad introducido por SLB OneSubsea es ejemplar en este sentido, al mejorar las garantías estructurales y funcionales de los equipos subsea, lo que traduce en operaciones más seguras y sostenibles.
Además, la maquinaria flexible y las conexiones instaladas por buzos diseñadas por Subsea7 facilitan el mantenimiento y la operación continua, reduciendo las paradas inesperadas y mejorando la vida útil de la instalación. Esta optimización técnica contribuye directamente a la rentabilidad y viabilidad del proyecto a largo plazo. La región del Caribe, y específicamente Trinidad y Tobago, se beneficia significativamente de esta inversión y desarrollo tecnológico, consolidando su posición en el mapa energético global. La atracción de proyectos de esta magnitud fomenta la generación de empleo especializado, el desarrollo de infraestructura local y la transferencia de conocimiento técnico, fortaleciendo todo el ecosistema industrial vinculado a la exploración y producción offshore. Por otro lado, la apuesta de bp por este modelo colaborativo mediante la Subsea Integration Alliance representa una tendencia creciente dentro de la industria energética hacia alianzas estratégicas de largo plazo que promueven la transparencia, alinean incentivos y permiten resolver retos complejos con mayor agilidad.
Este tipo de colaboración no solo genera valor económico, sino que también impulsa innovaciones continuas que benefician a todos los involucrados en la cadena de valor. Cabe destacar que este proyecto consolida asimismo la reputación de SLB OneSubsea y Subsea7 como proveedores estratégicos globales capaces de afrontar proyectos de alta ingeniería bajo condiciones diversas y exigentes. Su experiencia conjunta en la entrega de soluciones EPCI robustas aporta confianza a operadores y contratistas en la región y más allá. Más allá de Trinidad y Tobago, Subsea7 continúa ampliando su cartera de proyectos, evidenciado por la reciente adjudicación de un contrato para el proyecto Northern Lights fase dos en Noruega. Esta operación involucra la ingeniería, construcción, instalación y precomisionamiento de una tubería de CO₂ de 5 kilómetros, estructuras satélites y sistemas de conexión umbilicales, demostrando su diversidad técnica y capacidad para adaptarse a las necesidades de mercados distintos.
En conclusión, la adjudicación del contrato EPCI para el desarrollo del proyecto Ginger representa una noticia positiva para la industria subsea en el Caribe y un claro ejemplo del impacto que las alianzas estratégicas y modelos colaborativos pueden tener en la creación de valor y la innovación tecnológica. La combinación de la experiencia, tecnología y enfoque integral que aportan SLB OneSubsea y Subsea7 promete optimizar la producción offshore y establecer nuevos estándares en seguridad y sostenibilidad. Este proyecto despierta expectativas no solo por su potencial económico sino también por su contribución a la evolución del modelo operativo en el sector offshore, posicionando a Trinidad y Tobago como un referente en proyectos subsea modernos y eficientes. La colaboración estrecha entre las empresas y operadores involucrados augura un desarrollo exitoso que podrá ser replicado en otras regiones con características similares, fortaleciendo el futuro energético global.