El colapso del exchange criptográfico FTX fue uno de los mayores impactos en la industria durante los últimos años, afectando a miles de usuarios en todo el mundo, incluyendo a clientes en Europa. Tras la adquisición de la rama europea de FTX por parte de Backpack, una plataforma que se ha comprometido a devolver parte de los fondos atrapados, los usuarios finalmente tienen una vía para retirar sus balances en euros. No obstante, es importante destacar que los retiros en criptomonedas aún permanecen bloqueados, dejando una parte significativa de los activos inaccesibles mientras continúan los procesos legales y técnicos. La apertura de la ventana de retiros por parte de Backpack representa un avance crucial para las víctimas de FTX EU, quienes llevan meses sin poder disponer de sus fondos. Esta nueva fase comenzó oficialmente el 12 de mayo de 2025 y permite a los acreedores iniciar un procedimiento para reclamar el dinero que tenían congelado dentro del exchange europeo.
La medida ha sido recibida con esperanza pero también con precaución, debido al proceso de verificación exhaustivo y las comisiones aplicadas para procesar dichas retiradas. El proceso de recuperación de fondos exige que los antiguos clientes completen una serie de pasos estrictos para garantizar la seguridad y autenticidad de las operaciones. Los usuarios deben seleccionar la opción “FTX EU Withdrawal Request” dentro del portal europeo de Backpack y completar un formulario detallado con la información de su cuenta bancaria. Además, deben subir un extracto bancario reciente que incluya nombre completo, IBAN y dirección registrada, debiendo coincidir con los datos indicados en el formulario. Esta doble verificación busca evitar fraudes y asegurar que los pagos se realicen únicamente a los propietarios legítimos de los fondos.
En cuanto a los montos, los saldos que pueden reclamarse están expresamente denominados en euros, y las criptomonedas permanecen como activos congelados sin ruta inmediata de retirada. Esta situación refleja la complejidad y las restricciones legales derivadas del proceso de quiebra y la gestión de activos en FTX EU. Mientras que el desbloqueo parcial en moneda fiduciaria puede aliviar una parte de la carga financiera de las víctimas, la imposibilidad de retirar criptomonedas sigue siendo un motivo de frustración y preocupación, principalmente por la volatilidad inherente a estos activos. Otro aspecto clave para quienes realizan el retiro es la estructura de comisiones que Backpack aplica, basándose en los cargos de sus socios bancarios sin añadir tarifas adicionales. Para movimientos de hasta 2,000 euros, la tarifa fija es de 8 euros.
Cuando la suma reclamada está entre 2,001 y 50,000 euros, la comisión es fija de 13 euros. En casos de sumas superiores a 50,001 euros, la tarifa es de 13 euros más un 0.1% sobre el excedente, siendo la cuota máxima limitada a 353 euros. Estas condiciones han sido consideradas por algunos usuarios como razonables dadas las circunstancias pero generan un costo que debe ser considerado en la planificación del retiro. La plataforma también advierte sobre posibles retrasos en la tramitación de solicitudes debido a la gran demanda y limitaciones impuestas por los sistemas bancarios.
Se espera que durante las primeras etapas se produzcan colas y tiempos de espera, pero Backpack asegura estar trabajando para agilizar el proceso y minimizar inconvenientes para los afectados. Un elemento que genera interrogantes es la ausencia de un plazo fijo para presentar las solicitudes, lo que ofrece flexibilidad a los acreedores pero al mismo tiempo crea incertidumbre sobre el destino de los fondos no reclamados. De acuerdo con la información proporcionada, todo monto no retirado eventualmente será tratado según las leyes financieras vigentes, lo que podría implicar transferencias a entidades estatales o la liquidación en procesos legales. Esto enfatiza la importancia de que los usuarios estén al tanto del proceso y actúen con prontitud para no perder el acceso a su dinero. Este avance llega en un momento donde el sector regulatorio europeo está observando con atención los casos de insolvencia y fraude en el ámbito cripto, impulsando licencias más estrictas y procedimientos de supervisión para evitar que incidentes similares vuelvan a ocurrir.
Paralelamente, otras entidades como Gemini y Coinbase se preparan para obtener autorizaciones regulatorias en la Unión Europea, mostrando un contraste con situaciones como la de FTX en términos de seguridad y cumplimiento normativo. En resumen, la apertura de la ventana de retirada de euros para las víctimas de FTX EU mediante Backpack es un paso importante hacia la recuperación de activos congelados, marcando un punto medio en un proceso judicial y financiero todavía en desarrollo. La esperada liberación de fondos, aunque limitada a euros y sujeta a ciertas comisiones, ya ha comenzado a aliviar las pérdidas de muchos usuarios en Europa. Aun así, la permanencia del bloqueo en las criptomonedas destaca la complejidad de la situación y la necesidad de seguimiento de cerca las actualizaciones en el caso. Para quienes estuvieron afectados, es esencial mantenerse informados, cumplir con los procedimientos de verificación y evaluar cuidadosamente las opciones de retiro para optimizar el acceso a sus fondos.
Este episodio también sirve como una lección para la comunidad criptográfica sobre la importancia de la regulación, la transparencia y la prudencia en la gestión de activos digitales. En el panorama general, el caso FTX EU y la respuesta de Backpack ofrecen una muestra del desafío que implica manejar crisis financieras en el sector cripto bajo marcos legales tradicionales. A medida que avanza el tiempo, se espera que nuevas soluciones y regulaciones fortalezcan la protección del usuario y contribuyan a un ecosistema más seguro y confiable para inversores y comerciantes de criptomonedas en Europa y el mundo.